Se ha hablado mucho sobre la previsión de que la tokenización moverá billones de dólares hasta 2030 .

Este número cobró aún más peso después de la carta anual de Larry Fink, CEO de BlackRock, quien destacó la tokenización como la próxima generación de los mercados. Pero la cuestión central no radica en saber si estos billones aparecerán. 

La pregunta relevante es: ¿por dónde pasarán?

Lo que está en juego no es la creación de un nuevo mercado. 

Es la transformación de la infraestructura que ya mueve estos valores todos los días. Custodia, liquidación, crédito y captación son engranajes que hoy funcionan de forma fragmentada y manual. 

Con la tokenización, estos procesos pasan a ser programados en código, auditables en tiempo real y accesibles a un mayor número de inversores.

El dinero ya circula, lo que cambia es el camino

La previsión de billones a menudo se interpreta como una expansión artificial de la economía. 

Pero la realidad es otra. Los billones ya circulan en sectores como el agronegocio, el inmobiliario y el crédito corporativo. 

La diferencia es que, al migrar a una infraestructura tokenizada, estos flujos dejan de depender de conciliaciones manuales y pasan a seguir reglas autoejecutables.

Esto es lo que ya comienza a suceder en Brasil con operaciones estructuradas en la blockchain. 

Los Tokens de Inversión en Derechos Crediticios (TIDCs) son un ejemplo claro: el cálculo de PU es automático, los eventos quedan registrados en la blockchain y la auditoría se realiza de forma integrada. La transformación no está en el activo en sí, sino en el proceso que lo sustenta.

No es moda, es eficiencia operativa

La carta de Fink refuerza un punto esencial: la tokenización es eficiencia

Liquidación instantánea, estandarización de flujos y reducción de costos no son detalles técnicos, sino factores que definen la competitividad. 

Este es el motivo por el cual BlackRock defiende la inclusión de activos privados tokenizados en carteras de inversión. El interés no está en crear nuevos productos, sino en hacer más eficientes los que ya existen.

En Brasil, este movimiento dialoga con una madurez que ya supera la media global. 

Empresas, bancos y reguladores comienzan a ver la tokenización no como una innovación distante, sino como base operativa para los próximos años

Esto explica por qué, en sectores que siempre sufrieron con burocracia y costos elevados, la adopción está ganando velocidad.

Los billones dependen de preparación

Decir que la tokenización moverá billones no es lo mismo que afirmar que esto sucederá de forma automática. 

Para que este volumen sea absorbido, es necesario consolidar estándares técnicos, garantizar seguridad jurídica y, principalmente, construir confianza institucional

Este es el verdadero desafío que se impone a emisores, inversores y reguladores.

La transformación ya ha comenzado. El dinero no dejará de circular, pero la forma en que transita por el sistema financiero está cambiando de manera estructural. 

Los billones no vendrán de un mercado nuevo, sino de la capacidad de reorganizar lo que ya existe en una infraestructura más transparente, programable y accesible. 

Quien entienda esto ahora estará a la vanguardia cuando la previsión se convierta en realidad.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.