La Luna Foundation Guard, o LFG, un fondo centrado en el ecosistema Terra, ha dicho que no puede proporcionar un plazo estimado para distribuir sus activos restantes a los usuarios luego de que la stablecoin TerraUSD perdiera su paridad con el dólar.

En un hilo de Twitter del 7 de octubre, la organización citó "procesos legales abiertos y amenazas" entre sus razones para no poder distribuir sus activos restantes a los usuarios de UST, empezando por los holdes más pequeños. Las reservas del fondo contaban con más de USD 4,000 millones en activos antes de la caída del mercado en mayo, cantidad que se ha reducido a unos USD 105 millones en la actualidad.

"La distribución no es posible en este momento", dijo el fondo. "Mientras estos asuntos estén pendientes, no puede establecerse una fecha para su resolución [...] No dejaremos de defender nuestra capacidad de seguir con estos planes iniciales, y los que estén esperando serán los primeros en conocer las novedades".

Los usuarios de criptomonedas en Twitter que respondieron al anuncio criticaron al fondo por no ofrecer una compensación de manera rápida, y al cofundador de Terra, Do Kwon, por su supuesta implicación en el colapso.

"Si quisieran hacerlo, ya lo habrían hecho mucho antes de los litigios", dijo el usuario SvNem26. "Tuvieron tiempo suficiente, pero en lugar de eso Do Kwon culpó a los exchanges por no proporcionar datos".

Las autoridades de Corea del Sur han abierto una causa contra Kwon y los socios de Terra tras el colapso del ecosistema. En septiembre, un tribunal surcoreano emitió una orden de arresto contra Kwon, y la Interpol añadió su nombre a su lista de alertas rojas. Al cierre de esta edición, se desconocía el paradero de Kwon, pero éste dijo en Twitter que "no hacía ningún esfuerzo para esconderse".

El 5 de octubre, los fiscales emitieron una orden de arresto contra el jefe de negocios de Terraform Labs, Yoo Mo, que condujo a su detención en Corea del Sur antes de que un juez desestimara la acción legal. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur también ordenó a Kwon que entregara su pasaporte antes del 20 de octubre o se arriesgaría a que el documento fuera anulado y no se volviera a emitir.

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