El mundo de las inversiones es un campo de batalla constante, y en medio de la volatilidad y la incertidumbre, siempre buscamos ese refugio seguro, esa especie de "chaleco antibalas" para nuestro capital. Durante años, el oro ha sido el rey indiscutible de las coberturas. Pero con la irrupción de Bitcoin, muchos se preguntaron si teníamos un nuevo contendiente, una versión digital del oro. Pues bien, Goldman Sachs ha hablado, y su mensaje es claro: el oro sigue siendo el campeón.

Daan Struyven, un peso pesado en el análisis de commodities de Goldman Sachs, nos ha dado su veredicto. Y, aunque no desprecia por completo a Bitcoin, su argumento central es contundente: el oro es un activo de cobertura superior, y esto se debe, principalmente, a la alta volatilidad de Bitcoin y a su incómoda correlación con el mercado de valores.

Bitcoin: ¿Un refugio con alas de mariposa?

Vamos por partes. Struyven reconoce que Bitcoin, con su oferta limitada y su naturaleza "digital escasa", podría parecer un buen candidato para protegerse de la inflación, algo similar a lo que siempre ha hecho el oro. Es lógico pensarlo: si hay pocos Bitcoins y la gente quiere más, su valor debería subir, ¿verdad? Y, de hecho, Bitcoin nos ha sorprendido a todos con rendimientos estratosféricos en los últimos años. Es innegable el "rally" que ha protagonizado.

Pero aquí es donde Goldman Sachs levanta la bandera roja. Para Struyven, el problema de Bitcoin es su "alta volatilidad y vulnerabilidad a caídas de precios". Imaginen que están buscando un paraguas para un día de lluvia torrencial. Bitcoin podría ser un paraguas que, de repente, se vuela con el viento y los deja empapados. Sí, les dio grandes alegrías en días soleados, pero ¿qué pasa cuando la tormenta arrecia? Su precio puede desplomarse tan rápido como subió. Y eso, para un activo que se supone que te protege, es un punto débil fundamental.

El abrazo peligroso con las acciones tecnológicas

Pero la volatilidad no es el único factor en la balanza. Otro argumento crucial de Goldman Sachs es la correlación de Bitcoin con el mercado de valores, especialmente con las acciones tecnológicas de Estados Unidos. Struyven lo explica con una claridad meridiana: tanto Bitcoin como las acciones (particularmente las tecnológicas) son activos que tienden a subir cuando el "apetito por el riesgo" en los mercados es alto. Cuando los inversores se sienten optimistas y están dispuestos a tomar más riesgos, invierten en ambos.

El problema surge cuando ese apetito por el riesgo se esfuma y los mercados tradicionales, especialmente las acciones, empiezan a caer. Si Bitcoin está muy correlacionado con ellas, ¿qué creen que pasará? Exacto, es muy probable que Bitcoin también caiga. En un escenario de "risk-off", donde los inversores buscan seguridad y venden activos de riesgo, Bitcoin no cumpliría su función de cobertura. Más bien, amplificaría las pérdidas de una cartera que ya está sufriendo por la caída de las acciones.

El oro: el chaleco antibalas probado y comprobado

Aquí es donde el oro vuelve a brillar con luz propia, según Goldman Sachs. Históricamente, el oro ha funcionado como un "seguro" contra las caídas del mercado de valores. Cuando las acciones se desploman, los inversores suelen correr hacia el oro, buscando su estabilidad y su capacidad para retener valor. Es el activo al que acuden cuando la confianza en el sistema financiero tradicional se tambalea o cuando hay alta inflación. Su correlación con las acciones suele ser baja o incluso inversa, lo que lo convierte en un verdadero diversificador y protector de carteras.

Struyven incluso se atreve a ponerle número al futuro del oro, pronosticando que su precio podría alcanzar los USD 4.000 por onza a mediados de 2026. Para contextualizar, en el momento de la publicación del artículo, el oro rondaba los USD 3.310 la onza. Esto muestra la confianza de Goldman Sachs en el recorrido alcista del metal precioso.

El veredicto de Wall Street

En resumen, el mensaje de Goldman Sachs, a través de Daan Struyven, no es un ataque frontal a Bitcoin. Reconocen su innovación y su potencial. Sin embargo, cuando se trata de su función como activo de cobertura —es decir, algo que te protege cuando el resto de tu inversión va mal—, la balanza se inclina claramente hacia el oro.

La razón es simple: la volatilidad inherente de Bitcoin y su tendencia a moverse de la mano con las acciones lo hacen menos efectivo para proteger una cartera en los momentos de mayor necesidad. El oro, por su parte, mantiene su estatus como un refugio más probado, confiable y que ha demostrado su valía a lo largo de la historia en tiempos de incertidumbre económica o de caídas bruscas en los mercados tradicionales.

Así que, mientras el debate entre el oro y Bitcoin seguirá encendido, al menos por ahora, el gigante de Wall Street ha dictado su sentencia: si buscas un verdadero seguro para tu cartera, el oro sigue siendo el campeón indiscutible.

Sin embargo, esta constante comparación entre Bitcoin y el oro, que algunos insisten en presentar como iguales y otros como radicalmente distintos, a menudo se convierte en una pérdida de tiempo. ¿Es Bitcoin mejor? ¿Es el oro superior? La verdad es que la respuesta no es un simple sí o no. Lo más sensato, como inversores, es sopesar cada activo por sus propios méritos. Cada uno tiene sus pros y contras únicos, sus riesgos y oportunidades inherentes, y su propio lugar potencial dentro de una estrategia de inversión diversificada. Entenderlos individualmente, en lugar de forzarlos a una competencia directa, es el camino más inteligente.

Un análisis sosegado revela que las divergencias entre el oro y Bitcoin persisten en el ámbito de la inversión. Si bien el metal precioso exhibe una trayectoria consolidada como activo refugio, la criptomoneda presenta características distintas, incluyendo una elevada volatilidad y una correlación notoria con los mercados de valores. Cada uno posee atributos únicos, ofreciendo diferentes perspectivas a los inversores. La evaluación objetiva de sus riesgos y potenciales es fundamental para configurar estrategias financieras prudentes. La utilidad de un activo como cobertura depende de su respuesta ante variaciones económicas.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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