El Senado de Estados Unidos ha impulsado una amplia legislación sobre inteligencia artificial en el marco de la Ley de Autorización de Defensa Nacional, que obliga a los fabricantes de chips a atender primero a los clientes estadounidenses antes de exportar procesadores avanzados al extranjero.
El jueves, los senadores aprobaron la Ley de Garantía de Acceso e Innovación para la Inteligencia Artificial Nacional de 2026, o Ley GAIN, como enmienda a la Ley de Autorización de Defensa Nacional, que exige a los fabricantes de chips de alto rendimiento y de inteligencia artificial dar prioridad a los pedidos nacionales antes de exportar sus productos.
La Ley GAIN también otorga al Congreso el derecho a denegar licencias de exportación para los procesadores de IA más avanzados y exige licencias de exportación para todos los productos que contengan un "circuito integrado avanzado".
"En los últimos años, las empresas estadounidenses se han enfrentado a retrasos habituales en la compra de chips. A finales de 2024, la línea Blackwell de Nvidia estaba reservada con aproximadamente 12 meses de antelación", según el grupo de defensa de políticas "Americans for Responsible Innovation".
Los solicitantes deben demostrar que se han cumplido todos los pedidos estadounidenses antes de que se conceda la licencia de exportación en virtud de la NDAA para el año fiscal 2026.
Sin embargo, la ley GAIN AI es una enmienda a la NDAA, y ambas deben ser aprobadas por la Cámara de Representantes y firmadas por el presidente antes de convertirse en ley.
Esto deja las disposiciones finales de la NDAA en manos de la negociación del Congreso, sin garantía de que la Ley GAIN se convierta en ley en su forma actual, o de que se convierta en ley en absoluto.
Las restricciones a la exportación de inteligencia artificial y chips informáticos de alto rendimiento podrían afectar negativamente a la industria de la minería cripto, que tiene un alcance global y ya está sintiendo el impacto económico de las tensiones comerciales, al dificultar la adquisición de hardware.
Los aranceles y las guerras comerciales afectan duramente a la industria minera
Los aranceles comerciales recíprocos anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en abril provocaron una caída de los precios de las criptomonedas y crearon condiciones más difíciles para la altamente competitiva industria minera.
La fabricación de hardware para la minería de criptomonedas depende de cadenas de suministro internacionales que ahora están sujetas a aranceles, lo que aumenta el costo del hardware y reduce la rentabilidad de los mineros.
CleanSpark, una empresa minera con sede en Estados Unidos, se enfrentó a USD 185 millones en pasivos en julio después de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos afirmara que parte del hardware de minería encargado por la empresa procedía de China.
IREN, otra empresa minera de criptomonedas de Estados Unidos, se enfrentó a una factura de USD 100 millones de debido a las reclamaciones de que el hardware estaba sujeto a un aumento de los aranceles comerciales.
Los aranceles también podrían reducir los precios del hardware de minería fuera de Estados Unidos, lo que dejaría a los mineros con sede en ese país en una situación de desventaja competitiva y erosionaría la participación de Estados Unidos en la tasa de hash global, es decir, la cantidad de potencia informática dedicada a proteger las redes cripto.
La pérdida de potencia de hash socavaría el objetivo declarado de la administración Trump de transformar a Estados Unidos en la capital mundial de las criptomonedas.
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