La Comisión Europea anunció el 28 de junio que ha propuesto un plan legislativo para un euro digital, con el objetivo de convertirlo en una forma de pago ampliamente aceptada y de fácil acceso.

El anuncio subraya que permitir a las personas obtener euros digitales a través de sus bancos previa solicitud garantiza una fácil accesibilidad y evita que nadie se quede rezagado. La propuesta también incluye disposiciones sobre servicios básicos gratuitos en euros digitales, protección de la intimidad y pagos fuera de línea.

Como propuesta separada, la Comisión sugirió que los bancos, aseguradoras y fondos compartan los datos de los clientes con las empresas de tecnología financiera a cambio de una compensación, con el objetivo de promover el avance de las finanzas digitales.Con arreglo a esta propuesta, las empresas que posean datos de clientes deberán compartirlos de forma rápida y continua con las empresas participantes a petición del cliente, garantizando el acceso a la información en tiempo real.

Con esta medida, la Comisión Europea pretende abrir el mercado de pagos que ha estado controlado por bancos, Visa y Mastercard y que ahora se enfrenta a la competencia de empresas fintech que ofrecen servicios alternativos.Además, la legislación propuesta prioriza la privacidad de los usuarios y la protección de datos, al tiempo que minimiza los riesgos de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.

El Banco Central Europeo (BCE) celebra la propuesta de la Comisión encaminada a garantizar que el efectivo siga siendo una parte vital del sistema de pagos.Expresó su apoyo a la propuesta de la Comisión de salvaguardar el curso legal del efectivo en euros. En palabras de la presidenta del BCE, Christine Lagarde:

"Esperamos seguir trabajando junto con otras instituciones de la Unión Europea hacia un euro digital que garantice que nuestra moneda es apta para la era digital".

La fase de investigación del proyecto concluirá en octubre de 2023, tras lo cual el Banco Central Europeo procederá a su desarrollo y prueba. En la siguiente fase, el BCE seguiría desarrollando y probando las soluciones técnicas y los acuerdos comerciales.

La posible decisión del Consejo de Gobierno de emitir un euro digital sólo se tomaría una vez adoptado el marco legislativo.

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