En medio de los esfuerzos de los científicos del clima y los defensores para abordar los desafíos ambientales, Sims Witherspoon, Líder de Acción Climática de Google DeepMind, ve potencial en la inteligencia artificial (IA), enfatizando la importancia de enmarcar la solución a través de preguntas reflexivas.
En la Wired Impact Conference en Londres, Witherspoon dijo que ve el cambio climático como un desafío científico y tecnológico, expresando optimismo en abordarlo mediante la inteligencia artificial. A principios de este año, Google fusionó sus equipos de IA Brain y DeepMind bajo un solo nombre llamado Google DeepMind.
Witherspoon sugirió una estrategia denominada marco "Comprender, Optimizar, Acelerar", destacando tres pasos para abordar el cambio climático mediante el uso IA, que implican interactuar con aquellos afectados, evaluar las aplicaciones de la IA y desplegar una solución para un cambio significativo.
Al examinar el camino hacia la implementación, Witherspoon observó que ciertas opciones se vuelven menos viables debido a las condiciones regulatorias existentes, limitaciones de infraestructura u otras limitaciones o dependencias, como la disponibilidad de datos restringidos o socios adecuados.
Witherspoon destacó la importancia de un enfoque colaborativo, subrayando que, si bien la experiencia individual es valiosa, la cooperación es crucial y requiere las contribuciones combinadas de académicos, entidades regulatorias, corporaciones, organizaciones no gubernamentales (ONG) y comunidades afectadas.
Witherspoon dijo que, en colaboración con la Oficina Meteorológica del Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido en 2021, Google DeepMind aprovechó sus completos datos de radar para analizar las precipitaciones en el Reino Unido utilizando la inteligencia artificial. Los datos se introdujeron en el modelo generativo profundo de lluvia (DGMR) de Google.
Witherspoon afirmó:
“Realizamos una evaluación cualitativa con la participación de 50 expertos meteorológicos en la Oficina Meteorológica del Reino Unido, y más del 90% favoreció nuestros métodos, calificándolos como su elección principal sobre los métodos tradicionales".
Enfatizó que los datos del código fuente y los métodos de verificación están abiertamente accesibles. A pesar de reconocer el potencial de la inteligencia artificial para abordar el cambio climático, Witherspoon también advirtió que esta tecnología emergente no es una panacea.
Sims Witherspoon dijo que la inteligencia artificial no es una solución universal para los desafíos climáticos. Destacó la importancia de implementar la inteligencia artificial de manera responsable, reconociendo su impacto ambiental debido a procesos intensivos en energía hasta que la red funcione con energía libre de carbono.
En mayo, Kate Saenko de la Universidad de Boston advirtió sobre el impacto ambiental de modelos de inteligencia artificial como GPT-3. El modelo de 175 mil millones de parámetros consumió energía equivalente a 123 autos durante un año, generando 552 toneladas de CO2, incluso antes de su lanzamiento al público.
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