El coronavirus ha golpeado durísimo a España. Los contagios han sido muchos, así como los muertos. Claro que los españoles sí han hecho su parte. No podemos decir que no se está haciendo un gran esfuerzo para frenar el virus. De hecho, el confinamiento español ha sido uno de los más severos. Últimamente las medidas de la cuarentena se han estado relajando por fases, debido a los logros en la contención del virus. Sin embargo, los datos sobre el daño económico son aterradores. La economía española está muy mal. La Comisión Europea prevé un desplome del 9,4% del PIB español para este año. Y podría ser mayor en caso de un rebrote. La recuperación será muy difícil, pero inevitable. España se salva de esto. Pero, ¿cuál será el costo? ¿Es la economía digital una alternativa para los españoles en estos momentos? ¿Qué pasará con Bitcoin en España?
Lamentablemente, al parecer, la peor parte en toda esta historia de la pandemia del 2020 se la llevara España e Italia. Ambos países serán los más afectados. En materia de salud, claro. Pero aquí me estoy refiriendo específicamente al ámbito económico. Según los cálculos de la Comisión Europea en Bruselas, el PIB de la zona europea retrocederá este año en un 7,7%. Un número significativo, pero no en todos los países será igual. Unos saldrán más afectados que otros. Italia (9,5%) y España (9,4%) estarán a la cabeza de la caída en Europa.
Y eso no solo se lo debemos al número de contagios o a la severidad de las medidas de confinamiento. La configuración de esas economías es también responsable. En estos países, el porcentaje de trabajadores temporales y autónomos es muy alto. Así como la dependencia de ambos países en el turismo, la hotelería y el transporte. Y, bueno, bien sabemos que estos sectores han sido devastados por el confinamiento.
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Esto conlleva a la destrucción del empleo. Bruselas augura que la cifra de desempleo en España será la segunda más elevada en Europa, después de Grecia, con un alarmante 18,9%. Claro que es posible ver una leve mejoría para final de año, pero francamente que no será gran cosa. La ventaja para los españoles es que el Gobierno ha prometido ayudar con sus programas del desempleo que siempre ayudan en algo. No es mucho, pero puede aliviar un poco la carga de las personas en situación de paro.
El costo de todo eso será un gran déficit. España en muchos sentidos depende de Bruselas en materia económica. No cuenta con la flexibilidad de otros países que controlan su propia moneda. La moneda de curso legal en España es el euro y el euro es asunto del Banco Central Europeo. Ahí España es una voz entre muchas. Este sistema es muy útil, porque obliga, sobre todo en tiempos de bonanza, a la disciplina. Sin embargo, en tiempos de crisis, puede ser una pesadilla. Es como tener nuestra casa en llamas y tener que solicitar una reunión con todo el vecindario para discutir la posibilidad de poder usar la manguera del agua o no.
No es un secreto para nadie que la Unión Europea tiene problemas internos. La organización tal vez creció demasiado rápido en tamaño y complejidad. Es decir, se casaron enamorados y asumieron demasiados compromisos teniendo únicamente un par de citas. Claro, ahora pesa la burocracia de la vida. Pero me atrevo a decir que en Europa es la diferencia de caracteres lo que pesa más. En otras palabras, los diferentes temperamentos entre el Norte y el Sur. Sí, los fríos y metódicos europeos del norte, por un lado. Y los cálidos y alegres europeos del sur, por el otro. De algún modo u otro, unos alcanzan siempre la prosperidad económica mientras que los otros siempre caen en el pozo.
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Estas diferencias entre los dos temperamentos son una fuente de tensión constante. Sobre todo, en tiempos de crisis. Sin embargo, eso es lo que menos necesitamos ahora. En este momento, necesitamos soluciones paneuropeas. Más concretamente. Se necesitan colosales inyecciones de capital. Los planes de rescate, aunque un tabú para algunos, son necesarios. Entonces, podríamos estar ante un cuadro muy interesante. La crisis en sí podría ser sumamente profunda, pero la recuperación podría ser asombrosa. Si ponemos esto en una gráfica, veríamos una U.
Ahora bien, ¿qué significa esto para el sector Fintech y Blockchain en España? Bueno, es cierto que estos sectores no han sufrido tanto durante el confinamiento como, por ejemplo, el sector turismo, porque todo es básicamente digital ya y el teletrabajo es posible. Sin embargo, no podemos caer en el autoengaño. La crisis económica golpeará al sector. No es lo mismo, jamás ni nunca, construir una compañía emergente durante una crisis que durante un periodo de prosperidad. Hay excepciones. Pero, en términos generales, las crisis es un freno para el crecimiento.
¿Podemos avanzar con un freno? Sí, pero no con la misma velocidad. Es cierto que el precio de Bitcoin puede subir más. Es cierto que una compañía puede estar registrando números muy buenos. Pero sería muy iluso de nuestra parte pensar que es lo mismo para el sector tener millones de desempleados en la calle que no tener ninguno.
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Lo interesante para el sector es el proceso que nos llevará a una recuperación. Los mercados han caído, pero los planes de desconfinamiento han impulsado los precios hacia arriba. La economía está en muy mal estado, pero las inyecciones de capital pondrán muchísimo dinero en la calle y eso abrirá el camino para muchas cosas. Es cierto, la crisis puede durar 2 años o más. Pero no será una caída libre. Tendré sus valles y colinas. La impresión de dinero sin precedentes que está tomando lugar, una medida tan criticada por muchos cripto entusiastas, irónicamente, hará maravillas para el ecosistema. Ahora el precio de Bitcoin puede llegar a la luna sin problemas, porque hay la liquidez suficiente para lograrlo.
Entonces, no todo es malo. El escenario de una crisis en forma de U nos presenta con muchos desafíos, pero al mismo tiempo, nos muestra grandes oportunidades.
No hay que ser un experto en España para saber que el país saldrá de esta. Claro que no será fácil. Vienen tiempos muy duros. De eso no hay dudas. Sin embargo, no hay mal que dure cien años. Durante las crisis, también surgen muchas oportunidades. La economía digital, Fintech, Bitcoin, y Blockchain en España saldrán fortalecidos después de esta prueba de fuego. Nadie está diciendo que será fácil. Hoy es tiempo de comerse algunas frutas verdes, pero tarde o temprano toda esto pasará. Vendrá la recuperación. Ahí comeremos de las frutas maduras.