La reciente bifurcación de la cadena de bloques de Ethereum ha marcado un nuevo hito en el mundo de las criptomonedas. Lo que al principio parecía una modificación rutinaria al código fuente de la plataforma, ha escalado ahora hasta convertirse en fenómeno que ha acaparado casi toda la atención en el ecosistema.

La cadena de bloques minoritaria de la bifurcación ya poseía cierto poder de procesamiento luego de la ejecución del hard-fork, no obstante apenas horas el aumento de la minería en esta rama fue en aumento y posteriormente dio la campanada cuando su criptomoneda, el Ether Classic (ETC), fue agregado a la plataforma de comercio de la casa de cambio Poloniex.

Desde ese momento surgió algo completamente inesperado de lo cual no teníamos un precedente: dos cadenas de bloques “hermanas” en correcto funcionamiento luego de la aplicación de un hard-fork. Hecho que, como todo novum, generó reacciones adversas incluso dentro de la misma comunidad de las criptomonedas, esa donde la palabra “disrupción” gusta ser bastante mencionada.

Claramente, a partir de este suceso se generó todo un entorno bastante movido y agitado que en poco más de una semana ha generado numerosos debates filosóficos, de los cuales les presento algunas conclusiones, quizás no muy populares, pero que pienso es necesario conocer y por qué no, cuestionar.

No es un combate

El desarrollo y comportamiento de una criptomoneda lo moldea su respectiva comunidad de usuarios, y en este caso evidentemente hemos observado cómo el surgimiento de Ethereum Classic ha sido interpretado por muchos como un desafío a Ethereum. El cual además según muchos no debe ser permitido, sino más bien eliminado.

No obstante el hasta ahora líder del proyecto Ethereum Classic, un usuario de origen ruso autodenominado Arvicco, ha sido tajante en su visión con esta cadena de bloques alterna a Ethereum:

Ethereum Classic no es una especie de "anti-Ethereum", tal como algunos están tratando de malinterpretarnos. Somos parte de un ecosistema Ethereum más amplio y tenemos la intención de contribuir positivamente a su desarrollo. Somos otra comunidad de Ethereum que comparte un conjunto diferente de valores y creemos que eventualmente puede cumplir con la promesa original y la visión de una blockchain abierta, neutral e inmutable. Estamos haciendo el ecosistema Ethereum más rico, no más pobre.

Estas palabras, además de haber sido poco difundidas, también fueron ignoradas por muchos usuarios que dentro del frenesí del comercio del Ether Classic en las casas de cambio directamente relacionaron la criptomoneda como un arma en contra de la plataforma Ethereum original liderada por Vitalik Buterin.

Pero pensemos más allá de la simple criptomoneda porque, aunque se nos olvide a veces, este ecosistema siempre ha valorado la tecnología y su aporte ante todo. Debemos preguntarnos si Ethereum Classic puede en el futuro ser una plataforma que soporte el desarrollo de contratos inteligentes con, tal como dice Arvicco, un conjunto de valores distintos a su similar de Ethereum.

Aun si nos parece poco probable esto… ¿Por qué no podría ser posible? ¿Por qué no podría esta plataforma enriquecer el ecosistema de las criptomonedas y de los contratos inteligentes?

Muchas dudas parecidas ya varios han tenido respecto a Bitcoin, Ethereum e incluso otras criptomonedas. Y vaya sorpresas que se han llevado, incluyéndome en ciertos casos.

Un nuevo punto de vista al hard-fork

Un paradigma que ha roto Ethereum Classic en la ejecución de un hard-fork es el de la cadena mayoritaria que continúa el proceso y una cadena minoritaria que “muere”. Aunque inicialmente este era el efecto ideal en la aplicación de una bifurcación de este tipo, ahora tenemos un nuevo punto de vista que agrega una gama de resultados más al proceso.

Ethereum Classic es la prueba fehaciente de que luego de un hard-fork dos cadenas de bloques pueden coexistir de manera sana. Y que dicho resultado no es malo ni es bueno per sé, simplemente es un resultado al que posteriormente de acuerdo a los esfuerzos de sus respectivas comunidades se les agregará valor, o lo perderán.

Hoy vemos cómo dos criptomonedas (ETH y ETC) conviven en el ecosistema sin molestarse mutuamente (ignorando las torpezas técnicas de algunas casas de cambio) y al mismo tiempo visualizar el futuro de sus respectivas cadenas de bloques de forma prometedora.

La aparición de una cadena de bloques “hermana”, distinta de una copia del código fuente con nueva blockchain, es un concepto claramente nuevo que, incluso en este mudillo innovador, es difícil de asimilar para muchos usuarios. Pero que puede representar a futuro una nueva manera de escalar las redes y de inclusive generar mayor descentralización.

Una herramienta para el futuro del ecosistema

Ya habiendo dejado en claro la aparición de estos nuevos paradigmas, las bifurcaciones de este tipo en una cadena de bloques pudiese ser una herramienta muy útil no solo desde punto de vista técnico, sino también como garante de una mayor descentralización en una comunidad de usuarios de cualquier criptomoneda.

Coloco un ejemplo que por la frescura de estos nuevos conceptos es bastante desafiante, pero que es la forma más fácil actualmente de ilustrar este argumento: Bitcoin pudiese bifurcarse en dos cadenas de bloques: Core y Classic, donde cada propuesta satisfaga las exigencias mayoritarias de sus respectivas comunidades y así mismo promuevan la competencia sana entre ambas criptomonedas en los mercados.

Sí, nos parece descabellado todavía esto (sobre todo aplicado a Bitcoin), pero si recordamos y analizamos los valores que sostienen la ideología de las criptomonedas, no cabe duda que este tipo de bifurcaciones son una herramienta válida para promover lo que muchos mencionamos a diario, pero pocos entendemos por completo y nos atrevemos a defender a capa y espada: la descentralización.

Por supuesto habrá que evaluar los contextos y corregir ciertos detalles, como la “creación de dinero de la nada” y el manejo de las carteras, que no fueron bien recibidos por muchos en este reciente hard-fork de Ethereum. Pero esta herramienta es sin duda algo que podemos usar de forma positiva y no simplemente verla equívocamente como una especie de aberración surgida de la tecnología blockchain.

En conclusión, les invito a que como yo interpretemos la aparición de Ethereum Classic de una forma distinta resaltando los puntos positivos, innovadores y singulares. Pues no debemos olvidar que este fenómeno es completamente válido porque nace de la iniciativa natural de los usuarios de querer enriquecer una cadena de bloques que antes se desechaba de forma “natural”.