BBVA Research elevó a 5 décimas su previsión de crecimiento para el PIB de España en 2025, de 2,3% previsto en diciembre a 2,8%. Según el último informe publicado “Situación España, de marzo de 2025”, esta revisión obedece a diversos factores: las ganancias de competitividad, la disminución de la inflación y el descenso de los tipos de interés, una política fiscal no contractiva y el descenso de la tasa de paro, con señales de mejoras de eficiencia en el mercado laboral.
A pesar de este panorama positivo, el estudio de BBVA destacó que la probabilidad de escenarios de riesgo está repuntando, en un contexto de aumento de la incertidumbre y de las tensiones geopolíticas, encarecimiento del gas, estancamiento de la eurozona, una tasa de ahorro atípicamente alta de los hogares españoles, medidas insuficientes para impulsar la construcción de viviendas y una política económica incierta ante la falta de consensos.
“Los escenarios hacia delante serán particularmente dependientes de las decisiones que se tomen relacionadas con la política comercial y la fiscal”, señaló la publicación de BBVA.
Según las estimaciones de BBVA Research, la evolución reciente de los indicadores de actividad en España marcan una aceleración en la creación de empleo, un mayor protagonismo del consumo de los hogares y la resiliencia de las exportaciones de servicios. Con estas estimaciones el PIB se podría situar alrededor del 0,7% en el primer trimestre de 2025.
Los economistas destacan que se consolida la transición hacia un modelo de crecimiento basado en el consumo de los hogares españoles, y tal vez en la inversión de las empresas.
“Las familias están incrementando su gasto en servicios y bienes duraderos, mientras que moderan el de bienes perecederos y semiduraderos (vestido y calzado, fundamentalmente). Por su parte, el consumo público se desacelera, en parte, como consecuencia de la menor contribución de las remuneraciones, en un entorno de menor creación de empleo en las administraciones públicas”, señaló la publicación.
En la información también planteó que “la adquisición de maquinaria y equipo se ha visto afectada positivamente por el impacto de las ayudas para apoyar a las personas y empresas afectadas por la DANA. De hecho, la recuperación de los indicadores de actividad en las zonas más afectadas por las inundaciones ha sido más rápida de lo que se preveía, en buena parte gracias al soporte que han supuesto las medidas implementadas”.
Asimismo, señalaron que la inversión en construcción residencial comienza a mostrar signos de una recuperación sostenida, con avances que reflejan la urgencia de incrementar la oferta de vivienda. Mientras, las exportaciones de servicios turísticos continúan mostrando fortaleza, en un entorno de estancamiento para el resto de ventas al exterior.
La economía europea sigue mostrando un bajo crecimiento
El crecimiento del PIB de Europa en el cuarto trimestre de 2024 y el primero de 2025 podría situarse por debajo de lo previsto en el escenario de BBVA Research de diciembre. Si bien la composición por país sigue mostrando cierta heterogeneidad, tres de las principales economías de la eurozona (Francia, Alemania e Italia) habrían entrado en un período de estancamiento o, incluso, de caída del PIB.
Además, en el informe plantearon que los indicadores de confianza también apuntan a un estancamiento, en parte influenciados por el entorno geopolítico y la incertidumbre. “Los cambios de Gobierno en Francia y Alemania han acrecentado las dudas sobre la evolución de la política fiscal dentro de la eurozona. Además, el cambio de presidente en EE. UU. está generando preocupación sobre el futuro de la política comercial americana y su impacto sobre la economía europea", relata el informe.
Por su parte, el precio del gas ha subido, tanto por condiciones climáticas más adversas como por las diferencias entre la administración Trump y el Gobierno de Ucrania sobre la posible firma de un acuerdo de paz con Rusia.
Las próximas decisiones serán claves para España
En este contexto, la publicación señaló que actualmente “Europa se replantea el modelo de crecimiento, su abastecimiento energético, alimentario y estratégico y su política de seguridad".
“Las decisiones que se tomen durante los próximos meses serán clave para determinar si la velocidad de salida se acelera, si se mantienen las perspectivas de estancamiento secular o, incluso, si el nivel de actividad desciende”, señalaron los economistas.
Además, agregaron que “en un entorno sin cambios en la política económica, se prevé que el crecimiento del PIB en la eurozona continúe alrededor del 1%, tanto en 2025 como en 2026. A este respecto, será de particular importancia la rapidez y cuantía de las políticas que puedan implementarse, sobre todo por parte del nuevo gobierno alemán para reforzar la construcción de infraestructuras o aumentar el gasto en defensa”.
Aunque existen riesgos al alza, el informe de BBVA Research indicó que “en el escenario más probable la inflación general en la eurozona continuará su tendencia a la baja. El tipo de interés de política monetaria podría caer hasta el 2,0%, nivel que sería consistente con proveer de un estímulo moderado a la economía europea”.
Mejores previsiones de crecimiento del PIB de España
Los economistas prevén que la recuperación del PIB español continuará en 2025 (2,8%) y 2026 (1,8%) de la mano de distintos factores: “Por un lado, se espera que las ganancias de competitividad obtenidas hasta ahora se mantengan gracias a la caída en el precio del petróleo, la inversión en la producción de energía renovable, la depreciación del euro frente al dólar y la inmigración. Las exportaciones de servicios y la industria se están viendo particularmente beneficiados por esta tendencia”.
Asimismo, se planteó que “la disminución de la inflación a niveles alrededor del 2% permitirá que, en un mercado laboral tenso, con salarios al alza, la renta bruta disponible siga creciendo en términos reales. Por su parte, el descenso de los tipos de interés y una política monetaria expansiva beneficiará, sobre todo, a sectores cuya demanda es intensiva en el uso del crédito, como los que comercializan bienes de consumo duraderos y, en especial, viviendas”.
Otro factor positivo que se mencionó en el informe “es la política fiscal, que no tendrá un tono contractivo en 2025. En principio, la aplicación de las reglas acordadas en la eurozona apuntaba a que el sector público lastraría la demanda interna. Sin embargo, dos factores harán que, al menos de momento, esto no se produzca. Por un lado, la falta de consenso en el Congreso ha llevado a que algunas de las medidas necesarias para cumplir con los compromisos adquiridos no estén aprobadas. Por otro, las medidas anunciadas para apoyar a las personas y empresas afectadas por la DANA han llegado con mayor rapidez de lo esperado".
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