Durante la última semana, vimos como el precio de Bitcoin vino descendiendo lentamente para luego desplomarse en los últimos días. Ahora estamos en caída libre. El rally de octubre perdió su relevancia y hoy parece que nunca pasó. Estamos en rojo intenso y todo parece un gran charco de sangre. Ahora, muchos temen que podríamos retroceder a la banda de los 4000 mil dólares. El pánico invadió el mercado y todos estamos con las manos en la cabeza. ¡Sálvese quien pueda! Llegó el ataque de los osos.
No tenemos otra opción que entrar en especulaciones sobre las posibles causas de este colapso. Todo nos lleva a pensar que el epicentro de la tragedia viene de China. Porque el Gobierno de dicho país está emitiendo señales claras que la prohibición de Bitcoin no es un chiste y la comunidad cripto se dio cuenta que obviamente malinterpretó las recientes declaraciones del presidente chino en relación de la tecnología blockchain. Sí, los chinos quieren desarrollar soluciones blockchain, pero no quieren saber nada de Bitcoin y las demás criptomonedas. Es decir, esta caída puede ser la consecuencia de un corazón roto y desilusionado. Ahora bien, hablemos de los criptonoticias más populares de la semana.
¿Tienes Bitcoin? La Reserva Federal de EE. UU. advierte que el crecimiento de la deuda nacional “no es sostenible”
Por supuesto que la situación actual no es sostenible en el tiempo. Vivimos en un mundo hipotecado. La prosperidad de la última década en gran parte es ilusoria, porque se ha financiado con deuda. En estos momentos, la deuda pública y privada supera la producción. Los datos macroeconómicos no están tan mal, pero esconden una realidad preocupante. No estamos solventes. Debemos hasta los calzones. Los libros, sobre todo en Estados Unidos, se han manejado con una gran irresponsabilidad. Tarde o temprano, la realidad nos romperá el rostro. Claro que esto no podrá continuar para siempre. La crisis llegará y llegará con mucha fuerza. El asunto es que la deuda algún día debe pagarse. En realidad, es pan para hoy, pero hambre para mañana. Sobre todo, si nos endeudamos para ir de fiesta como lo hemos hecho. Esta burbuja explorará eventualmente y no tendremos más opción que ajustarnos el cinturón. Sí, eso será muy doloroso.
El presidente Donald Trump, por supuesto, no quiere ser el aguafiestas que interrumpa la diversión. Por razones políticas, él es el primer interesado en continuar con la ilusión. El próximo año es año electoral y los políticos saben muy bien que al pueblo hay que darle pan y circo. El pequeño gran detalle es que la deuda en realidad es dos cosas. Es pasivo y activo al mismo tiempo. Cuando los bancos prestan dinero, en realidad, están imprimiendo dinero de la nada. El préstamo se convierte en pasivo para el deudor y activo para el prestamista. Lo mismo ocurre cuando el Gobierno emite bonos para cubrir su déficit fiscal. La Reserva Federal (FED) crea dinero de la nada para comprar esos bonos. Estos bonos son pasivos para el Gobierno y activos para la Reserva. Eso llena la calle de liquidez y crea la ilusión de prosperidad. Sin embargo, esta deuda, tanto la pública como la privada, por lo general, se utiliza para el consumo y no para la producción. Entonces, llega un punto cuando la deuda se hace tan grande que los deudores no pueden honrar sus compromisos. Las quiebras se vuelven una consecuencia natural. Sufre el prestamista porque pierde su activo y sufre el deudor porque pierde poder adquisitivo. Es esto lo que llamamos crisis.
“El Plan A ha fracasado”: La deuda global alcanza los USD 255 billones o 12.1 millones por Bitcoin
La deuda de Estados Unidos actual es de 23 billones de dólares. Este monto es superior al producto interno bruto que es de aproximadamente 21 billones. Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, ha dicho que esto no es “sostenible”. Sin embargo, confiesa que la deuda no le intimida. Él dice eso, probablemente, porque ellos pueden imprimir dinero de la nada para pagarla. Además, esa deuda en el fondo es un juego contable. La Reserva Federal imprime dinero de la nada y se lo da al Gobierno. El Gobierno le debe ese dinero a la Reserva, pero el Gobierno siempre puede pedir más dinero prestado para pagar. Después de todo, prácticamente son lo mismo, Gobierno y FED.
Eso es verdad para todos los países, pero Estados Unidos tiene una gran ventaja. Estados Unidos no tiene “deuda externa”. Es decir, puede pagar sus deudas con su propia divisa (que puede imprimir de la nada). El resto de los países no tienen ese privilegio. Sin embargo, lo que Powell se le olvida mencionar es que las personas no comen billetes. La economía real necesita producir bienes y servicios. La balanza comercial de Estados Unidos, en estos momentos, es negativa. En otras palabras, produce menos de lo que consume. Y ha podido sostener eso, porque el resto de los países del mundo envían sus productos al país de Micky Mouse a cambio de los papeles que imprime la FED. Cuando los demás países dejen de aceptar ese dinero de monopolio, las cosas se podrán color de hormiga. Si Estados Unidos continúa con su indisciplina e irresponsabilidad, el todo poderoso dólar podría perder su trono. Algo que sería devastador.
Andrew Yang entregará dinero a todo el mundo “literalmente”-Como lo hizo OneCoin
Bueno, lo que el candidato Andrew Yang realmente está proponiendo es un ingreso básico universal. La idea no es nueva. De hecho, no es tan mala como suena. ¿Por qué? El dinero fíat es dinero fiduciario que imprime el Gobierno. En otras palabras, es un dinero sin valor intrínseco, pero con valor de intercambio porque se impone por un decreto gubernamental. Este dinero fíat se crea de la nada y se distribuye a través de los bancos y el Gobierno. Aquí entra en juego el efecto Cantillon. Este efecto se podría traducir de la siguiente manera: quien parte y reparte se lleva la mejor parte. Como la producción y distribución del dinero fíat es centralizada, eso estimula la desigualdad. En cambio, si el dinero fíat se llega a distribuir de forma universal y equitativa, en teoría, esto podría fomentar la igualdad.
Sin embargo, el problema con implementar un ingreso básico universal es muy similar al problema con el dinero fíat centralizado. Existe el peligro que este dinero se utilice casi todo para el consumo y no para la producción, generando inflación. El sistema actual, en teoría, soluciona este problema, porque todo el dinero nuevo supuestamente debería destinarse a la producción de bienes y servicios. Los bancos deberían prestar dinero para fines productivos y el Gobierno debería usar ese dinero nuevo para la inversión social. Pero la triste realidad es que este no es el caso en la práctica. Los bancos prestan principalmente para el consumo, y el Gobierno gasta mucho e invierte poco. Entonces, quedamos en lo mismo, pero con desigualdad. Con fíat, oro, Bitcoin o conchas de mar, la economía real crece con producción. Hay que trabajar, queridos amigos.
“No dejes tus monedas en los exchanges”, dice criptoempresario que perdió todos sus activos
El esclavo que anhela libertad debe entender que la libertad tiene un costo. Si no queremos depender de nadie, debemos aprender a depender de nosotros mismos. Es muy difícil dejar el nido, pero si queremos volar, tenemos que hacerlo. Libertad es responsabilidad. El tema de la custodia es complicado. Mucho dinero se ha perdido por confiar en los demás. Pero también es cierto que muchísimo dinero se ha perdido en manos propias. Parece increíble pero hay personas que confían más en terceros que en ellos mismos con su dinero. Bueno, es natural confiar en la seguridad del grupo. Porque cuando estamos solos, bueno, estamos solos. El otro día escuche de un caso sumamente curioso sobre un empresario que tenía sus bitcoins en una cartera fría y anotó su semilla y claves en un papel. Un día su casa se inundó, y perdió la cartera y el papel. ¿Quién nos puede ayudar en estos casos? Mandrake, el mago. Ese es quién. Es decir, nadie. La única opción es convertirnos en paranoicos de la seguridad. Diseñar plan A, B, C y hasta Z.
Experto: Bitcoin podría “caer a cero” por la adopción institucional
La adopción masiva de Bitcoin por parte de las grandes instituciones financieras se considera como una necesidad por la mayoría de nosotros. Sin embargo, sí existe una minoría que piensa lo contrario. Uno de estos es el Dr Pavel Kravchenko. Según Kravchenko, la entrada del capital institucional podría generar una presión regulatoria perjudicial para el sistema. Y esto podría afectar el carácter no censurable de Bitcoin y, por ende, quitarle uno de sus elementos más valiosos. Es probable que las autoridades no resistan la tentación de censurar los bitcoins que consideren “sucios”. Eso perjudicaría enormemente a Bitcoin porque golpearía su fungibilidad. ¿Cómo es eso? Supongamos que usamos Bitcoin para comprar un artículo considerado ilegal en una determinada jurisdicción. Las autoridades podrían ir a la cadena de bloques y etiquetar estos bitcoins como “sucios”. Luego, exigirles a los exchanges y a las demás criptoempresas prohibirlos. Entonces, tendríamos bitcoins “buenos” y bitcoins “malos”. Los “malos” por supuesto no tendrían el mismo valor. ¡El desastre!