El Reino Unido está redoblando sus esfuerzos para impulsar el sector tecnológico del país. Las autoridades anunciaron la financiación de un nuevo grupo de trabajo sobre inteligencia artificial (IA). 

Según se anunció el 25 de abril, el Primer Ministro y el Secretario de Tecnología del Reino Unido destinarán 100 millones de libras esterlinas (USD 124.8 millones) a la financiación inicial de un grupo de trabajo que acelerará la preparación del país para la IA.

El Primer Ministro, Rishi Sunak, afirmó que la IA ofrece muchas oportunidades de crecimiento económico y avances en sanidad y seguridad.

“Al invertir en tecnologías emergentes a través de nuestro nuevo grupo de trabajo de expertos, podemos continuar liderando el camino en el desarrollo de una IA segura y confiable como parte de la configuración de una economía del Reino Unido más innovadora”.

El grupo de trabajo se encargará de "garantizar las capacidades soberanas", que incluyen los servicios públicos, junto con el fomento de una amplia adopción de "modelos de cimientos seguros y fiables". Esto coincide con el compromiso del Reino Unido de convertirse en una superpotencia científica y tecnológica para 2030.

Según el anuncio, los primeros proyectos piloto de uso e integración de la IA se centrarán en los servicios públicos y se espera que se pongan en marcha en los próximos seis meses. Los legisladores del Reino Unido ya han diseñado una inversión de 900 libras (USD 1,100 millones) en tecnología informática.

Al mismo tiempo, las autoridades británicas abogan por una "inteligencia artificial segura", lo que significa regular la tecnología para "mantener a salvo a las personas" sin limitar la innovación. 

Michelle Donelan, Secretaria de Ciencia, Innovación y Tecnología del país, afirmó que si "se desarrolla de forma responsable", la IA puede transformar todos los sectores.

“Esto asegurará que el público y las empresas tengan la confianza que necesitan para adoptar esta tecnología con confianza y aprovechar plenamente sus beneficios”.

Este desarrollo se produce poco después de que el Tesoro del Reino Unido decidiera resucitar su Grupo de Trabajo de Gestión de Activos con un enfoque renovado en el desarrollo de la regulación de las criptomonedas. La noticia incluía que Brian Armstrong, CEO de Coinbase, ayudaría a asesorar a los reguladores sobre legislación y fiscalidad entre los bancos y la industria fintech. 

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