La implementación de soluciones de Inteligencia Artificial (IA) promete dejar una importante huella tanto en el funcionamiento de las organizaciones de múltiples sectores de la economía mundial, como también en el día a día de las personas. Pero será necesario gestionar las crecientes diferencias entre países, empresas y trabajadores para maximizar los beneficios. Países como México y Colombia en Latinoamérica reconocen los usos y beneficios que la IA trae consigo.

El papel de las herramientas y técnicas de inteligencia artificial (IA) en los negocios y la economía global es un tema curioso. Esto no es sorprendente dado que la IA podría marcar el comienzo de cambios radicales, posiblemente sin precedentes, en la forma en que las personas viven y trabajan. La revolución de la IA no está en su infancia, pero la mayor parte de su impacto económico aún está por llegar.

Los latinoamericanos están tan entusiasmados con la exploración de la IA como cualquier otra región. Una encuesta reciente de MIT Technology Review Insights mostró que casi el 80% de las principales empresas de América Latina han incorporado la IA en sus operaciones, en comparación con el 87% en América del Norte y el 95% en Asia-Pacífico. Pero la región necesita invertir fuertemente en capital humano si quiere jugar un papel significativo en lo que el Foro Económico Mundial ha denominado la “Cuarta Revolución Industrial”, una era venidera de cambios radicales impulsados ​​por la tecnología.

Es impresionante echar un vistazo a cómo se veía el futuro en los libros o en las caricaturas de hace cincuenta años y descubrir que muchas de las cosas que en ese entonces se percibían como imposibles o sumamente lejanas, ya existen y las utilizamos en nuestro día a día. En la actualidad, el uso de la tecnología es básico en la vida de las personas y mucho más en la de las empresas.

La IA mejora procesos y resultados

En los últimos años hemos visto que la IA ha sido capaz de lograr resultados equivalentes en precisión y calidad a los logrados por especialistas humanos en una amplia gama de campos que requieren especialización y razonamiento.

Ahora bien, una nueva investigación del McKinsey Global Institute intenta simular el impacto de la IA en la economía mundial. Basándose en la comprensión del comportamiento de las empresas y la dinámica de varios sectores para desarrollar una visión de abajo hacia arriba sobre cómo adoptar y absorber las tecnologías de IA.

 Asimismo, tiene en cuenta las posibles interrupciones que es probable que experimenten los países, las empresas y los trabajadores durante la transición a la IA. Es muy probable que haya costos durante este período de transición, y deben tenerse en cuenta en cualquier estimación. El análisis examina cómo es probable que las ganancias y pérdidas económicas se distribuyan entre empresas, empleados y países, y cómo esta distribución podría obstaculizar la captura de los beneficios de la IA

Existe un gran potencial para que la IA contribuya a la actividad económica mundial

En este contexto, el McKinsey Global Institute analizó cinco categorías amplias de IA: visión por computadora, lenguaje natural, asistentes virtuales, automatización de procesos robóticos y aprendizaje automático avanzado. Es probable que las empresas utilicen estas herramientas en diversos grados. Algunos adoptarán un enfoque oportunista, probando solo una tecnología y probándola en una función específica (un enfoque que nuestro modelo llama adopción). Otros pueden ser más audaces, adoptando los cinco y luego absorbiéndose en toda la organización (un enfoque que llamamos absorción total). Entre estos dos polos, habrá muchas empresas en diferentes etapas de adopción; el modelo también captura este impacto parcial.

Para 2030, la simulación promedio muestra que alrededor del 70% de las empresas podrían haber adoptado al menos un tipo de tecnología de inteligencia artificial, pero menos de la mitad habrá absorbido por completo las cinco categorías. El patrón de adopción y absorción total podría ser relativamente rápido, en el extremo superior de lo que se ha observado con otras tecnologías.

Ahora bien, países como México y Colombia en terreno latinoamericano reconocen la urgencia que tiene implementar la Inteligencia artificial dentro de las industrias, precisamente por la cantidad de beneficios que esta tecnología brinda en distintas áreas.

México y la adopción de la AI

En este sentido, el Tec de Monterrey inauguró el primer Hub de Inteligencia Artificial (IA) de México para fomentar el uso ético de la Inteligencia Artificial y generar proyectos con un alto impacto social y económico. El objetivo es poner a México a la vanguardia de esta tecnología en Latinoamérica.

El AI Hub ha sido de alcance nacional, coordinado por la Escuela de Ingeniería y Ciencias (EIC) y ubicado en el campus del Tec en Guadalajara. Como nodo tecnológico de México, esta ciudad se ha ganado el título de “Silicon Valley mexicano”.

El Tec de Monterrey también está traduciendo y adaptando una clase del MIT Media Lab sobre la enseñanza de los principios de la IA a estudiantes de entre 12 y 15 años. La universidad ofrecerá el programa a los estudiantes de Jalisco en 2021.

Además de este enfoque público, el centro también está desarrollando un ecosistema de nuevas empresas privadas que están aprovechando la inteligencia artificial en una variedad de sectores que incluyen fintech y agricultura. Tec también ha formado programas de intercambio con Berkeley, el Instituto de Tecnología de Beijing, el Instituto Nacional de Investigación en Ciencia y Tecnología Digital de Francia.

Colombia suma casos de uso de IA

Ahora bien, a todo este enfoque y usos de la IA, Colombia también se encuentra en la búsqueda de mejorar procesos. Conocer información en tiempo real y analizar variables que podrían escapar al ojo humano son algunos de los resultados alcanzados por empresas colombianas que se han animado a innovar usando modelos de inteligencia artificial (IA).

La ciudad de Medellín ha asumido un papel destacado en la lucha por formar personas para la revolución de la IA. La ciudad alberga la aceleradora de startups Ruta N, que supervisa numerosas iniciativas diseñadas para hacer que la IA sea más accesible. La corporación ejecuta un programa de exploración y capacitación llamado Medellín Digital Talent, que necesita al menos 52,000 personas con habilidades de TI especializadas para 2023.

Medellín ha experimentado una afluencia de empresas internacionales que buscan capitalizar su saludable sistema educativo y ecosistema empresarial.

A lo largo de la historia, los avances tecnológicos han sido un reto, para luego convertirse en una herramienta que potencia a toda la humanidad. Particularmente, la inteligencia artificial ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos cinco años por dos razones fundamentales: la capacidad para adaptarse a cualquier industria y la posibilidad de expandir los límites del conocimiento y la innovación entre las personas. 

En economías desarrolladas, la inteligencia artificial (IA) ya es una herramienta que está cambiando la forma cómo interactúan las empresas con sus consumidores. Para economías emergentes como la colombiana, el potencial de crecimiento es gigantesco.  Expertos mundiales han coincidido y han definido esta tecnología como una forma de potencializar el trabajo humano.

Sigue leyendo: