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Cómo Wall Street usa Ethereum sin hablar de Ethereum

Ethereum potencia cada vez más el dinero tokenizado, las liquidaciones más rápidas y la infraestructura regulada onchain, incluso cuando las instituciones evitan nombrarlo directamente.

Cómo Wall Street usa Ethereum sin hablar de Ethereum
Criptoguía básica

Conclusiones clave

  • La adopción de Ethereum por parte de Wall Street está estrechamente ligada a su capacidad de automatizar la liquidación a través de contratos inteligentes, reduciendo la dependencia de procesos de conciliación manuales y lentos.

  • Las stablecoins y los dólares tokenizados sirven ahora como principal punto de entrada para los bancos, lo que permite que las transferencias reguladas en dólares estadounidenses se muevan continuamente por las vías basadas en Ethereum.

  • Las instituciones financieras suelen evitar mencionar directamente a Ethereum, y en su lugar lo describen como una infraestructura de cadena de bloques neutral que respalda los sistemas financieros que cumplen con la normativa.

  • Los fondos tokenizados y los activos del mundo real utilizan Ethereum como capa de distribución y administración, mientras que las inversiones subyacentes siguen siendo productos financieros tradicionales.

Durante años, el mundo financiero consideró a Ethereum principalmente como un campo de juego para el arte digital y los activos digitales. Sin embargo, en 2025 se hizo evidente un cambio gradual. Wall Street había dejado en gran medida de tratar la red como un proyecto "cripto" y había comenzado a utilizarla como una utilidad fundamental.

A finales de 2025, Ethereum procesaba más de USD 5 billones en volumen de transacciones trimestrales, una cifra comparable en escala a los procesadores de pagos tradicionales. Las principales instituciones están migrando ahora su valor a esta vía digital, a menudo sin mencionar siquiera la palabra "criptomoneda", lo que convierte a Ethereum en una capa de liquidación cada vez más utilizada en contextos institucionales específicos.

Este artículo examina cómo las principales instituciones financieras del mundo están adoptando discretamente la infraestructura descentralizada de Ethereum.

Ethereum como infraestructura financiera, no como criptoactivo

Para el observador medio, Ethereum es una "moneda" con la que se puede comerciar. Sin embargo, para Wall Street se ha convertido en algo mucho más práctico: una tubería financiera de alta tecnología. En agosto de 2025, el CEO de VanEck, Jan van Eck, calificó a Ethereum como el "token de Wall Street", destacando que la arquitectura subyacente de la red, la Máquina Virtual Ethereum (EVM), se está convirtiendo en un estándar global para la liquidación entre bancos.

A diferencia de los sistemas heredados que requieren una conciliación manual, Ethereum funciona como una «fuente única de verdad», en la que las transacciones son verificadas por una red global de nodos en lugar de por una cámara de compensación central.

En lugar de depender de rutas que pueden tardar días en liquidar las operaciones, las instituciones están utilizando los contratos inteligentes de Ethereum para automatizar gran parte del trabajo manual que realizan las operaciones de intermediación.

Este cambio permite la liquidación T+0, lo que significa que las transacciones se liquidan al instante. Anteriormente, una operación se liquidaba en T+2, ya que los bancos intercambiaban mensajes para verificar los fondos y las posiciones. En Ethereum, la transferencia de activos y el pago se producen en el mismo momento.

En este contexto, Ethereum funciona como una infraestructura fundamental que permite al sistema financiero tradicional operar más rápido, a un menor coste y con menos errores. Dado que Ethereum es independiente del valor, sirve como una plataforma neutral en la que se pueden codificar y ejecutar acuerdos financieros sin intervención humana.

Las stablecoins y la tokenización como punto de entrada

La adopción de la infraestructura de Ethereum por parte de Wall Street también se refleja en el rápido crecimiento de los "dólares tokenizados". Tras la aprobación de la Ley GENIUS en julio de 2025, una ley histórica en Estados Unidos que estableció un marco claro para las stablecoins, la capitalización bursátil total de estos activos ascendió a USD 300.000 millones. Para los bancos, las stablecoins de Ethereum representan versiones digitales del dólar estadounidense que pueden moverse las 24 horas del día, evitando el riesgo de liquidación asociado a los horarios bancarios tradicionales y los cierres de fin de semana.

Los gigantes tradicionales de los pagos, como Visa y Mastercard, han integrado API de liquidación de stablecoins para admitir pagos globales en la red. Estas empresas no interactúan con el lado especulativo de las criptomonedas. En cambio, utilizan stablecoins basadas en Ethereum para liquidar transacciones entre comerciantes y bancos casi en tiempo real.

A medida que los bancos se adaptan a la demanda de los clientes de transferencias transfronterizas más rápidas, la red Ethereum proporciona la infraestructura segura necesaria para mover estos dólares digitales regulados.

¿Sabías que...? La Ley GENIUS, promulgada el 18 de julio de 2025, se convirtió en el primer marco federal que autoriza formalmente a los bancos estadounidenses a emitir stablecoins a través de filiales. Este cambio reposicionó a Ethereum, que pasó de ser una zona gris regulatoria a una capa de infraestructura que cumple con la legislación para el dólar estadounidense.

Fondos tokenizados y activos del mundo real

La evolución de Ethereum ha ido más allá de los pagos y ha llegado a la tokenización de vehículos de inversión más complejos. En diciembre de 2025, JPMorgan fue noticia al lanzar su primer fondo del mercado monetario en la cadena de bloques pública Ethereum. El fondo, que cotiza con el ticker MONY, permite a los inversores cualificados acceder a los rendimientos de los valores tradicionales del Tesoro de EE. UU., utilizando Ethereum como capa de distribución.

Al colocar un fondo como MONY en la cadena de bloques Ethereum, JPMorgan permitió la transferibilidad entre pares y la reinversión diaria de dividendos, algo que antes era difícil de lograr. Los inversores pueden suscribirse o rescatar utilizando efectivo o stablecoins a través de plataformas institucionales. En esta estructura, Ethereum no es la inversión en sí misma. Funciona como el envoltorio digital que aumenta la liquidez y la eficiencia operativa.

Este avance marca un punto de inflexión en el que los contratos inteligentes de Ethereum se encargan de gran parte de la carga operativa de la administración de fondos, lo que reduce significativamente los gastos generales. Al automatizar la distribución de rendimientos mediante código, Ethereum permite que estos fondos operen con un nivel de precisión y transparencia que las bases de datos tradicionales no pueden replicar fácilmente.

El silencio estratégico: Por qué Wall Street no nombra a Ethereum

Si examina los materiales de marketing de los bancos de primer nivel, verá términos como "liquidez onchain", "libros de contabilidad distribuidos" o "pagos programables", pero la tecnología subyacente es casi siempre Ethereum. Esta adopción "invisible" ayuda a explicar por qué las instituciones de Wall Street eligen con frecuencia Ethereum.

Un factor técnico clave es el efecto de red. Al igual que Internet se basa en protocolos estandarizados, el sistema financiero está convergiendo en torno a los estándares de programación de Ethereum. A finales de 2025, múltiples informes sugerían que los dólares tokenizados en la red estaban remodelando silenciosamente la forma en que el dinero se mueve entre las principales cámaras de compensación.

A medida que más activos, como bonos del Tesoro, bonos y bienes inmuebles, se tokenizan en Ethereum, la utilidad de la red se hace cada vez más evidente en los casos de uso institucional. Desde su lanzamiento en 2024, el fondo BUIDL de BlackRock se ha convertido en el mayor fondo del mercado monetario tokenizado del mundo, con más de USD 1.000 millones invertidos directamente en la cadena de bloques Ethereum para permitir la distribución de dividendos casi en tiempo real.

De manera similar, a finales de 2025, JPMorgan renombró su división de cadena de bloques como Kinexys, lo que facilitó un volumen medio diario de transacciones de más de USD 2.000 millones a través de vías compatibles con Ethereum.

Al confiar en la "neutralidad creíble" de Ethereum, estas empresas evitan las limitaciones de las cadenas de bloques privadas propietarias que carecen de interoperabilidad global. En su lugar, tratan a Ethereum como una capa de liquidación neutral y en gran medida invisible. Como resultado, la red ha comenzado a funcionar como un sistema operativo estandarizado para el capital global, independientemente de si la marca se reconoce explícitamente en las salas de juntas.

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