El próximo año es año electoral en los Estados Unidos. Las elecciones presidenciales coinciden con las parlamentarias, y lo único seguro es que la tensión no tendrá fin. El presidente Donald Trump ya puso su nombre como candidato para la reelección y los demócratas están atravesando un duro proceso de primarias. En un país sumamente polarizado y dividido, el centro político prácticamente ha desaparecido. Al parecer, todos somos extremistas ahora y los moderados se mudaron a otro planeta. El debate público se ha deteriorado muchísimo. La discusión política dejó de ser una conversación civilizada, y ahora estamos ante una guerra campal, no entre ciudadanos respetuosos y tolerantes, sino entre enemigos mortales. En este contexto, el polémico informático John McAfee anuncia su candidatura. ¿Locura? ¿Espectáculo? ¿Golpe de opinión? Aprovechemos esta ocasión para hablar un poco de política, de las próximas elecciones estadounidenses, y de la importancia que podría tener la candidatura de McAfee en la promoción de Bitcoin.

¿Quién John McAfee? McAfee es un controversial empresario e informático estadounidense conocido principalmente por ser el creador del famoso software Antivirus McAfee. En la década de los 80s, con el auge del computador personal también surgió la necesidad de eliminar los virus informáticos. La revolución informática había nacido, pero con ella nacieron también nuevos peligros. Los virus generaron mucho alarmismo en los medios. En algunos casos, el miedo era justificado. Sin embargo, en otros casos, se exageraba mucho. En el cine y la televisión de la época, no era rara ver como el villano hackeaba una computadora en cuestión de segundos con tan solo un disquete 3 ½ de 1.4 MB y de ese modo lograba obtener el control absoluto de todo el arsenal nuclear del planeta. Bueno, en ese boom, John McAfee y su compañía florecieron. En poco tiempo, el antivirus McAfee se convirtió en el antivirus más popular del mundo. 

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McAfee estuvo en control de la compañía que fundó por unos años, de 1987 a 1994. Pero luego renunció. Eventualmente, la compañía pasó a manos de Intel que la adquirió en el 2011. McAfee hizo fortuna. Estamos hablando de que según algunas estimaciones su fortuna ha podido estar en el 2007 en la banda de los 100 millones de dólares. Sin embargo, la crisis del 2008 golpeó muchísimo sus inversiones. Algunos reportes estiman que su fortuna descendió a tan solo 4 millones de dólares debido a la crisis. A través de los años, ha sido acusado de muchas cosas. Por un tiempo vivió en Belice y ese periodo fue particularmente polémico. Fue acusado de violación, de tráfico de estupefacientes, de asesinato y de un par de cosas más. Escapó de Belice en el 2013 y regresó a los Estados Unidos. Después entonces, ha estado involucrado en varias compañías tecnológicas y en el mundo de las criptomonedas

En estos momentos, se encuentra en un exilio “forzado”, porque, al parecer, lleva más de diez años sin pagar sus impuestos y el tío Sam lo está buscando para ponerle los ganchos. Entonces, este año ha estado navegando por el mar Caribe con sus perros, su esposa, y sus guardaespaldas, armado hasta los dientes. Claro que su vida de fugitivo no le impide tener una fuerte presencia en las redes sociales, porque llamar la atención es una de las pasiones de nuestro polémico amigo John McAfee. Recientemente, anunció su candidatura de la presidencia de los Estados Unidos. Es en serio. Según un mensaje en Twitter, dejará muchas de sus actividades para dedicarse exclusivamente a la campaña. En enero, comienza formalmente. Esta será por supuesto una candidatura simbólica. Será un show mediático más que otra cosa. Él mismo admite esto. Sin embargo, las candidaturas simbólicas en política no son del todo malas. Por lo general, son ideales para difundir un mensaje, porque pueden captar mucha atención de los medios.  

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En las próximas elecciones presidenciales de los Estados Unidos, el candidato del Partido Republicano es por supuesto el actual presidente Donald Trump. El comité nacional del partido ya ha expresado que estarán apoyando al actual presidente para la reelección. Su administración ha estado llena de controversia. Hemos tenido de todo un poco, acoso sexual, conflicto de intereses, declaraciones falsas, racismo, violación de derechos humanos, abuso de poder, supuestos hechos irregulares con su fundación, etc. Ciertamente, Trump es un personaje que divide. Algunos lo aman y lo ven como la salvación. Y otros lo consideran como el peor de los peores. En estos momentos, hay un juicio político en su contra y las cosas se están complicando cada vez más. Sin embargo, Donald Trump tiene una base de seguidores muy fuerte. El hombre despierta pasiones y para muchos es una especie de mesías. 

En el lado del Partido Demócrata, el asunto es también complejo. Es cierto que muchos consideran a Trump como un troglodita insoportable. Sin embargo, tampoco encuentran una alternativa que inspire confianza. Muchos piensan que los candidatos demócratas están muy a la izquierda. Parece una pelea solo entre radicales. A veces da la impresión de que los moderadores no tienen representación. Solo hay locos de derecha y locos de izquierda. Elizabeth Warren y Bernie Sanders son muy populares en algunos sectores, pero son algo extremistas. Joe Biden y Michael Bloomberg son más moderados, pero está por verse si logran atraer más votantes. La gran revelación últimamente ha sido Pete Buttigieg. Su juventud lo distingue de los demás favoritos. Es millennial, ex militante y abiertamente gay. Se posicionó entre los favoritos prácticamente de la nada. Pasó en muy poco tiempo de ser un desconocido alcalde de una pequeña ciudad a convertirse en la gran sorpresa. Pero, bueno, todavía falta mucho tiempo y cualquier cosa puede pasar. 

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Ahora hablemos específicamente del Partido Libertario. Estados Unidos es básicamente un país políticamente bipartidista. Si no eres republicano o demócrata, es sumamente improbable que logres captar mucha atención del público. Sin embargo, han existido terceras opciones que han causado algo de ruido en el pasado. Ralph Nader y Ross Perot despertaron cierto entusiasmo en su momento. El problema es que las personas se abstienen de votar por estas terceras opciones porque piensan que resultan perjudiciales en la práctica. Por ejemplo, muchos progresistas votaron por Ralph Nadar en las elecciones presidenciales del 2000. En estas elecciones, George Bush hijo obtuvo el triunfo. Para los votantes de Ralph Nadar, Al Gore era mil veces mejor opción que Bush. Sin embargo, Gore perdió por muy poco y los votos de Nadar, irónicamente, le habrían dado la victoria. Entonces, a veces es mejor ganar votando por el menor de dos males que votar por el mejor candidato, pero siempre perder. Este es el dilema de los terceros partidos.

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Volviendo a McAfee, esta sería la segunda vez que McAfee pone su nombre como candidato presidencial. En la última elección, se presentó en las primarias del Partido Libertario, pero perdió. En esa oportunidad, ganó la nominación el exgobernador de Nuevo México, Gary Johnson. Y no lo hizo nada mal. Obtuvo más de 4 millones de votos (3.29%), un récord histórico para el Partido Libertario. Pero aquí viene McAfee otra vez. Como libertario o independiente, ha dicho claramente que no piensa que tiene oportunidad de ganar. Entonces, estamos ante una candidatura simbólica. Según ha comentado él mismo, su intención principal es promover Bitcoin, las criptomonedas y la criptoeconomía. 

McAfee es un sujeto sumamente excéntrico. De hecho, está un poco chiflado. Bueno, más que un poco. En realidad, está de manicomio. Por supuesto que le faltan varios tornillos de la cabeza. Jamás ni nunca tiene el capital político ni la credibilidad para ser presidente de ningún país. Es más, probablemente no sería muy bueno como presidente de la junta de condominio de un edificio pequeño. Sin embargo, no podemos negar que el sujeto se expresa muy bien en público y goza de cierto carisma. Él habla y los demás (por lo general) escuchan. Como evento mediático, su candidatura podría resultar interesante. No sería gran cosa y seguramente no pasará a mayores. Pero sería algo de relativa curiosidad. No creo que perjudique a Bitcoin. De hecho, le podría dar un poco de publicidad gratis. Y, bueno, como no existe la mala publicidad…