Elon Musk ha sacudido el árbol de Twitter desde que se hizo cargo de la plataforma de microblogging a finales de octubre. Su último movimiento ha provocado un éxodo de empleados y el cierre de oficinas.

A principios de esta semana, Musk envió un ultimátum por correo electrónico al personal de Twitter en el que les decía que debían comprometerse a "trabajar muchas horas a gran intensidad" o abandonar sus escritorios antes del jueves 17 de noviembre.

Un gran número de ellos ha optado por la segunda opción, que se entiende que incluye una indemnización de tres meses, lo que ha provocado el cierre temporal de las oficinas de la empresa, ya que cientos de empleados se han marchado, según los informes.

Twitter también anunció que suspendería temporalmente el acceso a las tarjetas de identificación hasta el lunes 21 de noviembre, pidiendo al personal que "se abstenga de hablar de información confidencial de la empresa en las redes sociales, con la prensa o en cualquier otro lugar".

Según una encuesta realizada en la aplicación laboral Blind a 180 personas, el 42% eligió la respuesta "Tomando la opción de salida, ¡soy libre!", informó Reuters el 18 de noviembre. En otra encuesta, la mitad de los encuestados estimó que el 50% de la plantilla se iría.

Los empleados no son los únicos que huyen de Twitter tras las acciones de Musk; los usuarios han buscado alternativas. Una que ha salido a la luz recientemente es Mastodon, que ha visto cómo se disparan los nuevos registros.

La red social descentralizada es una federación de servidores interconectados y operados de forma independiente que funcionan con software de código abierto.

El 12 de noviembre, Mastodon afirmó que había añadido más de un millón de nuevos miembros desde que se cerró el acuerdo con Twitter. El 3 de noviembre, el MIT informó que Twitter había perdido el mismo número de usuarios desde la adquisición por parte de Musk.

El ex CEO de Twitter, Jack Dorsey, también presentó en octubre su red social descentralizada, Bluesky Social, que pretende darles a los usuarios el control sobre sus datos y contará con cuentas de usuario portátiles y acceso a "un mercado abierto de algoritmos".

Dorsey espera que su plataforma impulsada por bitcoin aleje a los usuarios de las redes sociales centralizadas y llenas de estafas y spam de la Web2.

Dorsey ya se negó a aceptar el cargo de CEO en Twitter, ya que Musk dijo esta semana que quiere que otra persona lo dirija.

Por su parte, Elon Musk se lamentó de los sinsabores de dirigir una red social tras conocerse la noticia del éxodo de empleados:

En otro tuit en el que respondía a las preguntas del fundador del blog de cultura pop Barstool Sports, Dave Portnoy, Musk dijo que "no estaba superpreocupado" ya que "la mejor gente se queda".

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