Opinión de: Syed Hussain, fundador y CEO de SHIZA
Frente al flujo geopolítico y macroeconómico, la economía laboral tradicional se está erosionando más rápido de lo que los responsables políticos, los educadores o incluso los tecnólogos admitirán. Con los sistemas de IA superando ahora a la mayoría de los humanos en tareas que antes se consideraban seguras, escribir software, generar contenido de marketing, analizar datos e incluso proporcionar asesoramiento estratégico, la suposición central de que el tiempo y las habilidades pueden intercambiarse de forma fiable por dinero se está desmantelando en tiempo real.
Estamos presenciando el colapso de todo un modelo económico basado en el trabajo como mecanismo principal para la creación de valor.
Mientras los debates continúan sobre si la IA reemplazará los trabajos, la pregunta más relevante es quién es el propietario de la nueva infraestructura de creación de valor. Si la inteligencia se convierte en un recurso, entonces aquellos que posean y dirijan sus agentes de IA, en lugar de alquilar el acceso a modelos opacos y centralizados, darán forma a la próxima economía. Aquí es donde las criptomonedas entran en la ecuación, no como una herramienta financiera de nicho, sino como la infraestructura fundamental para poseer sistemas de IA en lugar de seguir dependiendo de los construidos y controlados por las grandes empresas tecnológicas (Big Tech).
Algunos comentaristas de la industria pueden discrepar con esta afirmación, manteniéndose firmes en su creencia de que la IA está mejor regulada centralmente para garantizar la seguridad o de que el caos financiero de las criptomonedas la descalifica para gestionar la IA. Otros pueden argumentar que las preocupaciones sobre el "fin del trabajo" son prematuras o alarmistas.
La ola de automatización que nadie vio venir
La tendencia es clara. La ola actual de automatización de IA no es como los cambios tecnológicos pasados. No está reemplazando lentamente a los trabajadores de fábrica; está absorbiendo rápidamente roles de cuello blanco que alguna vez definieron a la clase media.
La generación básica de contenido, el modelado financiero, la investigación legal, el desarrollo de software y el análisis académico ya están siendo delegados a agentes de IA. Y dominios más sofisticados, incluyendo la planificación estratégica, la enseñanza, la gestión de relaciones y el descubrimiento científico, probablemente serán alterados en un plazo de cinco años.
Colaboración y orquestación de IA
En la era indiscutible de la IA, las habilidades tradicionales están perdiendo valor rápidamente, y lo que importa ahora es el pensamiento sistémico, la capacidad de orquestar y poseer flujos de trabajo de IA. Esto significa construir agentes de IA personales entrenados con tu conocimiento único, dirigiéndolos para realizar tareas y asegurando que el valor que crean retorne a ti. El objetivo ya no puede ser competir con la IA, sino dirigirla, lo que requiere una infraestructura que soporte la autonomía y la propiedad.
Afortunadamente, la economía de la propiedad en evolución, basada en el control sobre las herramientas digitales, los datos y los flujos de valor, ofrece un camino viable hacia adelante. Específicamente, la blockchain permite esto a través del entrenamiento de modelos privados, la computación descentralizada, los incentivos tokenizados y los sistemas de identidad basados en billeteras.
La revolución de la economía de la propiedad
Considera plataformas donde los individuos crean agentes autónomos que operan como freelancers, negociando acuerdos, proporcionando soporte al cliente, realizando tareas de investigación o analizando tendencias financieras. Al mismo tiempo, el propietario humano obtiene un rendimiento de su actividad. En lugar de vender tu tiempo en plataformas de trabajo por encargo propiedad de corporaciones, los usuarios pueden desplegar agentes de IA que trabajen continuamente para ellos. Al mismo tiempo, recuperan su tiempo para un trabajo creativo o relacional de orden superior.
A medida que las billeteras evolucionan para soportar la coordinación basada en agentes y los incentivos de tokens cambian del capital en staking al entrenamiento y mantenimiento de agentes de IA, los componentes básicos de esta nueva economía se están estableciendo discretamente.
Por supuesto, este cambio vendrá acompañado de desafíos legales y regulatorios, especialmente a medida que los agentes autónomos comiencen a realizar transacciones, negociar y representar a los humanos en los mercados digitales. Y si bien persistirán las preguntas sobre responsabilidad, autoría y fiscalidad, la dirección es clara: el valor se acumulará para aquellos que posean la inteligencia que realiza el trabajo, no para aquellos que se aferran a formas de trabajo cada vez más obsoletas.
La aplicación más importante de la blockchain no serán los pagos o la custodia. Será la de permitir a los individuos poseer la inteligencia que, cada vez más, mediará todas las formas de actividad económica y creativa. La elección ya no es entre resistir o adoptar la IA, es entre poseer tu IA antes de que te posea a ti.
Opinión de: Syed Hussain, fundador y CEO de SHIZA
Este artículo es para fines informativos en general y no pretende ser ni debe ser tomado como asesoramiento legal o de inversión. Los puntos de vista, reflexiones y opiniones expresados aquí son exclusivamente del autor y no reflejan ni representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.