Opinión de: Joshua Sum, director de producto en Solayer Labs
Considera un único mercado financiero sin fronteras que opere las 24 horas del día, donde un agricultor de Nebraska pueda cubrir instantáneamente futuros de trigo. Al mismo tiempo, un fondo de pensiones en Tokio negocia acciones de Tesla sin problemas, todo sin permiso, intermediarios o restricciones geográficas.
Esto no es ciencia ficción.
Es el punto final lógico de la tecnología blockchain y la tokenización de activos, una visión que ha cautivado a todos, desde ejecutivos de JPMorgan hasta soñadores de Silicon Valley.
Sin embargo, esto sigue siendo un futuro lejano. No porque nos falten ideas, sino porque estamos tratando de construirlo sobre una base (la infraestructura de la blockchain actual) que fundamentalmente no está lista para su uso a esta escala.
La paradoja de la tokenización
La ironía es casi dolorosa. Hemos resuelto con éxito la parte difícil: Activos del mundo real (acciones, bonos, materias primas y bienes raíces) están siendo digitalizados a una velocidad vertiginosa.
Nadie quiere admitir que hemos creado certificados de acciones digitales para un mercado que opera a la velocidad de una máquina de fax con la integridad de un juego de dados en un callejón trasero.
Las blockchains de capa 1 actuales sufren tres fallas críticas que hacen imposible el trading de grado institucional.
Cuando la infraestructura se convierte en el cuello de botella
Primero, el límite de rendimiento. Estas redes simplemente no pueden manejar el volumen que exigen los mercados reales. Cuando el lanzamiento de un solo activo popular puede congestionar una blockchain entera durante horas, ¿cómo se supone que debemos procesar millones de transacciones diarias en miles de activos tokenizados? Los números simplemente no cuadran.
Segundo, la latencia. Los tiempos de bloque lentos y la finalidad incierta hacen que la eficiencia en el descubrimiento de precios sea casi imposible. ¿Trading de alta frecuencia? Una batalla cuesta arriba. Incluso el arbitraje básico se convierte en una apuesta arriesgada cuando no puedes garantizar la velocidad de ejecución. El resultado es un deslizamiento masivo y persistente que hace que los exchanges tradicionales parezcan coches de Fórmula 1 en comparación.
Quizás lo más perjudicial es la desigualdad de condiciones. El valor extraíble máximo (MEV) desenfrenado, el sofisticado front-running y los ataques sándwich que plagan las redes actuales, crean precisamente el tipo de manipulación de mercado que hace que los inversores institucionales salgan corriendo. Cuando los bots sofisticados pueden extraer valor sistemáticamente de cada operación a través de un ordenamiento de transacciones opaco, ya no es un mercado justo, y el juego ya está amañado.
El costo real de los compromisos técnicos
Lo que está en juego no podría ser mayor. Para las instituciones, esta infraestructura representa un perfil de riesgo inaceptable. La posibilidad de que una operación importante falle a mitad de ejecución o sea víctima de front-running por parte de depredadores algorítmicos simplemente no se alinea con los parámetros de riesgo estándar de la industria. No desplegarán capital serio en sistemas que no puedan garantizar la integridad fundamental de la ejecución.
Mientras tanto, la ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente. Las finanzas tradicionales están despertando al potencial de la tokenización, pero también están presenciando las limitaciones actuales de la blockchain en tiempo real. Cada operación fallida, cada transacción con front-running y cada evento de congestión de red refuerza su escepticismo sobre la promesa del enfoque descentralizado.
Construyendo la base que las finanzas merecen
Para hacer realidad el sueño de un exchange global 24/7, necesitamos un cambio de paradigma. Necesitamos construir sobre el progreso de redes de alto rendimiento como Solana, que demostró que el rendimiento escalable de la capa base es alcanzable, al mismo tiempo que reconocemos que las demandas extremas de las finanzas globales requieren una nueva clase de infraestructura especializada. Las optimizaciones incrementales no son suficientes. Lo que necesitamos es un salto cualitativo en escalabilidad.
Los requisitos son claros, aunque las soluciones no son triviales. El rendimiento debe ser un requisito previo, no una aspiración. Estamos hablando de redes capaces de procesar más de 100.000 transacciones por segundo con una finalidad de menos de un segundo como punto de partida, no como un objetivo lejano a alcanzar mediante soluciones provisionales.
La equidad debe ser diseñada a nivel de protocolo. El ordenamiento de las transacciones debe ser genuinamente por orden de llegada, eliminando la oportunidad para el MEV malicioso que convierte cada operación en una víctima potencial de la depredación algorítmica. Dejando la ética a un lado, esto crea el entorno de ejecución predecible que exige el capital serio.
Quizás lo más crítico es que necesitamos una composabilidad perfecta que haga que todo el ecosistema se sienta como un mercado unificado. Los activos y la liquidez deben moverse atómicamente a través de diferentes entornos de ejecución sin la fricción que actualmente fragmenta los mercados.
La arquitectura técnica, incluyendo nuevas capas de ejecución nativamente compatibles con ecosistemas como la Solana Virtual Machine, ya existe para resolver estos problemas. Esto permite la especialización sin fragmentar la liquidez o el impulso de los desarrolladores.
Las soluciones incrementales no serán suficientes cuando intentas reconstruir las finanzas globales. El enfoque actual de superponer soluciones sobre cimientos inadecuados es como instalar franjas de carreras a un caballo y esperar que compita en Daytona.
El sueño de un exchange global 24/7 no está fracasando por falta de ambición. El problema no es la visión; es la base.
La oportunidad de billones de dólares de los activos tokenizados es real, y está esperando. Exige una infraestructura diseñada desde cero para cumplir con la escala, la velocidad y la integridad que requieren las finanzas globales. La pregunta no es si este futuro llegará.
Es si la industria de la blockchain construirá el motor que realmente se merece o verá cómo las finanzas tradicionales lo construyen en su lugar.
Opinión de: Joshua Sum, director de producto en Solayer Labs
Este artículo tiene fines de información general y no pretende ser ni debe tomarse como asesoramiento legal o de inversión. Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son únicamente los del autor y no reflejan ni representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.