Definición de inclusión financiera

Con frecuencia, es común que en los eventos realizados sobre blockchain y criptoactivos en algún punto surja el concepto de “inclusión financiera” como un estandarte para la justificación de proyectos a través de esta tecnología. En cierto sentido, es probable que sí lo sea, sin embargo, al día de hoy no se cuentan con análisis a posteriori que permitan corroborar dicha hipótesis. Aunque blockchain se ha destacado por ser una tecnología que promete “disrupción”, también podría ser que nos encontremos ante una idea poco trabajada en materia de inclusión financiera y su relación con blockchain.

Para empezar, lo primero que necesitaríamos, es contar con una definición real y acotada de “inclusión financiera”. La definición de Varghese y Viswanathan (2018 pp. 2) indica que la inclusión financiera es el "acceso a productos y servicios financieros apropiados, de bajo costo, justos y seguros por parte de los proveedores de servicios principales". Lo anterior converge en una mayor penetración de los servicios financieros y no sólo se limita a cuentas bancarias, sino que también se establece una necesidad de programas sociales de desarrollo.

Ahora bien, una pregunta fundamental que podríamos plantear es si, otorgar tecnología en una región, ¿es sinónimo de inclusión financiera? Dentro de la problemática, se requiere considerar en primera instancia con qué capacidad cuenta una región para que pueda participar dentro de un mercado financiero, comercial y laboral. Lo anterior, es fundamental porque de eso dependerá el crecimiento de indicadores de progreso económico como el Producto Interno Bruto (PIB), empleo, pobreza, salud, por mencionar algunos. En ese sentido, el Banco Mundial (2019), destaca que es necesario contar con indicadores clave a nivel nacional e internacional que permitan realizar la medición de la inclusión financiera, los indicadores considerandos por el Banco son:

  • Personas mayores de 15 años con una cuenta bancaria.
  • Mujeres mayores de 15 años con una cuenta bancaria.
  • Volúmenes de pagos digitales realizados o recibidos.
  • Salarios recibidos o pagos de transferencias gubernamentales directamente a una cuenta.
  • Número de puntos de venta de proveedores móviles registrados.
  • PYME con una cuenta en una institución financiera formal.

Con base en la lista de indicadores clave citados en párrafos anteriores, un gran porcentaje de análisis se fundamenta en el alcance de productos financieros a mujeres y personas de la tercera edad pero, de manera más específica, los análisis tendrían que profundizar más; por ejemplo, de esos sectores, ¿cuáles son las características que impulsan la adopción de la tecnología? Algunas podrían ser: la ubicación, educación, ingresos, por mencionar algunas. Esto resultaría interesante ya que, dentro de las investigaciones, se ha destacado que el comportamiento de la adopción tecnológica por parte de las personas, se encuentra acompañada de la disposición de programas de gobierno y apoyo institucional. En ese sentido, las métricas son importantes puesto que, pensando en regiones rurales, sería difícil cuantificar el impacto si no se tiene certeza de cómo los proveedores de servicios financieros pueden abonar a la adopción en casos donde la información se transmite de manera oral.

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Ahora bien, es necesario detenernos en el análisis del concepto de inclusión financiera puesto que, con base en la definición inicial, el objetivo principal es “dar el acceso”, es decir, encontrar la manera de cómo acercar productos financieros y esto, no necesariamente tendrían que ser a través de la tecnología; no obstante, la mayoría de las investigaciones coinciden en que, un país con mayor desarrollo tecnológico, tiene mayores posibilidades de erradicar el rezago Con base en Lee (2017) , para que exista una recuperación adecuada en los países, es necesario contar con la democratización de la tecnología, es decir, que todos cuenten con las mismas oportunidades.

Entendemos entonces que la inclusión financiera, es un conjunto de variables que no necesariamente contemplan como un sinónimo a la tecnología. Si bien es cierto la tecnología representa una herramienta, no es una condicionante que su creación o implementación pueda considerarse como un equivalente a un aumento de inclusión financiera.

Algunos países han declarado como prioridad nacional el tema de inclusión financiera, por ejemplo India. En dicho país, se determinó en 2014 que la población rural contara con una cuenta bancaria (Banerjee, 2014), sin embargo, no ha prosperado como se hubiese esperado y esto tiene una razón: no se cuenta con acceso físico a las instituciones financieras, además de que no se realizó un análisis fundamentado sobre cómo una cuenta bancaría de algún poblador, podría contribuir al desarrollo económico; además, pensando en la existencia de niveles de analfabetismo altos, ¿cómo podría una persona en dichas condiciones tener un conocimiento claro sobre el funcionamiento del sector financiero? Lo anterior resulta complejo pensando en el grado de indefensión en el que se encuentran las personas en sectores rurales; por lo tanto, en este caso el problema es de educación. Nuevamente se observa una falta de creación de valor y es que, es necesario enfatizar que, otorgar tecnología no significa crear desarrollo.

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A pesar de lo anterior, el Banco Mundial sigue considerando que existe un aumento en la inclusión financiera por el simple hecho de haber aumentado 3% el número de personas que obtuvieron una cuenta bancaria de 2014 a 2017. Esto como ya se destacó en el párrafo anterior, puede que no tenga tanto sentido si consideramos la poca usabilidad que podrían tener y que sería crucial para cuantificar el desarrollo.

En las diferentes reuniones entre el Banco Mundical y el Fondo Monetario Internacional, se establecieron compromisos entre los países para contar con acceso financiero universal para 2020 (UFA2020) los cuáles se priorizarán en 25 países y algunas de las estrategias son:

  • Crear un entorno regulatorio para permitir el acceso a las cuentas de transacciones.
  • Extender puntos de acceso.
  • Impulsar la escala y la viabilidad a través de programas gubernamentales de alto volumen, como transferencias sociales, en esas cuentas de transacciones
  • centrándose en llegar a las poblaciones desfavorecidas, como las mujeres y los productores rurales. 
  • Fomentar los servicios financieros, para pasar del acceso a las finanzas al uso de cuentas.
  • Trabajar las cadenas de valor críticas en países prioritarios para digitalizar pagos , y creando acceso a otros servicios financieros como ahorros, seguros y crédito.

Este último punto es uno de los factores clave para crear inclusión financiera. En ese sentido, blockchain podría abonar a facilitar dicha interacción, es decir, realizar esa conexión entre las cadenas de suministro y las redes internacionales.

Analizando las bondades de blockchain para la creación de inclusión financiera

Dentro de la teoría del crecimiento y convergencia económica que fuese desarrollada por Abramovitz (1986), se destaca que todas las economías convergen en términos de ingreso per cápita si las economías más “pobres” crecen más rápido que las de aquellos países con mayor riqueza, siempre y cuando repliquen métodos de países desarrollados ya sea en materia tecnológica o social. Lo anterior resulta bastante razonable considerando que, esto puede ser realizado siempre y cuando se impulsen dichos factores; no obstante, también es intuitivo que, en caso de que dichos métodos no se repliquen, entonces la teoría podría fracasar debido a la falta de capacidades principalmente en materia tecnológica.

La mayoría de las investigaciones y reportes económicos coinciden en que, un país con desarrollo tecnológico, tendrá mayores posibilidades de erradicar el rezago. En ese sentido, blockchain se ha destacado por provocar esa idea a partir de conceptos como descentralización o transparencia; no obstante, es menester evaluar de manera general, cómo podría abonar a la inclusión financiera. A continuación, se describen algunos ejemplos:

Accesibilidad

Blockchain al ser una tecnología digital, puede ser implementada para tener uso a través de dispositivos móviles los cuáles tienen una gran penetración en la población a nivel mundial puesto que, no sólo podría reducir el costo en las transacciones y crear un mayor nivel de liquidación de pagos, sino que también permitiría contar con el acceso a mercados internacionales y garantizar las transacciones. Por ejemplo, pensemos en un sistema de banca abierta (open banking) que podría permitir el financiamiento de una empresa ubicada en algún país de África proveniente de Asia.

Altos costos

Mucho se ha mencionado que con blockchain, podrían minimizarse los costos de transacción, el ejemplo más útil, es a través del uso de un criptoactivo. Pero no sólo los costos se asocian con comisiones, la reducción en los tiempos de transacción también trasciende porque tiempos muy largos para realizar liquidaciones de pagos puede mermar la intención de incorporar un servicio financiero diferente al efectivo, sobre todo cuando es necesario realizar una transferencia de forma inmediata.

Productos adecuados

Más allá de digitalizar las operaciones, blockchain podría contar con mayor penetración, por ejemplo, la característica de brindar trazabilidad al mantener el registro de todas las transacciones, podría generar un historial tanto en personas como en empresas, las pequeñas y medianas empresas (mipyme). El caso de créditos a mipymes es interesante porque muchas de ellas no pueden tener acceso a créditos por una cuestión de tasas inflexibles. El microcrédito proveniente de los grandes bancos resulta costoso con tasas de entre el 15% y el 30% como norma y con frecuencia bajo esquemas inflexibles. De hecho, pueden existir situaciones en donde un crédito ni siquiera les sea aprobado por la falta de información en los estados financieros sobre sus operaciones e  ingresos esperados, lo cual provoca que los bancos ni siquiera contemplen un otorgamiento del mismo. A través de blockchain, se podría contar con un sistema de verificación de buró de crédito que facilite el acceso a los créditos, incluso para entidades financieras fuera de la región. Esta capacidad de realizar pagos transfronterizos apoyaría a actividades como la compra o envío de productos extranjeros u ofrecer servicios digitales.

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Desafíos de blockchain para la generación de inclusión financiera

Mucho se ha hablado de algunas características que imposibilitarían la implementación de blockchain tales como la escalabilidad, la capacidad de procesamiento en las transacciones o la inmutabilidad. No obstante, vale la pena analizar factores exógenos los cuales podrían determinar si realmente esta idea de inclusión financiera tiene sentido, por ejemplo:

  1. Infraestructura. Existe un gran porcentaje a nivel mundial que no cuenta con acceso a internet. En ese sentido, podría resolverse el problema a través de la colocación de infraestructura para proveedor servicios de internet, sin embargo, eso conllevaría a un segundo problema: el personal que cuente con la capacidad para proveer el mantenimiento.
     
  2. Capacidad de desarrollo. El uso de blockchain, al igual que otras tecnologías, puede ser utilizada sin que necesariamente se cuente con conocimiento técnico específico; sin embargo, la exclusión socioeconómica que pueden tener las personas podría representar un problema para fomentar el desarrollo puesto que, la implementación en cierta región en donde no se cuente con el personal adecuado, encarecería los servicios provocando la pérdida del sentido de inclusión al no ser una herramienta (o tecnología) viable.
     
  3. Política y regulación. Aunque exista la idea de que blockchain  no requiere regulación por ser una tecnología aplicada a determinado proceso, es necesario tener en consideración que pueden existir aplicaciones de blockchain donde la regulación sí tenga injerencia, por ejemplo, la creación de un criptoactivo.
     
  4. Instituciones y gobierno. La intervención de empresas o gobiernos, es posible que la masificación de blockchain pueda tener un mayor impacto, puesto que, dichas empresas permitirían crear programas  para ampliar la distribución y garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las soluciones blockchain.

Como se destacó con anterioridad, blockchain por sí sola, es decir, sin un análisis y objetivo específico de relación con las cadenas de suministro, es probable que no tenga mucho sentido su implementación. En la actualidad, la industria blockchain cuenta con un mayor entendimiento y profesionalización a diferencia de años anteriores, sin embargo, siguen sin existir casos de uso masificados. Por ejemplo, cuando se dio la burbuja de tokens, alrededor de 2017, las casas de cambio de criptoactivos resultaban bastante redituables puesto que podían negociar diferentes criptoactivos en sus plataformas. En la actualidad, es probable que tengamos un mercado desequilibrado puesto que, muy poco nos sirve la existencia de múltiples exchanges, si no se pueden crear volúmenes de transacciones con tokens. Lo anterior se debe fundamentalmente a las regulaciones emitidas a lo largo de estos meses, por ejemplo las recomendaciones de GAFI.

Finalmente es necesario comprender que, en esencia, para que una nación cuente con avance en materia de inclusión financiera, antes de implementar o incorporar la tecnología blockchain, se requiere analizar antes que cualquier otra cosa, cómo se enlazarán las cadenas de valor con las regiones más vulneradas, de tal forma que los pobladores puedan tener mayor acceso a los mismos servicios que se ofrecen en las zonas urbanas.