Tras un importante cambio de marca de la popular red social Twitter a X, Elon Musk ha cambiado el nombre del popular servicio de suscripción Twitter Blue a X Premium.

Los servicios de suscripción X Premium incluyen un modelo de reparto de ingresos publicitarios que permitirá a todos los suscriptores X Premium optar a una parte de los ingresos publicitarios en función de su participación en la plataforma.

Sólo tendrán derecho a ingresos por publicidad los suscriptores de X Premium que hayan recibido al menos 15 millones de impresiones totales en sus publicaciones en los últimos tres meses, tengan al menos 500 seguidores y sean mayores de 18 años. Musk también ha notificado que la plataforma se quedará con todos los ingresos publicitarios generados por los no suscriptores.

X comenzó a compartir los ingresos por publicidad el mes pasado, lo que fue un movimiento sorpresa: muchos usuarios de Twitter informaron que recibían su parte de los ingresos. El 28 de julio, la función de ingresos por publicidad se puso en marcha para todos los suscriptores de Blue. En una conversación en Twitter, Musk señaló que los ingresos se determinarán a partir del momento en que lo prometió por primera vez en febrero.

Los ingresos publicitarios se reparten en función de los anuncios publicados en los comentarios de las respuestas a los tweets de los usuarios. Este formato es bastante similar al de TikTok, donde en lugar de publicar anuncios en el feed principal, la plataforma suele publicarlos en los comentarios. De este modo, tanto X como TikTok incentivan a los usuarios con más comentarios y actividades de respuesta en sus publicaciones.

Sin embargo, al cabo de una semana, la cuenta de soporte de X notificó que se había visto desbordada por el número de suscriptores premium y que, por tanto, podría tardar algún tiempo en revisar y pagar las cuentas que cumplieran los requisitos.

Musk ha hablado mucho de convertir X en una "aplicación para todo". Apenas unas semanas después de su toma de posesión, Musk lanzó la suscripción Twitter Blue, que permitía a los usuarios comprar marcas de verificación azules de Twitter, y después el producto evolucionó a un servicio premium que dio paso a los suscriptores para ganar una parte de los ingresos por publicidad.

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