Las stablecoins han ganado mucha popularidad en los últimos tiempos. Ya no se usan solo para comprar y vender otras criptomonedas, sino que cada vez más personas las utilizan como dinero para pagar cosas o para ahorrar. Antes solo había unas pocas stablecoins, pero ahora hay muchas, y las crean principalmente empresas privadas.
Sin embargo, varios bancos y bancos centrales han dicho que también quieren lanzar sus propias stablecoins. Con tantas empresas y organizaciones interesadas y con nuevas reglas que se están creando, es normal preguntarse qué pasará con las stablecoins que ya existen. ¿Seguirán siendo populares? ¿Qué cambios traerá toda esta competencia y regulación?
La inclusión financiera a través de las stablecoins
Las stablecoins se han convertido en herramientas fundamentales para la inclusión financiera en los mercados emergentes, especialmente en regiones con economías volátiles o acceso limitado a los servicios bancarios tradicionales. Más allá de las transacciones de criptomonedas, las stablecoins se están utilizando en actividades financieras cotidianas como mantener dólares digitales, realizar pagos y llevar a cabo transacciones transfronterizas.
Entre las stablecoins, Tether (USDT) ha surgido como la más popular debido a su amplia red de efectos y liquidez establecida. Los índices de adopción son altos en muchos países.
Las stablecoins ofrecen un refugio contra la incertidumbre económica, proporcionando una alternativa estable a las monedas locales en regiones con alta inflación o monedas volátiles. Esto ha permitido a millones de personas preservar el valor de sus ahorros y realizar transacciones sin depender de sistemas bancarios locales a menudo inaccesibles o poco confiables.
Se espera que el uso de las stablecoins continúe creciendo, impulsado por su eficiencia, velocidad y accesibilidad para diversas transacciones financieras. En esencia, las stablecoins han transformado el acceso financiero en los mercados emergentes al ofrecer una alternativa confiable y accesible a los sistemas bancarios tradicionales. Esto ha permitido a millones de personas, especialmente en regiones con infraestructura financiera limitada, participar más plenamente en la economía global.
Las principales stablecoins
Tether, a menudo conocida como USDT, es una criptomoneda que se diferencia de otras monedas digitales debido a una característica especial. Está vinculada al dólar estadounidense; un dólar siempre vale lo mismo que ella. En general, Tether es una stablecoin creada para estabilizar el comercio de criptomonedas.
Tether funciona vinculando el valor de la criptomoneda al valor de un activo real, que es el dólar estadounidense.
La stablecoin USD Coin (USDC) ha arrasado en la comunidad de criptomonedas. En el inestable mundo de las criptomonedas, USDC, una moneda digital lanzada en 2018, ofrece un método de pago sólido y confiable porque está vinculada al dólar estadounidense. Cualquiera con una billetera Ethereum puede acceder a USDC, un token ERC-20 que funciona en la cadena de bloques Ethereum.
USDC ha surgido debido a su accesibilidad, apertura y estabilidad. Puede ser una opción preferible para comerciantes, inversores y empresas que buscan una moneda virtual estable que no esté sujeta a la volatilidad de otras criptomonedas como Bitcoin y Ethereum. Después de Tether (USDT), USDC es actualmente la segunda stablecoin más grande en términos de capitalización de mercado.
Binance USD es una stablecoin que tiene una proporción de 1:1 y se basa en el dólar estadounidense. Por lo tanto, un BUSD equivale a un dólar estadounidense.
Para proporcionar a los comerciantes una criptomoneda estable y confiable que no sea susceptible a la fluctuación de precios de otras criptomonedas, Binance es uno de los mayores intercambios de criptomonedas del mundo. BUSD se puede utilizar para el comercio, la inversión y la compra de bienes y servicios. Es accesible en el intercambio de Binance, además de otros intercambios conocidos.
El futuro de las stablecoins: un panorama incierto
Deutsche Bank es uno de los bancos más grandes de Alemania y del mundo. Aunque tradicionalmente se ha enfocado en servicios financieros tradicionales, ha mostrado un creciente interés en el mundo de las criptomonedas. Este interés se ha manifestado a través de estudios de mercado, inversiones en empresas de criptomonedas y, más recientemente, con la exploración de lanzar su propia moneda digital estable. Es decir, Deutsche Bank está buscando adaptarse a las nuevas tendencias del mercado financiero y explorar las oportunidades que ofrecen las criptomonedas.
Un reciente estudio del Deutsche Bank ha arrojado luz sobre las percepciones de los inversores respecto al futuro de las criptomonedas, especialmente de las stablecoins. A raíz del colapso de TerraUSD, que sacudió al mercado a mediados de 2022, la confianza en las stablecoins algorítmicas se ha visto considerablemente erosionada. Muchos inversores ahora dudan de la estabilidad de estas monedas, que prometían mantener un valor fijo vinculado a una moneda fiat como el dólar estadounidense.
A pesar de este pesimismo a corto plazo, el estudio revela un optimismo generalizado hacia las criptomonedas en sí mismas. El 65% de los encuestados cree que las criptomonedas eventualmente reemplazarán al efectivo como medio de pago principal. Esta visión positiva se basa en la creciente adopción de las criptomonedas y en su potencial para ofrecer transacciones más rápidas y económicas.
Sin embargo, la incertidumbre sobre el futuro de las stablecoins persiste. El colapso de TerraUSD ha dejado una profunda huella en el mercado, y muchos inversores son cautelosos a la hora de invertir en este tipo de activos. A pesar de esto, el Deutsche Bank, que ha expresado sus dudas sobre las stablecoins, ha anunciado sus planes de lanzar su propia moneda estable.
El problema no radica en la tecnología en sí, sino en la confianza en quienes la emiten. Una solución posible sería que los grandes bancos y los bancos centrales asumieran la emisión de estas monedas, desplazando así a los emisores actuales.
En efecto, la decisión del Deutsche Bank de lanzar una stablecoin, a pesar de sus reservas, sugiere que incluso los críticos reconocen el potencial de esta tecnología. Las stablecoins pueden desempeñar un papel importante en la inclusión financiera y en la facilitación de las transacciones transfronterizas. Sin embargo, es fundamental que se establezcan regulaciones claras y estrictas para garantizar la estabilidad y la transparencia de estas monedas.
Conclusión
En conclusión, el futuro de las stablecoins es incierto. Si bien el colapso de TerraUSD ha generado dudas sobre la viabilidad de estos activos, el optimismo generalizado hacia las criptomonedas sugiere que las stablecoins podrían encontrar su lugar en el ecosistema financiero. No obstante, debido a las regulaciones y a la competencia, es probable que las principales stablecoins del futuro no sean las mismas que dominan el mercado actualmente.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.