El gobierno provincial de Ontario, Canadá, ha recibido una orden del Tribunal Supremo de Justicia para congelar millones de dólares en donaciones en la plataforma GiveSendGo para que no lleguen a los manifestantes del Convoy de la Libertad.

Esta es la segunda vez que a los camioneros se les niega el acceso a los fondos desde que GoFundMe congeló USD 10 millones en donaciones la semana pasada y posteriormente reembolsó a los donantes tras una ola de quejas.

El último intento de desfinanciar la protesta se refiere a las donaciones realizadas en las páginas "El Convoy de la Libertad 2022" y "Adopt-a-Trucker" de la plataforma de recaudación de fondos GiveSendGo. A fecha del jueves, "El Convoy de la Libertdad 2022" había recaudado USD 8.4 millones y "Adopt-a-Trucker" había recibido USD 686,000.

El escritor del Post Millennial, Ian Miles Cheong, tuiteó el viernes:

"Bitcoin arregla esto... Tendrían que hacer que la criptodivisa fuera ilegal en Canadá".

Benjamin Dichter, uno de los organizadores de la recaudación de fondos, estuvo de acuerdo con Cheong. tuiteó el viernes: "Esto es bueno para Bitcoin".

Un grupo de simpatizantes formó anteriormente la organización HonkHonk Hodl específicamente para ayudar a la iniciativa a recaudar fondos en Bitcoin. Al cierre de esta edición, el grupo había recaudado 21 BTC (USD 902,000).

El procesador de pagos de Bitcoin, OpenNode, escribió el año pasado que la solución de pago BTC es una alternativa viable para las personas que han sido censuradas por los métodos de pago tradicionales:

"Una de las ventajas de Bitcoin es su resistencia a la censura. Sin ninguna autoridad central que dicte quién puede y no puede usar Bitcoin, ha demostrado ser la moneda elegida por muchas personas y organizaciones que se han quedado fuera de los métodos de pago tradicionales".

OpenNode escribió que aceptar donaciones de BTC difunde el conocimiento de Bitcoin entre donantes y receptores, al tiempo que fomenta su adopción.

Sin embargo, se debate si el gobierno de Ontario puede congelar los fondos. GiveSendGo tuiteó el viernes que ningún gobierno canadiense tiene control alguno sobre cómo se gestionan los fondos en su plataforma con sede en Estados Unidos. La empresa aseguró a los manifestantes que "todos los fondos de CADA campaña en GiveSendGo fluyen directamente a los destinatarios de esas campañas".

Sin embargo, el columnista político del Toronto Sun, Brian Lilley, señaló que aunque GiveSendGo tiene su sede en Boston, la orden judicial canadiense impide a cualquier canadiense acceder a los fondos. Dijo: "Retirarlos en Estados Unidos y enviarlos aquí sería una violación".

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