La Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunications (SWIFT), el proveedor de la red de pagos interbancarios, ha descartado las criptomonedas por ser "inútiles e inestables.”

Un informe de FXStreet publicado el 10 de septiembre cita a representantes anónimos de SWIFT que fueron a una sesión informativa celebrada en Londres a principios de esta semana, quienes, según se informa, afirmaron que:

“Su valor baja como un yoyo, son inútiles e inestables. E incluso si las compañías de criptos las hacen estables, sigue siendo una cesta de monedas.”

SWIFT: Competidores como Ripple no le preocupan 

En la sesión informativa, los representantes reconocieron, no obstante, las deficiencias de la propia red SWIFT, que conecta a unos 11,000 bancos e instituciones financieras de todo el mundo.

Si bien procesa millones de pagos diarios, se ve frenado por importantes eficiencias de costes y tiempo. 

"Si quieres enviar un pago [con SWIFT] de Australia a China después del mediodía, al instante tienes un retraso de 12 horas debido al horario de apertura", admitieron los representantes.

Sin embargo, según se informa, este reconocimiento no se extendió a la sensación de la amenaza potencial que representan las alternativas impulsadas por blockchain, como la solución xRapid de Ripple, que utiliza el token XRP para facilitar la liquidación instantánea del dinero enviado en una divisa a una divisa de destino.

SWIFT cree que la Libra de Facebook podría tener un impacto a corto plazo

Un rival potencial que SWIFT reconoce es la stablecoin de Facebook, Libra, que se integraría en las tres aplicaciones de propiedad exclusiva del gigante de las redes sociales -WhatsApp, Messenger e Instagram- lo que supondría una exposición potencial a una combinación de 2,700 millones de usuarios mensualmente.

No obstante, incluso en lo que respecta a Libra, los representantes de SWIFT anticiparon que su impacto se reduciría a corto plazo.

Como se ha informado, los ambiciosos planes de la criptomoneda de Facebook han suscitado una serie de preocupaciones no solo de los rivales en el sector comercial, sino también de los ciudadanos, las cifras de la criptoindustria, los gobiernos, los reguladores y los banqueros centrales de todo el mundo.

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