Un informe publicado por The Economist pinta un futuro brillante para la adopción de las criptomonedas, ya que los encuestados prevén un aumento de la demanda en un futuro próximo.

Economist Impact ha publicado los resultados de su "Informe sobre la digitalización", en el que profundiza en la confianza de los consumidores en los pagos digitales y en los obstáculos que han impedido la digitalización de las funciones monetarias básicas. Los datos obtenidos dan pie a la reflexión y a la perspectiva, ya que se comparan las tendencias de anteriores encuestas sobre el tema realizadas en 2020 y 2021.

La información se obtuvo a partir de una encuesta realizada a 3,000 consumidores a principios de 2022, la mitad de los cuales vivían en economías desarrolladas como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Corea del Sur, Australia y Singapur. La otra mitad eran encuestados procedentes de países en desarrollo, como Brasil, Turquía, Vietnam, Sudáfrica y Filipinas.

Alrededor del 75% de los participantes tenían estudios superiores y habían utilizado diversos métodos de pago digitales para abonar bienes o servicios. En la última parte de la encuesta participaron 150 inversores institucionales y gestores de tesorería de empresas, lo que permitió conocer la actitud del sistema financiero convencional en general sobre el tema.

Una de las principales conclusiones fue la opinión predominante de los inversores, que coincidieron en que las criptomonedas de código abierto, como Bitcoin (BTC) o Ether (ETH), son útiles como diversificador en una cartera o cuenta de tesorería.

El 85 por ciento de los encuestados sostuvo esta opinión, mientras que nueve de cada diez inversores institucionales y encuestados de tesorería corporativa indicaron que la demanda de todas las criptomonedas, incluidas las CBDC y las blockchains empresariales, ha aumentado en los últimos tres años.

El informe indicaba que el auge de Web3 y de diferentes proyectos relacionados con el metaverso puede aumentar esta demanda. El 74% de los encuestados también coincidieron en que los tokens no fungibles (NFT) son una clase de activos emergentes que las organizaciones planean adquirir y comercializar.

Las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) fueron otro punto de atención notable, con un número creciente de consumidores que esperan que sus respectivos gobiernos o bancos centrales lancen un sistema CDBC en funcionamiento para 2025. El 65% de los ejecutivos que participaron en la encuesta creen que es probable que las CBDC sustituyan a las monedas fiduciarias físicas en sus países de actuación.

La regulación se identificó como el principal obstáculo que impide a los inversores institucionales o a las tesorerías de las empresas utilizar las criptodivisas. El 35 por ciento de los encuestados citó la confianza del mercado o la comprensión del espacio como un obstáculo - un marcado descenso en la percepción desde el 47 por ciento del estudio de 2021.

Esto se hizo eco de las opiniones de la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, que desgranó sus comentarios sobre la política y la regulación de los activos digitales en mayo de 2022. Señaló las barreras que limitan el acceso a las criptomonedas, entre las que se encuentran la educación financiera y los recursos tecnológicos.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión

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