Las criptomonedas son un fenómeno muy ligado a la dinámica polarizadora de las redes sociales. Hay quienes las aman y quienes las odian. No hay término medio.
Pero las criptomonedas, al mismo tiempo, también son activos muy volátiles. Es decir, suben y bajan con mucha rapidez. Y eso crea una situación muy curiosa. Cuando suben, los defensores de las criptomonedas aprovechan para burlarse de los críticos y escépticos. Les dicen que están equivocados, que se han perdido una oportunidad, que no entienden nada. Y cuando bajan, los críticos y escépticos aprovechan para burlarse de los defensores. Les dicen que son unos ilusos, que han tirado su dinero, que no tienen ni idea. Es un sube y baja de burlas mutuas. Un juego de niños. Un espectáculo digno de ver. Una temporada les toca a unos. Otra temporada les toca a los otros. Lo que tenemos claro es que las risas se dan por turnos.
Si has estado siguiendo las noticias, habrás notado que el mundo de las criptomonedas está viviendo un momento dulce. Bitcoin, la más famosa de todas, ha subido más del doble en lo que va de año. Esto ha dejado con la boca abierta a muchos escépticos, que se habían acostumbrado a ver el cripto como una moda pasajera, una burbuja especulativa o una estafa piramidal.
Los llamados “no-coiners”, aquellos que nunca han invertido ni creído en cripto, se han visto obligados a reconocer que quizás se equivocaron. O quizás no. Algunos siguen aferrados a sus argumentos de siempre: que cripto no tiene valor intrínseco, que es demasiado volátil, que consume mucha energía, que no está regulado, que favorece el lavado de dinero, etc.
¿Te has fijado en cómo son algunos debates hoy en día? Parecen más una pelea de gallos que una conversación civilizada. Cada lado defiende su posición con uñas y dientes, sin escuchar ni entender al otro. El objetivo no es aprender ni crecer, sino vencer y humillar al rival. La batalla se vuelve tan visceral que no importa lo que digan los hechos, los argumentos o la lógica. Los bandos no dan su brazo a torcer, ni aunque les pongan una pistola en la cabeza.
¿Qué sentido tiene esto? ¿Qué ganamos con esta actitud? ¿No sería más inteligente y provechoso buscar puntos en común, reconocer los errores propios y los aciertos ajenos, y tratar de llegar a un consenso o, al menos, a un respeto mutuo? ¿No crees que así podríamos aprender más, crecer más y vivir mejor?
En mi opinión, el debate entre bitcoiners y no-coiners es, en realidad, una oportunidad de escuchar, de entender, de reflexionar, de cambiar, y de mejorar.
¿Alguna vez has sentido que compraste algo muy caro y luego te arrepentiste? ¿O que invertiste en algo muy arriesgado y luego te alegraste? Eso es lo que les ha pasado a algunos de los que apostaron por Bitcoin.
Piensa por un momento en las personas que compraron Bitcoin al nivel actual, pero en el 2021. Después de tanto esperar, ahora están cantando victoria, porque Bitcoin ha vuelto a subir y ya no están bajo agua. Por ejemplo, el caso de MicroStrategy, una empresa que invirtió más de mil millones de dólares en Bitcoin, o el de El Salvador, el primer país que adoptó Bitcoin como moneda de curso legal. Estos dos ejemplos han estado mucho tiempo bajo el agua, sufriendo pérdidas y críticas, pero ahora están registrando algunas ganancias. Y están aprovechando la ocasión para sacarle en cara su triunfo a los escépticos y los detractores.
Pero, más allá de que ya están registrando ganancias, la verdad es que compraron muy caro y sin una buena gestión de riesgo. La verdad es que el rendimiento que ahora están teniendo habría sido igual o mayor si hubieran colocado ese dinero en bonos del Tesoro estadounidense, por ejemplo. O en acciones de Microsoft. O en cualquier otra cosa menos arriesgada y más rentable que Bitcoin durante el mismo periodo.
Entonces, de pronto, no todo es tan blanco y negro. De pronto, no es cuestión de ser un inversor a favor o en contra de Bitcoin. De pronto, lo que debemos enfocarnos es en invertir en Bitcoin con mayor responsabilidad y con una mejor gestión del riesgo. Porque Bitcoin puede subir o bajar en cualquier momento, y nadie sabe qué pasará mañana. ¿Moraleja? Si quieres invertir en Bitcoin, hazlo con cuidado. No lo hagas a lo loco.
Lo importante no es tener razón o no, sino conservar tu dinero y gestionar bien el riesgo. Si invertiste en algo que tardó dos años en recuperar su valor, asumiste un riesgo muy alto para una ganancia muy baja. Otros activos te habrían dado más de 3% de rentabilidad al año. Durante dos años, tuviste pérdidas no realizadas enormes que no quisiste asumir. Ahora estás casi en el punto de partida. ¿Te parece que eso es para celebrar? Más bien, deberías reflexionar. ¿Por qué pagaste tanto durante la euforia? ¿Y por qué no aprovechaste la oportunidad de comprar cuando estaba barato durante el ciclo bajista?
En mi opinión, el auge de las criptomonedas actual es un desafío para alcistas, bajistas, defensores, críticos y escépticos por igual. El bando de los optimistas puede usar la ocasión para invertir de una manera más madura, cautelosa y estratégica. El bando más pesimista puede usar la ocasión para considerar que ciertamente hay una oportunidad que quizás está dejando pasar.
¿Riesgos? Claro que sí. Pero el riesgo no es excusa para no hacer nada. El riesgo se puede gestionar. Por ejemplo, diversificando la cartera, investigando bien las fuentes, usando plataformas confiables y protegiendo las claves privadas. Porque el potencial es evidente. Las criptomonedas pueden revolucionar el mundo financiero, democratizar el acceso al dinero, facilitar el comercio internacional y fomentar la innovación. Y, además, si haces las cosas bien, te puede ayudar a mejorar tus finanzas.
¿Te gusta presumir de tus ganancias en criptomonedas y decir "te lo dije" a los que no te hicieron caso? Pues déjame decirte que esa actitud es muy infantil. El mercado de las criptos cambia mucho y nadie sabe lo que va a pasar. En lugar de menospreciar a los que no invierten, a los que critican o a los que dudan, enséñales que este espacio ofrece oportunidades si se actúa con criterio y cuidado. Nuestro objetivo es atraer a los que no invierten para que se pasen a nuestro lado. Cuantos más seamos, mejor. No hay que polarizar, hay que sumar.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.