El comercio de Bitcoin (BTC) está abriendo nuevas vías para los ciudadanos de la  Cuba comunista, que ha estado aislada financieramente durante años bajo un embargo comercial de los Estados Unidos.

Un informe del 12 de septiembre de U.S. News afirma que con el reciente advenimiento de Internet móvil en el país, los cubanos están comprando cada vez más criptomonedas para hacer compras en línea, así como para invertir y comerciar.

“Abrir nuevas puertas" en el comercio minorista

Sin acceso a tarjetas de débito o crédito para uso internacional, las compras habilitadas en criptomonedas son una oportunidad más que bienvenida para los locales. En una entrevista con U.S. News, el residente local Jason Sánchez, de 35 años, dijo que las criptomonedas estaban "abriendo nuevas puertas" para los cubanos.

Sánchez dijo que ahora podía comprar piezas de repuesto para su taller de reparación de teléfonos móviles en La Habana en una tienda online china gracias a Bitcoin.

Alex Sobrino, de 33 años, (el fundador del canal de Telegram CubaCripto) estimó que aproximadamente 1,000 cubanos estaban usando criptomonedas:

"Estamos usando criptomonedas para recargar nuestros celulares, para hacer compras en línea, e incluso hay gente reservando habitaciones de hotel." 

En particular, con una baja prevalencia de tarjetas de crédito, muchos criptousuarios locales necesitan pedirles a sus familiares en el extranjero que les ayuden a entrar en los mercados de criptomonedas o a recurrir a canales de redes sociales como CubaCrupto.

Los intercambios personales de efectivo por Bitcoin -utilizando un móvil o un portátil para llevar a cabo la transacción- son otra opción, señala el informe.

Una solución a la exclusión financiera

Alrededor de 1,300 usuarios actualmente utilizan Fusyona, que dice ser el primer criptoexchange de Cuba. La plataforma ofrece la posibilidad de enviar remesas a Cuba, o de invertir en nueve criptomonedas diferentes a través de un exchange más grande, con servicios que se cobran a un costo de hasta el 10%. Como le dijo el fundador de Fusyona, Adrian C. Leon, de 31 años, a U.S. News:

"Para los extranjeros, las criptomonedas solo son otra opción. Pero para los cubanos, es una necesidad, y puede ser una solución a su exclusión de la comunidad financiera mundial."

Sobrino señaló que persiste la incertidumbre y el temor en cuanto a la forma en que el gobierno podría reaccionar ante la incipiente tendencia de las criptomonedas. Fusoyana notablemente está registrada en Brasil, pero ha iniciado conversaciones con funcionarios del banco central para investigar si la plataforma podría sellar su aprobación formal. 

"Nos preocupa que el gobierno nos restrinja, prohíba cosas, empiece a decir que esto es enriquecimiento ilícito", dijo. 

El banco central reveló a principios de esta semana que estaba explorando los beneficios y riesgos de las monedas digitales. 

En julio, el ministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil Fernández, dijo que el gobierno estaba consultando con académicos para estudiar el uso potencial de las criptomonedas para sus transacciones comerciales nacionales e internacionales.

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