El precio de Bitcoin está subiendo en estos momentos, porque hay más compradores que vendedores. Así de sencillo. Claro que el comprador siempre compra en optimismo. Es decir, compra hoy, porque piensa que el precio subirá en el futuro y obtendrá una ganancia. Nos gustaría pensar, por supuesto, que nuestras suposiciones sobre el mañana son objetivas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, son apuestas emotivas motivadas por el humor en el ambiente. Lo que llamamos “capital institucional” no es otra cosa que un grupo de personas que se topan todo el tiempo en conferencias y cócteles. ¿Qué es la Grayscale Bitcoin Trust? ¿Y por qué está de moda? 

Los administradores de fondos más importantes son nombres conocidos. Por lo general, todos frecuentan los mismos clubes y comen en los mismos lugares. Compiten por clientes. Pero con frecuencia colaboran entre sí cuando es conveniente. La gran meta de todo fondo es superar al S&P 500 todos los años. Tarea que no siempre es fácil. Pero deben hacerlo para poder justificar sus altas comisiones. El mundo de los fondos de cobertura no es un mundillo sencillo. La presión es inmensa. Porque los números siempre deben reflejar el éxito prometido. De lo contrario, el sindicato de camioneros, el colegio de contadores, la municipalidad, o la viuda millonaria pueden tomar su dinero y comenzar a trabajar con otro fondo que obtenga mejores resultados. 

Sigue leyendo: La crisis de identidad de Bitcoin. ¿Activo o moneda?

Los fondos pasivos son menos estresantes. Estos fondos no prometen nada. Simplemente colocan el dinero en una lista preestablecida de compañías y ya. Estos son los famosos fondos índices. Los más conocidos son Blackrock y Vanguard. Estos titanes están en todo, porque es precisamente lo que prometen. Es decir, una pieza del S&P 500 o del Dow Jones. La gran ventaja de estos fondos es las bajas comisiones. Los fondos de coberturas son controversiales en este sentido, porque las ganancias tienden a reducirse bastante debido a las altas comisiones. Entonces, en muchos casos, para el inversor es mejor invertir en un fondo índice directamente y se ahorra la complicación. Esta lógica marcó el éxito de John Bogle, el fundador del Vanguard Group. 

El Grayscale Bitcoin Trust es un fondo, creado por Barry Silbert, que básicamente funciona como un ETF, pero no es un EFT. Es decir, lo único que hace es tener Bitcoin, pero el fondo como tal es una figura en el mercado bursátil. Entonces, los inversores tradicionales simplemente pueden llamar a su corredor y pedirle que compren Grayscale Bitcoin Trust (GBTC) en lugar de comprar Bitcoin directamente. De este modo, obtienen lo mejor de los dos mundos. 

Las ventajas de Grayscale son múltiples. Primero, es sumamente fácil comprar grandes cantidades. Por otro lado, el inversor no debe preocuparse por temas regulatorios, tributarios o de custodia. En otras palabras, toda esa complicación de llaves privadas, hackeos o ambigüedad legal deja de ser una traba a la hora de invertir en Bitcoin a lo grande. 

Estos son temas muy relevantes para el inversor institucional.  Debemos recordar que cuando hablamos de capital institucional en realidad estamos hablando de dinero de otras personas. En la mayoría de los casos, estos fondos son fondos de fondos. Por ejemplo, la humilde enfermera está afiliada al sindicato de enfermeras. Los líderes de este sindicato siempre están luchando por un mejor contrato colectivo, pero al mismo tiempo cobran una cuota mensual a sus miembros.  En muchos casos, estas organizaciones ofrecen múltiples servicios como un seguro o una pensión de jubilación, entre otras cosas.

Sigue leyendo: El debilitamiento del dólar es una política de Estado. ¿Por qué?

Ahora bien, estos fondos por lo general son administrados por un tercero, porque la junta del sindicato normalmente no desea cargar con semejante peso. Entonces, por lo general, acuden a uno de estos administradores de fondos. Pero debemos recordar que no es fácil estar al frente de un sindicato. Nunca falta el rival político, el compañero envidioso o el miembro descontento que siempre están buscándole las cinco patas al gato para desprestigiar a la junta actual. Eso sin mencionar que las autoridades siempre están vigilando todos sus movimientos en busca de irregularidades o hechos de corrupción. Eso significa que tener Bitcoin en una cartera fría debajo del colchón es un gran no en este caso. Lo siento, puritanos, pero eso sería sumamente irresponsable. 

Lo que ahora tenemos es una gran triangulación. Los fondos colocan su dinero en un fondo de inversión y estos a su vez están colocando una porción de este dinero en Grayscale Bitcoin Trust. En diciembre del 2017, los compradores de Bitcoin eran principalmente inversores minoristas. Es decir, el taxista, el peluquero, el joven curioso, y el empresario aventurero. En un menor grado, contamos con la presencia de algunos fondos de riesgo y algunas oficinas familiares. Pero básicamente eran individuos usando su propio dinero. 

En estos momentos, el escenario es muy distinto. ¿Quiénes son los principales compradores en estos momentos? Bueno, PayPal, Square y Grayscale. Entonces, estamos hablando básicamente de compras indirectas. Ya no es el individuo usando su propio dinero y manteniendo su llave privada. Es la institución comprando en nombre de un colectivo. Irónicamente, palabras menos, palabras más, el sistema está siendo invadido por los intermediarios. Obviamente, una gran paradoja para un instrumento cuyo propósito principal es la eliminación de intermediarios. 

Los dogmáticos solucionan esta paradoja con la queja. Es decir, las mentes que nos soportan esta disonancia en su impotencia recurren a Twitter con sus lamentos. “PayPal no es Bitcoin”, etc. La vena libertaria dentro de la comunidad Bitcoin se indigna ante toda opción no individualista en el esquema anarcocapitalista. La frustración es natural. Pero eventualmente este grupo será el lado perdedor de la lucha. Los intermediarios están llegando y no están pidiendo permiso. Los dogmas no funcionan. 

No guste o no, la vida es paradójica. La única manera de sobrevivir es aprendiendo a vivir con las contradicciones cotidianas. La respuesta doble. ¿El matrimonio es bueno? Sí y no. ¿Soy feliz? Sí y no. ¿Es Bitcoin una criptomoneda descentralizada? Sí y no. ¿Grayscale es Bitcoin? Sí y no. 

Los cypherpunks que adoptaron Bitcoin en la etapa inicial lo hicieron por sus propiedades muy particulares. La descentralización, su portabilidad, el elemento pseudoanónimo, etc. De hecho, Bitcoin es una herramienta muy útil en algunos casos. Es el rey en la Dark Web. Es muy popular en los casinos en línea. Ocupa un rol destacado en la gig economy y en las remesas. Y es un instrumento muy importante en el mercado de divisas. Sobre todo, en lugares con restricciones cambiarias. Definitivamente que la adopción de Bitcoin, impulsada por sus características particulares, es la gasolina de todo el sistema, pero eso no quiere decir que no haya espacio para los especuladores. 

Sigue leyendo: ¿Bitcoin tomará el lugar del oro?

El arte normalmente tiene propiedades estéticas. El lugar ideal para colocar una obra de millones de dólares sería un museo o un gran salón. Entonces, poner un Dalí o un Picasso en una caja fuerte sería una trágica ironía. Algunos dirían que es una paradoja. Una obra de arte que nadie puede apreciar es un sinsentido que ofendería a muchos amantes del arte. Sin embargo, paradójicamente este es el destino de muchísimas obras de arte. ¿Por qué pagar millones de dólares por una pieza que nadie disfrutara? Bueno, la respuesta es sencilla. Por el dinero. En este caso, el arte es un activo especulativo. 

Ahora bien, la gasolina del arte son los amantes del arte. Pero eso no implica que los especuladores no pueden subirse en esa ola. En otras palabras, ambos mundos pueden coexistir. Y, de hecho, existen para el beneficio mutuo. En el fondo, no hay paradoja. Solo dos contextos distintos entrelazados. Lo mismo ocurre con Bitcoin. Los Bitcoin en mi cartera fría fortalecen los Bitcoin de Grayscale y Grayscale fortalece a los Bitcoin en mi cartera fría. El capital institucional es una bendición para todos. Los dogmáticos de la vieja escuela seguirán quejándose. Pero, bueno, total, en el mundo siempre hay grupos quejándose de todo. ¡Arriba, Bitcoin!