El criptoprestamista Genesis y su grupo de acreedores clave han acordado un proceso de mediación de 30 días en un intento por avanzar en un plan de reestructuración definitivo, aunque una empresa expresa su "frustración" por el ritmo de los avances.

El 30 de abril, Gemini tuiteó que Genesis, su empresa matriz Digital Currency Group (DCG), su Comité de Acreedores No Garantizados (UCC) y Gemini han acordado un proceso de mediación de 30 días en los tribunales el 28 de abril. 

Gemini dijo que su objetivo es "llegar a una resolución final lo antes posible" y que "apoyaba" la mediación. Gemini, sin embargo, añadió que había "expresado nuestra frustración" en relación con "el ritmo de progreso entre las partes y la necesidad de urgencia."

La mediación es para avanzar en una propuesta de plan de salida de la quiebra presentada en febrero que esperaba que los acreedores recuperaran el 80% de los fondos perdidos. El plan cuenta con el respaldo de DCG, pero UCC se opuso al acuerdo de reestructuración porque quería mejores condiciones.

La próxima comparecencia de Genesis ante el tribunal de quiebras está prevista para el 4 de mayo. Sean O'Neal, abogado de Genesis, declaró ante el tribunal el 30 de abril que espera celebrar dos sesiones de mediación antes del 8 de mayo, y que los términos definitivos del acuerdo se harán públicos tras el periodo de mediación.

Genesis y la UCC deberán elegir a un mediador. O'Neal dijo que se ha empezado a contactar con posibles mediadores y que se explicará el proceso al tribunal una vez que se haya seleccionado uno.

El 25 de abril, el DCG expresó su opinión al respecto cuando Genesis presentó su petición de mediación.

El conglomerado de criptomonedas dijo que el acuerdo "prolongaría el proceso judicial" debido a las renovadas demandas y agregó que era "difícil entender el razonamiento" de los acreedores de Genesis, ya que habían dado un "compromiso limitado" desde el plan propuesto en febrero.

Genesis acogió al capítulo 11 de la ley de quiebras en un tribunal de distrito de Nueva York en enero, estimando que sus pasivos se situaban entre USD 1,000 y 10,000 millones, y que sus activos estaban en el mismo rango.

El prestamista de criptomonedas fue una de las varias empresas afectadas por problemas de liquidez tras el colapso de FTX.

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