El gigante de las redes sociales Twitter fue adquirido oficialmente por Elon Musk el 27 de octubre, en un acuerdo por el que hubo una guerra de palabras, una batalla judicial y algunos despidos de inmediato. Musk adquirió la plataforma de red social a un precio de USD 54.2 por cada acción, con lo que el valor total de la transacción se acerca a los USD 44,000 millones.

Musk también va a privatizar la empresa como parte del acuerdo, lo que supondrá la exclusión de la cotización de las acciones de la empresa y la salida de los accionistas públicos.

Casi nueve años después de cotizar en la Bolsa de Nueva York (NYSE) en 2013, Twitter ya no es una empresa pública. El sitio web de NYSE señaló que la negociación de las acciones de Twitter se congelará el viernes. Aparte de la NYSE, las plataformas de negociación de criptomonedas, como eToro y Robinhood, también retiraron las acciones de Twitter.

Puede que la privatización de Twitter no haya sido una gran sorpresa para muchos, dado que Musk ya había planteado la idea mucho antes de involucrarla en el acuerdo e incluso había revelado su intención de privatizar Tesla en el pasado.

Hacer que Twitter sea privada y no esté en manos de accionistas públicos ofrecería a Musk ciertas ventajas regulatorias y definitivamente le ahorraría unos cuantos millones en multas (Musk fue multado con USD 40 millones por bromear con la posibilidad de hacer privada a Tesla). Ser una empresa pública invita a un fuerte escrutinio por parte de los reguladores, y Musk ha tenido una relación bastante infame con la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos.

Ser una empresa privada también ahorraría a Twitter un poco de escrutinio público financiero, puesto que ya no estará obligada a presentar informes trimestrales sobre la salud de su negocio.

La adquisición de Twitter, por valor de USD 44,000 millones, también contó con un socio cripto, Binance, que supuestamente aportó USD 500 millones a la operación. La participación de USD 500 millones de Binance en Twitter la convierte en el cuarto mayor contribuyente a la adquisición.

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