El Banco de Suecia ha publicado un informe que detalla la tercera fase de su investigación sobre la moneda digital del banco central (CBDC). Esta vez se centra en un modelo de colaboración para pagos minoristas y condicionales.

El "Riksbank" inició su investigación sobre una CBDC en 2020 con la colaboración con los servicios de pago privados existentes como prioridad inicial. Analizó la gobernanza como cuestión clave para la colaboración y dividió las opciones en tres niveles. El nivel más bajo era un conjunto de directrices que corría el riesgo de dar tanta libertad a los participantes que "podría ser difícil para el público establecer una idea común de lo que es una e-krona". Además, podría no desarrollarse para servir a toda la población.

El otro extremo del espectro sería una aplicación gestionada por el Riksbank en la que "la interfaz y la gama de servicios de la e-krona [...] estarían estandarizadas y serían comunes para todos los participantes". Señaló que el establecimiento de esos parámetros podría tener un gran impacto en la innovación.

El banco central sueco informó del éxito de una prueba de pago condicional para la compra de un coche. Aunque se trataba de una señal positiva para la programabilidad de la moneda digital, planteaba cuestiones de privacidad debido a la información adicional necesaria para completar la complicada transacción. Además:

"Si se ponen condiciones al dinero, por ejemplo que sólo pueda utilizarse para determinadas compras o en determinadas ocasiones, corre el riesgo de convertirse en algo más parecido a una tarjeta regalo y, por tanto, dejar de ser dinero".

El Banco de Suecia señaló que la transparencia inherente al sistema podría tener implicaciones para el secreto bancario y ser útil para descubrir el mal comportamiento de los proveedores de servicios.

Aunque el Riksbank, al igual que la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, subraya que no se ha tomado ninguna decisión sobre la emisión de una CBDC, su discusión tenía un cierto sentido de urgencia. Escribía:

"Cuando el efectivo pasa a un segundo plano en favor de los servicios digitales de agentes privados, se reduce el papel directo del Riksbank en el mercado de pagos. Por lo tanto, el Riksbank puede tener más dificultades para cumplir su tarea de promover un sistema de pagos seguro y eficiente accesible a todos los grupos de la sociedad".

La corona digital, sugería, es una solución potencial a este problema. El informe también se refería a la participación del Riksbank en el Proyecto Icebreaker sobre pagos transfronterizos al por menor y el envío de remesas.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.