Estas últimas semanas en Cointelegraph hemos comentado acerca de la importancia e influencia de los mineros en algoritmos de Prueba de trabajo (POW por sus siglas en inglés). El poder de minado no es más que la velocidad con que las computadoras procesan la información en la red, entre mayor sea este número más seguro y robusta será la blockchain.
Pero como todo lo bueno tiene su contraparte. Los mineros representan una fuente significativa y continua de presión de venta para cualquier moneda de prueba de trabajo. Debido a que estos operan como negocios a grandes escalas enfrentan costos operativos recurrentes que deben ser cancelados o liquidados en moneda fiduciaria, en muchos casos estos costos abarcan las tarifas de servicios básicos como luz, agua, alquiler etc.
Como resultado, los mineros deben vender regularmente algunas de las monedas obtenidas de la recompensa por bloque con el fin de cubrir dichos costos operativo en moneda fiduciaria. dado que la minería de criptomonedas representa una industria perfectamente competitiva donde las ganancias buscan constantemente un estado estable de superávit económico cero, la mayoría de las recompensas de los mineros deben venderse por dinero fiduciario. Según Coinmetrics:
“La presión de venta de los mineros es significativa. Solo en 2018, los ingresos mineros de Litecoin totalizaron casi 5.3 millones de unidades nativas, equivalentes a USD 561 millones en dólares estadounidenses.”
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Aunque esta presión en las ventas puede ser contraproducente para el crecimiento de un activo POW esta no se encuentra exenta de los impactos externos. Para ser más precisos, solo hay dos circunstancias donde la fuerzas en las ventas mineras pueden ser mitigadas.
La primera puede venir como resultado de una reducción de la recompensa por bloque; Cuando esta ocurre la tasa de emisión se ve afectada en un 50%, representando una caída en la cantidad de monedas que se pueden minar todos los días y a su vez vender. Si bien la cantidad de monedas vendida por los mineros dependerá de varios factores como los costos de equilibrio en relación con los precios actuales y la especulación de los mineros a futuros, la cantidad máxima que estos que los mineros pueden llegar a vender se limita en un 50% como resultado del halving.
Por otro lado, en el instante que ocurre una reducción a la mitad, la recompensa por bloque se ve afecta de inmediato pero la dificultad minera no, permaneciendo constante hasta su ajuste. Durante ese tiempo, los mineros tendrán que gastar la misma cantidad de electricidad para extraer menos moneda, reduciendo los márgenes de ganancias y elevando el costo de equilibrio por encima del costo de producción para ciertos mineros ineficientes.
La segunda circunstancia puede derivar de una caída excesiva de los precios, cuando un activo se contrae desproporcionadamente las repercusiones se sienten en toda la blockchain, principalmente en la red de mineros. Al ver mitigadas sus ganancias entran en un estado de conmoción a medida que los costos operativos comienzan a exceder los ingresos producto de la extracción de bloques. Si los grupos mineros no son capaces de actualizar sus equipos o no cuenta con una maquinaria eficiente entonces el déficit en sus ingresos se agudizará obligándolo a desconectar los equipos que tengan menores ratio de ganancia, lo que conlleva a una disminución del hashrate y de la fuerza de ventas.
Algo similar ocurrió en noviembre del 2018 cuando los precios de los principales activos se desplomaron cerca de un 50%, muchos ASIC de Litecoin, Dash y algunos de Bitcoin dejaron de ser rentables para las granjas minera donde las tarifas eléctricas no eran las más económicas, llevándolos a desconectar dichos equipos.
Es por ello que el analista y socio de Adaptive Fund, Willy Woo ha introducido una nueva métrica la cual ayuda a los comerciantes a medir las condiciones del mercado de Bitcoin. La Bitcoin Difficulty Ribbon o Cinta de dificultad Bitcoin consta de 8 promedios móviles de los niveles de dificultad en BTC.
La métrica consiste en el vínculo entre los cambios en el nivel de dificultad y la presión de venta proporcionada por los mineros en el mercado. Cuando la dificultad de la red reduce su tasa de ascenso, los mineros menos eficientes van a la quiebra, dejando solo a los mineros fuertes (más óptimos) dentro de la red, esto hace que los gastos se reduzcan y que proporcionalmente se necesiten vender menos monedas para permanecer operativos. Es en ese punto cuando la cinta se comprime moviéndose negativamente (caídas rezagadas en el nivel de dificultad real) lo que representado el éxodo de mineros ineficientes abandonado la red.
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Como se comentaba anteriormente, estos mineros ineficientes representan una gran fuente de venta en el mercado de los activos POW, ya que están obligados a vender grandes cantidades de sus recompensas para cubrir los costos de producción. Con estos mineros fuera, la red queda con equipos más eficientes que venden menos recompensas.
De igual forma, cuando la cinta se comprime o se vuelve negativa el indicador sugiere que habrá menos presión de venta por parte de los mineros no óptimos y más espacio para una acción del precio alcista. Willy Woo señala que este fenómeno generalmente se observa al final de un mercado bajista. Es en ese tramo de espacio donde los inversionistas o comerciantes de Bitcoin deberían enfocar sus mayores puntos de compra para obtener los mejores rendimientos
Fuente: Will Woo charts
Las opiniones expresadas aquí son las del autor y no representan necesariamente las opiniones de Cointelegraph.com