La Blockchain Federal Argentina o (BFA) es una plataforma multiservicios segura y transparente que posee un alcance federal apoyado en Blockchain.

La BFA tiene como propósito desarrollar un ecosistema cooperativo para integrar servicios y operaciones de manera confiable. Este proyecto usa Tecnología de Contabilidad Distribuida (DLT) la cual deriva del Bitcoin, donde dos o más personas pueden realizar cualquier tipo de transacción sin ningún tipo de intermediario y está diseñado para soportar desarrollos y aportes de todos los sectores de la sociedad, sin la necesidad de trabajar con criptomonedas asociadas, es decir, favorece el desarrollo de servicios e iniciativas basadas en la innovación tecnológica.

Esta es la única red de Blockchain pública del país, patrocinada y administrada por el gobierno. El progreso y desarrollo de la Blockchain Federal Argentina se ha puesto en pausa debido a la transición política que presentó el país hace unos meses y ahora a la pandemia que ha desencadenado una emergencia sanitaria a nivel mundial.

Luego de la nueva política de gobierno que presentó Argentina, la BFA tenía previsto reiniciar su actividad a fin de marzo, ya que desde principios de Diciembre del año pasado la plataforma solo ha funcionado para permisos temporales a los socios que los solicitan, no obstante, debido a la expansión del coronavirus no logró retomar sus funciones.

Los datos que se comparten en esta red no deberían ser modificados, sin embargo, recientemente se emitió un boletín oficial que indica que la Blockchain Federal Argentina permitió la validación de un documento que contenía información referente a la pandemia del Coronavirus Covid- 19, donde mencionan algunas pautas que supuestamente se adoptaron para los empleados estatales en medio de esta situación. Dicha información resultó ser falsa, señaló el Gobierno  Nacional luego de publicar una segunda versión del mismo boletín que ya había sido certificado en la red.

Luego de que el sitio web del Boletín Oficial estuvo fuera de línea por varias horas las autoridades confirmaron que la página sufrió un hackeo en el sitio web de su gaceta oficial. El Boletín Oficial es una publicación legalmente aceptada en su edición impresa. Las leyes que han sido ratificadas y firmadas por el gobierno se publican y hacen oficiales a través de él.

Lo sucedido generó reacciones negativas en las redes sociales, donde fueron expuestos varios puntos de vista. Señalaron que es necesario investigar a fondo para encontrar y sancionar a los responsables.

Es incierto si el proceso de validación de este boletín se realizó a través de la participación de un usuario o si se llevó a cabo de forma automática para completar el proceso. Con esta situación se pone en evidencia el decaimiento, la vulnerabilidad y las fallas de seguridad que ha venido presentando la plataforma de la BFA.

Anteriormente el Boletín Oficial de la Nación Argentina certificó sus ediciones a través de la plataforma Open Timestamps (OTS), que es un sistema descentralizado que utiliza la red de Bitcoin para probar la existencia de documentos.Interactúa regularmente con servidores de calendario para agrupar peticiones y registrar atestaciones. 

No obstante, para el 2019 la validación de los documentos se realiza con la Blockchain Federal Argentina. De esta manera el Boletín Oficial admitió un mecanismo adicional para que los usuarios puedan comprobar la autenticidad y veracidad de la edición electrónica. Con el funcionamiento del BFA, el Boletín Oficial se suma como pionero a esta nueva plataforma adoptando este nuevo mecanismo de validación para sus usuarios.

Blockchain en la administración pública

Introducir nuevas tecnologías en el sector público puede ser una tarea compleja, que requiere generar capacidades al interior de la administración y reglas de juego claras para su adecuada implementación y, sobre todo, sentar las bases –regulatorias, presupuestarias, políticas– para su sostenibilidad. 

En la actualidad varias experiencias que utilizan la tecnología blockchain consisten en pilotos implementados  de  forma  aislada,  con  poca  relación  con  otras  instituciones  públicas  y  en muchos casos desplegados en paralelo al proceso de diseño de políticas públicas y al marco legal y regulatorio vigente. 

En parte esto puede deberse a la falta de madurez de la tecnología, que impide utilizar todos sus atributos a gran escala por cuestiones como la velocidad de las transacciones, el consumo de energía y el tamaño de los bloques . 

Sin embargo, varios de estos pilotos han generado incentivos positivos para fomentar la innovación pública, la eficiencia en la prestación de servicios y la digitalización de los sistemas.

La BFA fue un ejemplo en su momento de intentar lograr la adopción de la cadena de bloques en la administración pública y especialmente en una economía tan volátil como la argentina.

Cuando en octubre del 2019 se anunció la incorporación de nuevos integrantes del sector público y empresas privadas para incorporarse a la BFA, las expectativas por los casos de usos potenciales que se llevarían a cabo en la asociación estratégica eran enormes.

Para ése entonces, uno de los casos más interesantes fue el de las publicaciones del Boletín Oficial de la Nación bajo su propia cadena de bloques en vez de una pública como Bitcoin o Ethereum por el tema costos, que permitió a los usuarios llenar un formulario gratuitamente con el poder descentralizado y transparente que garantiza la tecnología disruptiva.

Por ahora, la BFA no ha logrado catapultarse al nivel deseado puertas adentro, pero sin embargo su actividad sigue vigente tal como reportaron el pasado 02 de abril en su cuenta oficial en Twitter sobre la incorporación de la Fundación Sadosky a su ecosistema. En caso de darse un apoyo gubernamental explícito a la tecnología por parte del gobierno de turno, será factible entonces ver mayor actividad en un futuro cercano, similar a los reportados durante su fundación.

Si bien la tecnología puede proveer una mayor transparencia e inmutabilidad en los procesos dentro de la administración pública, en última instancia dependerá de los funcionarios públicos encargados de mantener la BFA y potenciar su uso.

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