El mundo cambió su rostro sanitario y comercial, una pandemia que considerábamos lejana y que creímos que sólo era parte de las películas de ciencia ficción o de acontecimientos del pasado, ahora nos ha puesto en muchas dificultades de toda índole. Una marcada indiferencia a la gran ola de contagios, que se avecinaba era el preámbulo de la catástrofe, económica y de salud de la cual aún desconocemos los alcances que tendrán.

Este acontecimiento es similar a otras pandemias como la H1N1 de 2009, el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés) o el Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS) en 2015; no obstante, a diferencia de las anteriores, aún no tenemos una cura y sólo sabemos que está creciendo exponencialmente en diferentes países. Al momento de escribir esta nota, la Organización Mundial de la Salud ya contaba con el registro de al menos, 23 mil muertes y Estados Unidos se convirtió en el país con más contagiados. A nivel mundial, muchos países han manifestado diferentes posturas y acciones para atacar al virus que, originalmente, comenzó en China. En países como Italia o Argentina es imposible salir por decreto a diferencia de México, donde el aislamiento sólo ha sido una sugerencia. Es claro que existen al menos 5 recomendaciones básicas tales como: el distanciamiento entre personas, el lavado constante de manos o evitar tocarse la casa; sin embargo, la más importante ha sido permanecer en casa y cumplir una cuarentena en aislamiento total. Por otro lado, dentro del sector económico, también existe angustia por considerar este evento como el mayor rescate diferentes industrias se han sumado a esta solución, cerrando sus establecimientos y enviando a sus empleados a casa. No conformes con lo anterior, tenemos también la pelea entre Rusia y Arabia Saudita por el control del precio del petróleo y el estallido de las compraventas y saturaciones de ofertas en el mercado que desestabilizaron el panorama del mercado mundial de hidrocarburos y sus derivados creando una situación de incertidumbre en todos los niveles que llevaron al desplome de los precios del dólar, euro y otras divisas.

Si pensamos en la innovación como un valor agregado para mejorar la humanidad, todos los que apelamos por el uso de blockchain en teoría, tendríamos que estar realizando una revisión sobre cómo nos podría ser de utilidad ante esta contingencia; sin embargo, hasta ahora las soluciones blockchain real, de impacto y acotada a problemas urgentes para que son mínimas. En el contexto del COVID-19 o Coronavirus, la información ha migrado a estructuras masivas, específicamente las redes sociales; asimismo, uno de los principales problemas ha sido la falta de pruebas. Por ejemplo, muchos Institutos de salud solicitaron la aplicación de 2 pruebas para descartar o no el contagio de la enfermedad en una persona. En México, la institución sanitaria solicitó, hasta hace unas semanas, realizar dos pruebas a cada persona para que se pudiese confirmar un caso positivo de COVID-19, eso conllevó a la identificación de insuficiencia de pruebas. El problema de lo anteriormente expuesto converge en una falta de control y seguimiento sobre la aplicación de pruebas en los casos sospechosos o personas susceptibles y la pregunta es, con todo el conocimiento que tenemos ahora sobre la tecnología, ¿podría ser blockchain una solución?

Acciones con blockchain para contener la crisis

Uno de los principales inconvenientes en materia de salud, es que las entidades como hospitales, instituciones de gobierno y asociaciones, puedan compartir información de manera sencilla pero que sea verídica y segura; es decir, se requiere una solución que permita contar con un mapeo adecuado e integral para contener la crisis. En México por ejemplo, la desorganización de información en el sector salud parece grave; por ejemplo, no se cuenta con la infraestructura básica para atender casos de pacientes con diversas enfermedad crónicas como el cáncer; ni siquiera existen las herramientas tecnológicas efectivas y procedimientos para que toda la plantilla de usuarios que contaban con un servicio de salud público, pudiesen migrar al nuevo sistema salud pública (INSABI) impuesto por el gobierno. Y, aunque no conocemos el contexto de todos los países, es posible inferir que muchos otros países en condiciones similares a las de México, podrían estar en las mismas circunstancias sobre la complejidad en el manejo de grandes volúmenes de información que complica la atención a emergencias. En ese sentido, blockchain puede ser de gran utilidad ya que uno de los principales inconvenientes es el manejo y veracidad de la información.

La aplicación más tangible se dio en China a través de una empresa de seguros que utilizó la tecnología para acelerar el pago de reclamos de aproximadamente 104 millones de usuarios. En este punto, muchos lectores podrían reflexionar, ¿qué valor agrega blockchain? o ¿por qué no hacerlo a través de otra tecnología? Según el sitio South China Morning Post, utilizar blockchain permitió acelerar la atención de solicitudes sin poner en riesgo a los usuarios para respetar la cuarentena, reducir el fraude y realizar pagos seguros en Alipay debido a la naturaleza descentralizada y su mecanismo de consenso. En este momento, algunos detractores podrían recordarnos la frase: “eso no necesita blockchain”; sin embargo, Patrick Wan, Director General de Blue Cross y quien está implementando el proyecto no lo considera así y afirma que con blockchain encontró un gran valor:

"Nuestro servicio de reclamos respaldado por blockchain ha jugado un papel clave durante el brote del coronavirus al eliminar totalmente el proceso en papel y la necesidad de entrega de documentos de ida y vuelta a las clínicas... Esto realmente ayuda a mitigar el riesgo de infección por contacto cara a cara" (SCMP, 2020).

La aplicación de blockchain, ha podido procesar reclamos y hacer pagos a los participantes más rápido puesto que los usuarios pueden presentar sus documentos respaldados como evidencia y por el otro, las empresas obtienen acceso en tiempo real para validar la información, de esta forma, quedan todas las partes involucradas para revisar el proceso. Por lo anterior es difícil pensar que, en estos momentos de emergencia, se podría utilizar blockchain solamente por captar atención.

Otro proyecto con blockchain para atender esta pandemia es Folding@Home de la Universidad de Stanford, el cual consiste en una red de computación compartida llamado, donde los mineros de criptoactivos investigan sobre la dinámica de las proteínas del COVID-19 utilizando simulaciones para poder acercarse a una vacuna.

Finalmente, el pasado 28 de marzo del presente año, se dio la noticia que IBM, Oracle y la Organización Mundial de la Salud desarrollarían una aplicación llamada MiPasa, la cual consiste en una base de datos abierta para validar la información y surge ante la necesidad de contar con información válida a escala para ayudar a fomentar una mayor sensación de seguridad para la población. Como indican Gari Singh y Jonathan Levi, la reapertura de la economía mundial probablemente requerirá no solo evaluar a millones de personas, sino también identificar quién dio positivo, dónde puede y quién no puede ir y quién está en un riesgo excepcionalmente alto de exposición y debe ser puesto en cuarentena nuevamente.  

Por el lado de los criptoactivos, la llegada del COVID-19 está resultando angustiante para los mercados financieros. En el caso de bitcoin, después de tener una racha alcista en el precio y con la euforia del próximo halving, por un momento se tuvo el sentimiento de un escenario similar al de 2017, estábamos listos para comprar más en cada pequeña bajada de precio. En tiempos anteriores, la experiencia con bitcoin ha sido que, en momentos de crisis, funciona como un buen instrumento de cobertura; no obstante, parece ser que, en las semanas más difíciles de los mercados, tampoco ha tenido una respuesta positiva. Pero no sólo el uso de los criptoactivos se ha basado en la inversión de bitcoin, algunos proyectos han buscado nuevamente la idea de crear un token para recaudar fondos, tal es el caso del Coronacoin, un ERC-20 que no podrá ser minado por particulares. La fórmula anterior ya la hemos visto en tiempos atrás y es probable que no tenga el éxito que se espera; sin embargo, el uso de tokens sí podría tener otra utilidad y no sólo la captación de fondos; por ejemplo, servir para la transferencia valor o la realización de pagos electrónicos, dado que algunos gobiernos, como el de Inglaterra, han reconocido que los billetes en circulación pueden contener "bacterias y virus", e incluso recomendaron que las personas se laven las manos después de manejar el dinero.         

Reflexión

Nos encontramos en una situación donde estamos replanteando diversas cosas, incluso aquellas que resultan bastante triviales, por ejemplo, lavarnos las manos. La paradoja es interesante cuando contrastamos estas necesidades básicas, con los grandes avances en innovación y disrupción tecnológica y encontramos divergencias.

Hemos invadido nuestros blogs o redes sociales con teoría sofisticada sobre los usos de blockchain. Acudimos a los “Summits” y meetups sobre blockchain, hablamos de metanet descentralizada, datos genómicos secuenciados en blockchain, wallets con sistemas de gobernanza autogestiva y un sinnúmero de escenarios futuristas. Debemos admitir que, a través de estos años, a muchos nos han hecho creer que blockchain es la solución a todos nuestros problemas con características como trazabilidad o inmutabilidad en internet, incluso tenemos comunidades que abogan más por blockchain que bitcoin o los que se apoderaron de la frase “no necesitas una blockchain” cuando consideran que hay mejores soluciones tecnológicas y más eficientes. Independientemente de cuál sea la postura que cada individuo tenga, es innegable que toda tecnología tiene dentro de sus objetivos, ser útil para la sociedad, y es precisamente en ese punto donde vale hacer una reflexión sobre el papel de la tecnología blockchain frente a este tipo de escenarios. 

Aún continuamos con las alertas encendidas sobre la pandemia puesto que desconocemos los alcances y su fin. Desde la industria blockchain en la salud, no debemos quedarnos satisfechos sólo con los discursos o diapositivas impactantes acompañados de una tarjeta de presentación abstracta y elegante. Al menos a nivel LATAM no podemos decir que no lo veíamos venir o que nos agarró de sorpresa ya que toco la puerta durante meses ¿Cómo podríamos atender aspectos tan importantes como la desinformación y que requieren un valor agregado como la veracidad o el uso de criptoactivos como una forma de que las personas puedan contar con un mejor apalancamiento? Es innegable que blockchain podría ser una gran herramienta logística aplicada al sector sanitario para saber con certeza cuales son los casos por zonas y así poder aplicar mayores medidas en ciertas áreas, si Wal-Mart aplica blockchain para la trazabilidad de naranjas, ¿por qué no aprovechar la misma tecnología para salvar vidas? Pensando en ideas rápidas, bien podríamos utilizar una aplicación descentralizada que registre el abastecimiento de bienes de consumo básicos y así, evitar compras de pánico; también podría existir la posibilidad de crear una DLT para el registro de usuarios a los cuales se les haya aplicado una prueba; incluso, porque no contar con un registro contable descentralizado para establecimientos que reporten pérdidas con el objetivo de tener “en el radar” los mayores impactos económicos e ir sumando esfuerzos para estabilizar las brechas económicas en las regiones.

Tal parece que la solución sólo está en los grandes gigantes de la tecnología como IBM u Oracle o a través de estos grandes y numerosos grupos que son capaces de crear un exchange descentralizado trabajando remotamente y comunicándose en un grupo virtual de trabajo como Discord, por ejemplo. ¿Qué tan resilientes estamos siendo? Nuestra creatividad y entusiasmo cripto o blockchain qué tanto hemos defendido, ¿qué tan resiliente está siendo? En esta industria que nos apasiona, ¿contamos ya con una cultura del diagnóstico y capacidad como para realizar una evaluación y responder de manera rápida a este tipo de problemas mundiales? o el sueño cyberpunk de descentralización y ayuda humanitaria sigue teniendo como estandarte sólo a bitcoin, convirtiéndolo en el gran vencedor en esta discusión sobre las aplicaciones blockchain.

A pesar de los esfuerzos, es necesario reconocer que la tecnología blockchain o los criptoactivos no están siendo una alternativa para contrarrestar la crisis económica con una solución de trazabilidad generalizada, ni siquiera se han podido crear fondos de apoyo en conjunto para ayudar a las personas y poblaciones más afectadas. El COVID-19 pego a todos y dejó paralizados y en silencio a las voces más reactivas, especializadas y debatientes de este ecosistema.

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