Gianluca Di Bella, investigador especializado en contratos inteligentes y pruebas de conocimiento cero, afirmó que el peligro que plantea la computación cuántica no es una preocupación lejana, sino actual.
En declaraciones a Cointelegraph en las oficinas de la Ciudad de las Naciones Unidas en Copenhague, Dinamarca, Di Bella afirmó que cree que "deberíamos migrar ahora" a los estándares de cifrado poscuántico. La razón, explicó, radica en los llamados ataques "recoger ahora, descifrar más tarde", en los que se recopilan y almacenan datos hasta que la tecnología futura hace posible su descifrado.
Por ejemplo, si la identidad de un disidente en un país totalitario está protegida únicamente por el cifrado, se quiere garantizar que los datos permanezcan seguros durante 10, 15, 20 o más años en el futuro. Di Bella afirmó que la computación cuántica comercial práctica podría estar a 10 o 15 años de distancia, pero advirtió que «grandes instituciones como Microsoft o Google podrían tener una solución en unos pocos años".
Di Bella planteó una cuestión con lo que él denomina "lavado cuántico", que consiste en que las empresas hacen afirmaciones dudosas sobre las propiedades y capacidades de los sistemas cuánticos. Aun así, compartió su temor de que, si China desarrollara sistemas capaces de descifrar la criptografía moderna, sería poco probable que advirtiera al resto del mundo de su nueva capacidad.
Pruebas de conocimiento cero poscuánticas
Una vez que la computación cuántica alcance la potencia y la escala necesarias —o si lo hace, según algunos—, podría socavar los supuestos de seguridad del cifrado tradicional y las pruebas de conocimiento cero. Esto podría dar lugar a que los datos cifrados se descifren y las pruebas generadas por las pruebas ZK tradicionales se falsifiquen, falsificando declaraciones válidas o eludiendo la verificación.
Ya existen varios estándares de cifrado poscuántico, algunos de los cuales han sido aprobados por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), concretamente ML-KEM, ML-DSA y SLH-DSA. Sin embargo, ningún estándar de prueba ZK poscuántico comparable ha alcanzado la madurez. Esta es un área de investigación en la que Di Bella participa a través de la empresa de desarrollo de contratos inteligentes que cofundó, Mood Global Services.
Di Bella señaló las permutaciones sobre bases de Lagrange para argumentos ecuménicos no interactivos de conocimiento (PLONK) como una implementación de prueba ZK poscuántica. Sin embargo, aún no se han "probado en la práctica" y actualmente se consideran una implementación de investigación.
Un largo camino por delante
Al hablar sobre cuánto tiempo cree que tardará el desarrollo de PLONK en alcanzar una fase adecuada para su uso en el mundo real, Di Bella señaló que es difícil hacer predicciones precisas sobre los plazos y lamentó la falta de inversión en el sector. Señaló que se trata de un tema muy especializado y que trabajar en él requiere conocimientos muy específicos, lo que tiende a reducir la inversión y ralentizar el desarrollo.
"Si eres director de investigación y desarrollo de cualquier empresa, no inviertes en algo que no entiendes", afirmó.
Di Bella explicó que el desarrollo de pruebas ZK se lleva a cabo en programación Rust de bajo nivel, con poca abstracción y alta complejidad. En cierto modo, la mayoría de los sistemas de pruebas ZK se programan de una manera que recuerda la complejidad de la programación inicial.
Aunque ahora estamos acostumbrados a los lenguajes de programación de alto nivel que abstraen la complejidad, programar este tipo de sistemas es "sin duda, volver a las matemáticas", afirmó Di Bella.
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