El Banco Central Europeo (BCE) está ampliando la prueba de la tecnología de ledger distribuido (DLT) que inició en abril. Esta segunda fase de pruebas examinará nuevos casos de uso con la incorporación de instituciones financieras privadas y tres bancos centrales más.
Cuarenta y ocho instituciones financieras participarán en la nueva fase. Entre ellas figuran divisiones de muchos de los mayores bancos del mundo, como ABN AMRO, BNP Paribas, Bank of New York Mellon, HSBC, J.P. Morgan y Société Générale. Los participantes en ambas pruebas se seleccionaron mediante una convocatoria publicada en diciembre.
Probar juntos la nueva y la vieja tecnología
El nuevo grupo realizará pruebas de pagos nacionales al por mayor dentro de la zona del euro, diversos casos de uso relacionados con valores y operaciones de pago contra pago de divisas entre bancos centrales. Las dos segundas pruebas consistirán en liquidaciones en tiempo real utilizando dinero de bancos centrales, en lugar de dinero de bancos comerciales.
En la primera tanda de pruebas participaron 14 entidades privadas y bancos centrales. Algunos de ellos se encuentran también en la segunda tanda, y examinaron la liquidación de entrega contra pago de operaciones con bonos del Estado que utilizaban tres soluciones de interoperabilidad desarrolladas por distintos bancos centrales europeos: Trigger Solution del Deutsche Bundesbank, TIPS Hash-link de Banca d'Italia y Full DLT Interoperability de Banque de France.
Pago contra pago y entrega contra pago son formas de liquidación bruta en tiempo real. Las pruebas se centran en la interacción entre la interoperabilidad de las operaciones DLT y el actual sistema de liquidación TARGET del BCE.
Los resultados de las pruebas tienen amplias aplicaciones
Las pruebas utilizan efectivo y valores tokenizados y podrían aplicarse también a la moneda digital del banco central (CBDC). Sólo la solución francesa se concibió específicamente para CBDC.
Los mismos tres sistemas de interoperabilidad se probarán en la continuación del Proyecto Meridian. El Banco de Inglaterra participa en ese proyecto. También se une a los bancos centrales de Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Lituania, Países Bajos y España y a la Autoridad Monetaria de Hong Kong.
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