Sam Bankman-Fried (SBF), ex CEO del exchange de criptomonedas FTX, utilizó su influencia en la industria de las criptomonedas para inflar los precios de algunas monedas mediante una estrategia coordinada con la empresa hermana de FTX, Alameda Research, según afirmó una noticia del New York Times el 18 de enero.

Como forma de mantener la rentabilidad de FTX y de las empresas bajo su paraguas, Bankman-Fried supuestamente se puso en contacto con los desarrolladores que estaban detrás de los proyectos, insistiendo en que hicieran sus debuts comerciales en la plataforma de exchange. A continuación, la noticia afirmaba que Alameda Research compraría algunas de estas monedas recién listadas para aumentar su valor.

Después de atraer proyectos y utilizar su fondo de cobertura para apuntalar los precios, Bankman-Fried supuestamente se basó en su popularidad para publicitar los proyectos y persuadir a la comunidad de criptomonedas para que invirtiera en esas monedas, conocidas como "Samcoins". Como resultado de la estrategia, Alameda parecía estar en una posición más fuerte de lo que realmente estaba.

El periódico comparó la estrategia de Bankman-Fried con un esquema de "pump-and-dump" a gran escala. Una operación bursátil consiste en hacer subir del valor de las acciones por parte de personas con información privilegiada con el fin de atraer a los inversores minoristas. Luegos, éstos venden sus acciones y los demás inversores se quedan con acciones sin valor.

Los esquemas de pump-and-dump son ilegales, y son especialmente problemáticos cuando los estafadores utilizan declaraciones falsas o engañosas para atraer a los inversores a las acciones de mediana y pequeña capitalización.

Para los desarrolladores que lanzan una nueva moneda, la oferta de Bankman-Fried era una opción atractiva, pues podían beneficiarse del reconocimiento de FTX para publicitar sus tokens y llamar más la atención de los inversores potenciales. Entre las supuestas "Samcoins" se encontraban Serum, Maps, Oxygen, Bonfida y Solana (SOL).

Las fuentes entrevistadas por el NYT también señalaron que Bankman-Fried ofrecería a un grupo selecto de inversores la oportunidad de comprar en monedas a precios bajos, advirtiendo que una segunda oportunidad sólo estaría disponible a precios más elevados. Los interesados en la oferta se habrían apuntado a través de una hoja de cálculo interna.

El colapso de FTX comenzó el 2 de noviembre, luego de que varios balances filtrados de Alameda sugirieran que la empresa poseía una cantidad significativa de FTT (FTT), el token nativo de FTX, entre otras monedas con problemas de liquidez. La relación de Alameda con FTX, una gran empresa de trading que poseía una cantidad tan grande de un activo, suscitó dudas en la comunidad de criptomonedas y, en última instancia, provocó una corrida bancaria en el exchange.

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