El dicho dice que "el efectivo es el rey", pero eso ya no parece ser el caso. Se proyecta que la industria de pagos móviles crecerá a más de $1 trillón en el 2019, y se elevará a $3 trillones para el 2022, según la firma de investigación Statista.

Aún más prometedor para los pagos móviles es la demografía de ese crecimiento. India ya tiene el 98% de las transacciones económicas realizadas electrónicamente y China tiene un porcentaje similar. Con el aumento del desarrollo económico en estos países, la demanda de soluciones móviles efectivas será sustancial.

Agregue a esto la gran demanda de criptomonedas en muchas partes del mundo. No solo en Occidente la criptografía ha llegado a los titulares, sino también en Asia (especialmente en China, donde el entusiasmo por la minería y las ICO se ha afianzado a pesar de los esfuerzos del gobierno por frenar la actividad criptográfica).

Pero como cualquiera que usa criptos regularmente le dirá, esta no es la historia completa. La adopción completa del consumidor requeriría la satisfacción general con todos los aspectos de los pagos en criptomonedas. Eso permitiría que las criptomonedas constituyan una alternativa viable al efectivo.

Ciertamente existen obstáculos para que la criptósfera llegue al punto en que los usuarios convencionales la consideren como una alternativa viable al dinero fiduciario para las transacciones diarias.

Obstáculos al uso de la criptografía universal

Cualquiera que haya comprado y vendido criptos o las haya utilizado para hacer compras sabe que no carece de ineficiencias. Comprar, almacenar, transferir y gastar dinero digital puede ser una molestia. Si bien esto podría parecer insignificante para un adoptante inicial, es probable que sea una solución para aquellos con menos confianza en la plataforma.

Esta realidad está en marcado contraste con las transacciones financieras estándar. Considere cuán fácil es deslizar una tarjeta de crédito o débito en un registro, usar Google Pay o PayPal para solicitar algo en línea o retirar dinero en efectivo en un cajero automático. En la mayoría de los países, cualquier molestia con respecto al pago es una preocupación distante. Imagine el impacto que los no iniciados encontrarían al intentar usar criptomonedas por primera vez versus usar una tarjeta de crédito.

Primero, muchos comerciantes en línea no aceptan pagos cripto. En segundo lugar, a pesar de la proliferación de cajeros automáticos cripto (en particular Bitcoin), esta es una gota en el océano en comparación con la tasa de penetración de los cajeros regulares. En tercer lugar, las transacciones criptográficas generalmente incurren en tarifas y tiempos de espera, sin mencionar la necesidad de identificación en algunos casos.

Los principales desarrollos en el ecosistema de la criptomoneda, como la próxima bifurcación de Bitcoin, la lightning network de Bitcoin y la red Raiden de Ethereum, están configurados para tratar específicamente estos problemas. También hay proyectos destinados a hacer que la moneda digital sea más fácil para todos. Una de esas soluciones que buscan obtener una adopción generalizada es Bonpay. El equipo de Bonpay está lanzando lo que ellos esperan sea el primer sistema de pago orientado a las criptomonedas y las tarjetas para realmente obtener la aceptación general.

Criptopagos tradicionales

Bonpay ofrece tarjetas de usuarios que pueden aumentar la conveniencia de usar criptomonedas, que podría ser su punto de venta más importante. Las tarjetas almacenarán Bitcoin, Ethereum y Litecoin, y se utilizarán donde se acepten tarjetas de crédito o débito. Pueden ser tarjetas electrónicas en su teléfono o puede obtener una tarjeta de plástico Bonpay que funciona igual que una tarjeta de débito regular.

La tarjeta Bonpay tenía ofrecimientos similares antes, pero estaban cargados con problemas que hacían que las tarjetas fueran bastante ineficientes. El primer problema fue la confiabilidad, con muchas críticas al apoyo que ofrecieron.

El segundo problema fue con las altas tarifas que venían con ellas. Bonpay tiene como objetivo resolver ambos problemas ofreciendo tarifas más bajas o inexistentes en la mayoría de los casos. Registrar y abrir una cartera es gratis. La compañía también tiene grandes planes para su base de clientes, por lo que no es sorprendente que también prioricen el soporte ofrecido.

De hecho, la versatilidad parece ser un área en la que Bonpay espera resonar con el cliente. Los dólares estadounidenses y los euros se pueden cargar en las tarjetas, y los fondos en su cartera pueden mantenerse separados de los que están en la tarjeta. Bonpay también ofrece la posibilidad de comprar monedas digitales con PayPal, que en este momento es una molestia terrible en los intercambios de p2p.

Lo más importante, la solución de Bonpay ya está online. Esto recorrerá un largo camino con los usuarios y los inversores, ya que muchos proyectos criptográficos ofrecen planes ambiciosos sin llegar a cumplir. La solución de Bonpay ya está en funcionamiento.

Además, el sistema DLN que el equipo de Bonpay está configurado para lanzar podría llevar la plataforma al siguiente nivel de conveniencia. Según la compañía,

"DLN es un mecanismo flexible que utiliza los recursos disponibles de su red. Con su ayuda, los usuarios podrán intercambiar o comprar una moneda de su elección sin pensar en el mecanismo subyacente. Otro paso hacia el objetivo de usabilidad es el sistema de tarifas transparente. Esta característica se realizará mediante la implementación de DLN y permitirá a los usuarios escapar de los movimientos de intercambio rápidos, evitar las tarifas ocultas de conversión y ejecutar transferencias futuras razonablemente. Cualquier tarifa cobrada durante la transacción se pagará directamente a los participantes de DLN, con Bonpay cobrando ni un solo centavo".

Entonces, después de su implementación de DLN, la red de Bonpay solo aumentará su potencial tanto para usuarios cuanto para inversionistas.

Incremento de la conveniencia criptográfica

El token de Bonpay, BON, estará a la venta a partir del 24 de octubre, y la compañía ha estructurado la venta para que se cuiden los intereses de los inversores tanto a corto cuanto a largo plazo. El 85% se ofrece al público, con el primer 51% siendo vendido inicialmente y el 34% restante reservado para el desarrollo futuro.

El primer proyecto para convertirse en el rey de la criptografía definitivamente se ubicará en la encrucijada de una revolución monetaria digital en curso.