El director de la organización sin fines de lucro que está detrás de la moneda digital Libra de Facebook ha dicho que la empresa está comprometida a lanzarla y a superar los obstáculos reglamentarios.

Pérez: “No queremos ser como BlackRock”

En una entrevista con la revista francesa Les Echos el 12 de septiembre, Bertrand Pérez, director general de la Asociación Libra, dijo que el token debería aparecer en el segundo semestre de 2020. 

Los comentarios llegaron el día en que el ministro de Economía y Finanzas de Francia dijo que el país se negaría a permitir que Libra operara dentro de sus fronteras. 

Como ha informado Cointelegraph, la preocupación por la estabilidad financiera ha alimentado el resentimiento, y Bruno Le Maire parece querer dar forma a una política hostil de la Unión Europea hacia Libra. 

Sin embargo, según Pérez, Facebook no desea crear nuevas fuentes de dinero a través del token. Hizo comparaciones con BlackRock, el mayor gestor de activos del mundo, diciendo que el gigante de las redes sociales no quería competir en ese mercado.

"No queremos convertirnos en una nueva BlackRock", le dijo a Les Echos, continuando:

“Por eso estas preocupaciones sobre el efecto desestabilizador que nuestra moneda de reserva podría tener en las monedas fiduciarias de los bancos centrales (que figuran en nuestra cesta) nos parecen infundadas.”

Facebook resolverá las preocupaciones del gobierno 

Pérez también confirmó que Libra, en el momento de su lanzamiento, estaría ligada a una selección de las principales monedas mundiales, pero no al yuan chino. 

Como indicó anteriormente Cointelegraph, Pekín está dando los últimos retoques a su propia moneda digital, y los funcionarios del banco central ya están expresando su preocupación directa por el respaldo de Libra. 

No obstante, Pérez confía en que todas las dificultades regulatorias puedan resolverse con el lanzamiento. 

"El año que llevamos antes del lanzamiento nos permitirá resolver todos los problemas", añadió. 

Mientras tanto, Francia se ha comprometido a no gravar las transacciones de cripto a cripto, lo que pone de relieve su postura potencialmente permisiva hacia el fenómeno.

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