Jelena McWilliams, presidenta del Consejo de Administración de Corporación Federal de Seguro de Depósitos, o FDIC por sus siglas en inglés, ha dicho que la agencia está trabajando con otros reguladores estadounidenses para explorar "bajo qué circunstancias los bancos pueden participar en actividades relacionadas con criptoactivos".

En un discurso en la conferencia de tecnología financiera Money20/20 el 25 de octubre, McWilliams dijo que la FDIC, en coordinación con la Reserva Federal y la Oficina del Contralor de la Moneda, está buscando proporcionar claridad regulatoria para los bancos que manejan criptoactivos, incluyendo stablecoins. La presidenta dijo que la FDIC planeaba emitir "una serie de declaraciones políticas" en los próximos meses sobre las directrices para los bancos.

Según McWilliams, las stablecoins tienen muchos beneficios potenciales para los consumidores, como pagos más rápidos, baratos y eficientes. Sin embargo, afirmó que si "una o varias se convirtieran en una forma de pago dominante en Estados Unidos o a nivel mundial" podría haber efectos significativos en la estabilidad financiera de ese país al dejar de tener fondos en bancos asegurados.

"Para aprovechar los beneficios potenciales que ofrecen las stablecoins, teniendo en cuenta los riesgos potenciales, estas deben estar sujetas a una supervisión gubernamental bien adaptada", dijo el presidente de la FDIC. "Esa supervisión debe basarse en que las stablecoins emitidas desde fuera del sector bancario estén realmente respaldadas 1 a 1 por activos seguros y de gran liquidez".

Las declaraciones de McWilliams se produjeron el mismo día en que Bloomberg informó que muchos reguladores estadounidenses habían acordado que la Comisión de Bolsa y Valores dirigiera los esfuerzos del país para regular las stablecoins. El Departamento del Tesoro dijo en julio que estaba estudiando la creación de un tipo de carta bancaria para los emisores de stablecoins.

La aparente falta de claridad regulatoria sobre los activos digitales en Estados Unidos ha sido un problema para muchas empresas que temen acciones legales u otras formas de medidas gubernamentales. Algunos legisladores han propuesto una legislación para que los reguladores estadounidenses trabajen con los participantes en el espacio de las criptomonedas para definir mejor lo que se espera de ellos.

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