El hecho de que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos haya retirado su apelación contra Ripple es el "signo de exclamación final de que estos tokens [XRP] se consideran commodities digitales, no valores", dijo el abogado cripto John Deaton a Cointelegraph.

Deaton añadió que todavía hay una sentencia de USD 125 millones contra Ripple por la venta indebida de la criptomoneda XRP (XRP), que tal vez la compañía pueda negociar ahora que la SEC ha retirado su apelación.

Deaton es un conocido abogado que representó a los holders de XRP, argumentando que sus intereses no estaban siendo representados en el caso de la SEC contra Ripple. Más tarde se postularía contra Elizabeth Warren, una crítica vocal de las criptomonedas, para un escaño en el Senado para representar a Massachusetts en Washington, DC.

¿Abandonará Ripple su recurso cruzado?

Un factor que jugará en el futuro es la apelación cruzada de Ripple, que se presentó en octubre de 2024. Deaton cree que la SEC no quiere que Ripple siga adelante con la apelación cruzada porque un fallo podría perjudicar la jurisdicción de la comisión y afectar a otros casos.

Eso da a Ripple cierta influencia en la negociación del acuerdo. "Todo ha cambiado", dijo Deaton. "Las elecciones han cambiado, el sector ha cambiado, la SEC ha dado un giro de 180 grados en lo que respecta al sector. ¿Por qué deberíamos pagar USD 125 millones?".

Sin embargo, todavía está la cuestión de la orden judicial emitida por la jueza Analisa Torres, que impide a Ripple vender XRP a inversores institucionales para evitar la violación de las leyes de valores.

"Si Ripple obviamente quiere ser capaz de emitir XRP a los bancos en Estados Unidos directamente, creo que el escollo es esa medida cautelar y cómo pasar esa medida cautelar", dijo Deaton.

El caso Ripple fue un ataque a la industria

"Recuerdo cuando se presentó por primera vez este caso", dijo Deaton a Cointelegraph, añadiendo:

"Pensé que era un asalto a la industria, como la bota en el cuello de la industria, y yo estaba seguro de que no iba a ser sólo una cosa aislada, que no sería sólo Ripple, que era más un mensaje de que las finanzas tradicionales, el sistema bancario, los Elizabeth Warrens y los Gary Genslers del mundo, la tenían tomada con la industria".

Añadió que Ripple puede apelar al hecho de que nunca salió de EE.UU. incluso después de que la SEC presentara el caso y que es una empresa de fabricación estadounidense.

"Creo que tiene que ver con que Brad Garlinghouse pueda decir: 'Bueno, mira, fuimos demandados por el gobierno de EE.UU. y la administración Biden; somos una empresa de fabricación estadounidense, ya sabes, [y] nunca nos fuimos'. Y creo que eso es un buen augurio".

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