En la actualidad, hay una gran variedad de formas de pago. Podemos pagar en efectivo, tarjetas de crédito y débito, transferencias bancarias y pagos móviles. Además, hay muchas aplicaciones y servicios que permiten a las personas enviar y recibir dinero en línea. En este campo, se ha impuesto la pluralidad. Las tiendas, por lo general, buscan aceptar la mayor cantidad de opciones para poder captar, debido a esa flexibilidad, más clientela. ¿Es Bitcoin, en particular, una forma de pago superior?

Sin ningún tipo de vacilación, los más fanáticos dirían que sí. Las tiendas, de pronto, dirían que se trata de una forma aceptable, pero bajo algunas consideraciones. En primer lugar, la unidad de cuenta sigue siendo el dinero fiat. Y, por lo general, una vez recibido el pago, el cambio a fiat normalmente se hace de manera inmediata. Entonces, en el fondo, se trata de una adopción bastante superficial.

En segundo lugar, las tiendas, en muchos casos, en vez de aceptar BTC, lo que en realidad aceptan es una plataforma en específico. Un ejemplo basado en la experiencia propia. ¿El país? Venezuela. Muchos locales en Venezuela anuncian a los cuatro vientos que aceptan BTC entre las opciones de pago. De hecho, con frecuencia, colocan el logotipo BTC en la puerta. Sin embargo, en el momento de pagar, hay un giro. Resulta ser que, en la gran mayoría de los casos, lo que en realidad se está aceptando es pagos en una stablecoin a través de Binance. No podemos negar que esta forma de pago es sumamente conveniente. Pero sería muy lejos decir que se trata de una victoria para Bitcoin como forma de pago.  

Para el comerciante, la volatilidad de Bitcoin ha sido siempre un gran inconveniente. Adicionalmente, unas direcciones tan largas y complicadas, el tiempo de confirmación y las comisiones se presentan como obstáculos bastante hostiles para el usuario promedio. En contraste, realizar pagos con Binance Pay es un paseo por el parque. Tu correo electrónico es tu dirección. La transacción es instantánea. Y la comisión es muy baja o nula. La victoria en este caso es más Binance que de Bitcoin. ¿O no?

Hablemos de otro nicho. Hablemos del mercado P2P. En países con muchas restricciones cambiarias, el mercado P2P Bitcoin se ha utilizado como aliado de mercado paralelo de divisas. Aquí Bitcoin funciona como un puente para el cambio de dólares. Es decir, el comerciante, al no tener acceso a divisas extranjeras por la vía oficial, compra BTC en el mercado P2P. Luego, vende estos BTC en otro país y, de esta forma, obtiene las divisas que necesita. Bitcoin también ha perdido muchos espacios en este rubro debido al auge de las stablecoins. Ahora te vas a Binance P2P y puedes hacer con stablecoins lo que antes únicamente se podía hacer con BTC.

Podemos hablar de otro nicho. Hablamos ahora de la gig economy. Muchas empresas, debido a la conveniencia, compensan a sus trabajadores internacionales con BTC. O sea, empresa X adquiere los servicios profesionales de persona Y en país Z. Entonces, en vez de realizar los pagos mediante el sistema bancario tradicional, es mucho más sencillo hacerlo con criptomonedas. Aquí también se está viendo un viraje de BTC hacia las stablecoins. Muchas empresas, que antes utilizaban BTC, han preferido realizar pagos en una stablecoin para evitar complicaciones.

¿Cuáles complicaciones? Pensemos por un momento que un trabajador debe recibir un determinado monto por sus servicios. La empresa envía el pago en BTC. Pero el pago dura 30 minutos en llegar a su destino. En 30 minutos, el precio de Bitcoin se desploma un 10%. Y, luego, al momento de hacer el cambio a fiat, entre comisiones y tasa cambiaria, se pierde un 5% más. Bueno, no hay que ser un genio para saber que el trabajador no estará muy contento con la pérdida. Al realizar esos mismos pagos con una stablecoin, la empresa se libera de muchos problemas.

Ahora bien, pensemos en Bitcoin como forma de pago. ¿Qué tan relevante es en estos momentos? Para el usuario, las stablecoins se presentan como una solución bastante conveniente para muchos de los problemas planteados originalmente por los promotores tempranos de Bitcoin. Sin lugar a dudas, un stablecoin es una forma de pago sumamente práctica. En cierta forma, es lo mejor de los dos mundos.

No es ninguna sorpresa, por supuesto, que el bitcoiner idiosincrático no quede muy convencido con todas estas justificaciones prácticas. De inmediato, comienza a hablar de la descentralización, de la privacidad, de la escasez de suministro, de la autocustodia y de todos los males relacionados al dinero fiat. Todos argumentos muy válidos. Pero, lamentablemente, todas estas justificaciones, tan importantes y sentidas para una minoría, no son tan importantes para la gran mayoría de los mortales. La mayoría de los mortales lo que quiere es una forma practica de pago y ya. Si surge una solución más práctica, adoptan la nueva solución sin mucho sentimentalismo. Así de sencillo.

Para el bitcoiner idiosincrático, Bitcoin es sumamente relevante en nuestra vida diaria, porque BTC es el arca de salvación en su revolución libertaria. En este caso, estamos hablando de instaurar una utopía libertaria. Esa gente se encuentra en una cruzada ideológica por un mundo mejor. ¿Acaso no es relevante la salvación de la humanidad? ¿Acaso no es relevante implementar el “dinero de futuro”?

Mis respetos para estos guerreros. Sin embargo, esta comunidad es más diversa de lo que se cree. Y para nadie es un secreto que la gran mayoría de los usuarios de Bitcoin están en esto por razones más prosaicas. De hecho, hay muchos usuarios por conveniencia.

Muchísima gente compra BTC por especulación. Ellos compran BTC, porque piensan que el precio va a subir. Y quieren aprovechar los vaivenes del precio para obtener una ganancia. En este sentido, Bitcoin es más un activo especulativo que una forma de pago. El inversor compra BTC con esa intención. Compra hoy con la intención de vender mañana a un mejor precio. Por ende, un activo con tanto potencial especulativo como Bitcoin no es una forma de pago muy atractiva, porque hay mucho incentivo para acumularlo. Es mucho mejor guardar BTC y pagar con fiat. 

Lo más sensato sería sacar a Bitcoin de nuestra vida cotidiana y guardarlo para que el tiempo haga su magia. Sería, en este sentido, como el oro. Pero se requiere que reinventemos la narrativa original en torno a Bitcoin. Debemos actualizarnos. No es fácil, porque las personas se apegan a las ideas con demasiada frecuencia. O sea, los dogmas no se abandonan así de fácil. Sin embargo, todo cambia. La gente cambia. Las cosas cambian. Los usos cambian. Entonces, nuestra manera de interpretar a Bitcoin también puede cambiar.

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