Ciudades hiperconectadas, con aplicaciones, sistemas y automatizaciones desde la gestión del tráfico hasta estrategias de atención hospitalaria. Más que una tendencia de futuro, esto ya es una realidad que empieza a tomar forma en el mundo actual. Hoy, en todo el planeta, ya existen innumerables ejemplos de Smart Cities, con programas que apuestan por combinar diferentes tipos de tecnologías y conceptos para agilizar la gestión pública y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

En este escenario, las tres D son fundamentales: digital, datos y diseño centrado en el usuario o ciudadano. Sin embargo, a medida que avanzan los planes que involucran estos tres aspectos, también es necesario recordar otro elemento vital para el avance de la transformación digital del entorno público: el uso consciente y seguro.

Es en este punto que la ciberseguridad adquiere un rol cada vez más central en el desarrollo de iniciativas para modernizar las administraciones públicas, en todas sus instancias. No como un proyecto aislado, sino como una agenda propositiva y continua.

Según Gartner, para 2024, el 60% de las inversiones gubernamentales en inteligencia artificial y análisis de datos tendrán como objetivo impactar directamente en las decisiones y los resultados operativos en tiempo real. Nada es más importante, por lo tanto, que los registros estén protegidos.

Para el CEO de Blockbit, Cleber Ribas, siempre es importante señalar que, al mismo tiempo que las soluciones digitales se están transformando, también es igualmente cierto que los canales digitales son cada vez más blanco de diversos ataques que pueden comprometer la seguridad de la información y, en consecuencia, afectan aspectos como el desempeño de los servicios en las ciudades y la privacidad de la población.

Cabe señalar que encuestas de diferentes organismos indican que el sector gobierno es uno de los segmentos que más recibe intentos de ataques virtuales en todos los ámbitos y verticales. Cuanto más Internet forma parte de la operación del gobierno, más importante es la capacidad de la tecnología y la administración encuentran formas de optimizar la seguridad del contenido", dice Ribas.

Para acompañar esta tendencia, las ciudades inteligentes deben construirse, desde el inicio de sus proyectos, con un pensamiento estratégico que busque aprovechar al máximo la hiperconectividad y, al mismo tiempo, reforzar la protección de los registros y activos que conforman la máquina pública.

Este concepto, conocido como Secure by Design, es vital para permitir la creación de capas de ciberseguridad que estén realmente preparadas y escaladas para proteger la colaboración entre personas, sistemas y tecnologías. Se estima que la industria de las ciudades inteligentes moverá más de 241 mil millones de dólares en 2025, según cifras de Statista. Está claro que gran parte de esta inversión se deberá al uso intensivo de tecnologías avanzadas, como Internet de las Cosas (IoT), Big Data, Cloud Computing y realidad virtual (VR). Sin embargo, paralelamente a estas tecnologías, la seguridad digital también debe ser una prioridad.

Para las ciudades que buscan volverse más inteligentes, pasando de referencias cruzadas de alumbrado público a evaluaciones de educación o seguridad pública, es aconsejable que sus líderes de TI intervengan también para comprender cómo sus proveedores están asegurando las soluciones que ofrecen. Y, por supuesto, ofrecer tecnología que ayude a los usuarios (servidores y terceros) en esta batalla por mitigar todas y cada una de las vulnerabilidades de la red.

Pensar en la ciberseguridad como principio de diseño puede ayudar a las organizaciones públicas y privadas involucradas en los procesos de una Smart City a conocer más sobre lo que realmente importa para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, además de descubrir cómo hacer sus inversiones en tecnología más sostenible, innovadora y competitiva", continúa el director general.

La infraestructura hiperconectada puede apoyar la gestión de la ciudad y fortalecer el acceso a la información y las soluciones tecnológicas en entornos urbanos para los ciudadanos. Por ello, es importante que estén en consonancia con los principios de uso seguro de Internet. La seguridad digital es un área que merece especial atención por parte de organismos públicos y privados de todos los países, de todas las ciudades.

Afortunadamente, así como surgen nuevas tecnologías, la industria de la ciberseguridad también ha evolucionado, trayendo innovaciones para ayudar a maximizar la protección de las personas y las ciudades inteligentes. Solo queda alentar a más ciudades a avanzar en este viaje, entendiendo que la seguridad también es uno. de las claves de la transformación digital”, termina el CEO.

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