Según el Wall Street Journal, el mundo pronto podría tener una criptomoneda internacional en respuesta a Bitcoin. La historia surge como una respuesta a los recientes comentarios de Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), alentando a los bancos y gobiernos a no cambiar a corto plazo Bitcoin y otras criptomonedas.

Locura mundial de divisas digitales

La noticia no debe ser una sorpresa, después del reciente anuncio del gobierno de Dubai sobre su intención de emitir una criptomoneda estatal. Además, las noticias recientes indican que un gran número de bancos apoyan anónimamente monedas emitidas por el estado mientras continúa el bombo Blockchain.

¿Centralidad descentralizada?

La dificultad con una moneda digital global es el factor de centralización. Una parte importante del atractivo de las criptomonedas como Bitcoin es el protocolo descentralizado, creando un mercado verdaderamente libre donde el valor se basa puramente en el consenso sin una fijación de precios.

Una moneda digital globalizada, a la vez que proporciona seguridad descentralizada, requeriría que el FMI fijara y regulara los valores para administrar el flujo de dinero dentro y fuera de los diferentes países. Tal sistema sería contrario a los principios subyacentes detrás de Bitcoin.

Nueva moneda de reserva

El dólar como moneda de reserva para gran parte del volumen transaccional del mundo significa que algunas grandes economías globales pueden querer que una nueva moneda digital funcione como reserva. La moneda del FMI podría reemplazar al dólar en ese contexto, en caso de que sea ampliamente aceptada. En tal caso, el dólar y otras monedas nacionales estarían restringidas a los mercados locales.

Algunos partidarios de Bitcoin argumentarían que no hay necesidad de tal moneda del FMI, ya que Bitcoin ya existe, y sin los riesgos de centralización. El mayor obstáculo sería que Lagarde y otros economistas abracen y usen Bitcoin a nivel mundial, pero el jurado todavía está allí fuera.