La prohibición en Italia del conversacional bot de inteligencia artificial (IA), ChatGPT, desató una gran polémica entre la industria tecnológica y el país. El viceprimer ministro italiano también criticó la prohibición por excesiva. 

El viernes 31 de marzo, a raíz de las preocupaciones planteadas por la agencia nacional de datos sobre posibles violaciones de la privacidad y la falta de verificación de la edad de los usuarios, OpenAI, respaldada por Microsoft, inhabilitó el acceso a ChatGPT en Italia. Esta acción de la agencia independiente supuso el primer caso de un país occidental que toma medidas contra el chatbot de IA.

El viceprimer ministro italiano Matteo Salvini utilizó su cuenta de Instagram para compartir sus pensamientos: "Me parece desproporcionada la decisión del supervisor de privacidad italiano que obligó a ChatGPT a impedir el acceso desde Italia", dice una versión traducida de su publicación.

Salvini dijo que la medida del regulador era hipócrita, ya que hay docenas de servicios basados en inteligencia artificial, y citó ejemplos como el chat de Bing. Salvini dijo que era necesario sentido común, pues "las cuestiones de privacidad afectan a prácticamente todos los servicios en línea".

La prohibición de ChatGPT podría perjudicar a las empresas nacionales y a la innovación, dijo Salvini, añadiendo que esperaba que se encontrara una solución rápida y que se restableciera el acceso al chatbot en Italia.

"Toda revolución tecnológica conlleva grandes cambios, riesgos y oportunidades. Es correcto controlar y regular a través de la cooperación internacional entre reguladores y legisladores, pero no se puede bloquear", dijo.

Ron Moscona, socio del bufete internacional de abogados Dorsey & Whitney y experto en tecnología y privacidad de datos, planteó otra objeción a la prohibición. Dijo que la prohibición por parte de los reguladores italianos es una sorpresa, puesto que no es habitual prohibir completamente un servicio debido a un incidente de violación de datos.

Tras la petición de las autoridades, OpenAI ha bloqueado ChatGPT para los usuarios de Italia. Sin embargo, la empresa declaró que respeta la normativa sobre privacidad en Europa y que está dispuesta a cooperar con el organismo regulador de la privacidad en Italia. OpenAI afirmó que toma medidas para minimizar los datos personales cuando entrena sus sistemas de IA, incluido ChatGPT, pues su objetivo es que la IA adquiera conocimientos sobre el mundo, no obtener información sobre individuos concretos.

El chatbot de IA también está bajo escrutinio en otras regiones del mundo. El Centro de Inteligencia Artificial y Política Digital (CAIDP) presentó una denuncia contra ChatGPT el 31 de marzo, con la intención de impedir el despliegue de potentes sistemas de IA al público en general. El CAIDP calificó el chatbot de plataforma "tendenciosa" y "engañosa" que pone en peligro la seguridad y confidencialidad públicas.

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