En vista que, de acuerdo a informes publicados semanas atrás con respecto a la banca venezolana, las cifras indicaron una amplia recesión en el sector, César Aristimuño, Director de Aristimuño Herrera & Asociados publicó a través del medio Banca & Negocios un informe donde comentaba y daba a conocer algunos puntos que según él, pudieran darle a una deteriorada banca venezolana, un papel relevante y protagónico dentro del sector financiero del país

En primer lugar dentro de su informe, Aristimuño recalcó como positivas las posiciones tomadas por el Gobierno para tratar de reactivar el crédito y señalò como conveniente a partir de ahora, plantear la necesidad de asumir decisiones adicionales que definitivamente fortalezcan al sector bancario, y no solo -comentó- para que supere los efectos de la profunda recesión que ha padecido, sino para que comience a crecer de “manera sostenida”.

“Creemos, sin duda, que la clave del crecimiento de la Banca es la digitalización integral de su operación, no solo de cara al cliente, sino en toda la estructura. Es el futuro, pero para el golpeado sistema venezolano es, sin duda, no una tabla de salvación, sino la mejor inversión posible, tanto para el presente lleno de incertidumbre como para el futuro más previsible”, dijo Aristimuño. 

Por otra parte, hizo señalamiento también de las múltiples opiniones existentes de hacia dónde debería evolucionar el sistema bancario venezolano. “Existen los que postulan la emergencia de un modelo especializado, con bancos regionales, internacionales, de inversión, hipotecarios, o quienes defienden el sistema de banca universal que ha demostrado ser muy eficiente en Venezuela”, comentó. 

“Para nosotros esa discusión es válida, pero primero hay que tomar medidas para que los bancos generen ganancias de manera sostenida en el tiempo y que operen en condiciones de estímulo a la competencia, en las que la Banca Pública sea un actor más, sin ventajas ni privilegios, porque entendemos que tiene un rol relevante para la sociedad”, agregó. 

Asimismo hizo mención a otra sugerencia realizada por él y su grupo hace un tiempo atrás donde, de acuerdo a él, se indicó que es necesario, permitir a las entidades bancarias limpiar sus carteras de activos para liquidar activos inmovilizados, en función de generar más recursos para capitalizarse para poder  invertir.

También  comentó que era relevante que las medidas asumidas por el Banco Central la semana antepasada sobre la rebaja del encaje legal y la habilitación de la cartera de captaciones en moneda extranjera para incrementar el crédito no se quedarán en los limitados términos anunciados, sino que a medida que pasase el tiempo, fuesen evolucionando hacia una mayor apertura, en función de satisfacer las reales necesidades de apalancamiento que tienen las empresas y las personas en su rol de productores y consumidores dentro de Venezuela, respectivamente.

“En este clima de diálogo entre la Banca y el Gobierno –que indudablemente respaldamos- creemos que la estrategia central es crear las condiciones para que las instituciones presenten y ejecuten planes de digitalización que redunden en servicios más económicos y eficientes”, manifestó. 

“En este modelo, los bancos más pequeños, que hoy representan los mayores riesgos del sistema, por la concentración de las principales actividades en un grupo pequeño de instituciones más grandes, tendrán mejores posibilidades de sobrevivir y obtener las economías de escala necesarias para crecer”, destacó Aristimuño.

En este sentido, Aristimuño hizo un llamado a generar y crear las condiciones para crear un mercado más abierto y competitivo, dado que de acuerdo a él, no encuentra  como una salida la necesidad de estimular una mayor concentración del mercado o una vía para tener una Banca más sólida; de hecho  -indica Aristimuño- “la excesiva concentración del mercado termina por perjudicar a los clientes al desestimular la innovación y deteriorar, inevitablemente, la calidad de los servicios.”

“Hay experiencias visibles en el mercado bancario de cómo entidades con redes de agencias limitadas y con estructuras más livianas están ganando terreno como marcas emergentes gracias a una estrategia consistente de adopción de nuevas tecnologías financieras, donde la seguridad, rapidez, creatividad en el diseño y diversificación de productos y servicios, generan cada vez más valor al cliente”, indicó. 

Por último, Aristimuño dejó claro que la recuperación de la banca, la cual describió como un asunto a priori, es tarea de todos, y además sostuvo que la misma tiene ahora una oportunidad única para cambiar radicalmente su estructura y crecer rentablemente. “A pesar de las condiciones actuales, es posible que el país logre consolidar uno de los sistemas financieros más modernos y vanguardistas de América Latina”, concluyó. 

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