Ethereum puede permitirse perder la finalización (o finalidad) de vez en cuando sin poner en grave peligro la red, según el cofundador Vitalik Buterin, incluso después de que un reciente bug de cliente estuviera a punto de interrumpir el mecanismo de confirmación de la blockchain.

Tras un reciente bug en el cliente Prysm Ethereum, Buterin afirmó en un post de X que “no pasa nada por perder la finalidad de vez en cuando”. Añadió que la finalidad indica que la red está “realmente segura” de que un bloque no se revertirá.

Buterin argumentó que, si la finalidad se retrasa ocasionalmente durante horas debido a un bug importante, “no pasa nada”, y la blockchain sigue funcionando mientras eso ocurre. El verdadero problema sería otra cosa, dijo: “Lo que hay que evitar es finalizar lo incorrecto”.

Fuente: Vitalik Buterin

Los expertos opinan sobre la pérdida de la finalidad

Fabrizio Romano Genovese, doctor en informática por la Universidad de Oxford (Inglaterra), socio de la empresa de investigación de cadenas de bloques 20squares y experto en el protocolo Ethereum, se mostró de acuerdo con Buterin.

Afirmó que, cuando se pierde la finalidad, Ethereum se parece más a Bitcoin (BTC), y señaló que Bitcoin “no tiene finalidad desde 2009 y nadie se queja”.

Una blockchain proof-of-work, como la de Bitcoin, puede ramificarse en múltiples cadenas, y la que recibe más trabajo (normalmente la más larga) se considera válida. Sin embargo, si una “rama” secundaria crece lo suficiente como para superar a la principal, invalida esta última y las transacciones que contiene, lo que se denomina reorganización.

Así es como funciona Bitcoin: su finalidad es probabilística, no determinista, porque, aunque es casi imposible después de que se añadan suficientes bloques a la rama principal, teóricamente aún puede producirse una reorganización. Genovese explicó en qué se diferencia Ethereum, cuyas reglas establecen los bloques como “definitivos”. Añadió:

“Ethereum tiene un mecanismo de finalidad: cuando un bloque recibe más del 66 % de los votos de los validadores, se convierte en ‘justificado’. En ese momento, si pasan más de dos epochs (64 bloques), el bloque se finaliza.”

Esto no es solo teórico; ocurrió en mayo de 2023 debido a un incidente similar al reciente con el cliente Prysm. Genovese afirmó que estos incidentes no hacen que la cadena sea insegura, sino que “solo significa que nuestras garantías en torno a la reorganización han vuelto temporalmente a ser probabilísticas y no deterministas”.

Consecuencias para las L2 y los puentes

Aun así, Genovese señaló que la falta de finalidad afectaría a la infraestructura que depende de ella, incluidos algunos puentes inter-blockchain o de capa 2 (L2).

Un representante de la cadena lateral de Ethereum, Polygon, dijo a Cointelegraph que Polygon continuaría con sus operaciones normales, pero que las transferencias de Ethereum a la cadena lateral “podrían retrasarse mientras se espera la finalidad”.

Además, el portavoz de Polygon dijo que la capa de liquidación cross-blockchain AggLayer retrasaría las transacciones de Ethereum a L2 hasta que se volviera a alcanzar la finalidad. Aun así, dijo que “no hay ningún escenario en el que los usuarios experimenten una reversión o invalidación de mensajes” debido a la pérdida de finalidad:

“El impacto práctico de un evento de finalidad retrasada es simplemente que los depósitos pueden tardar más en aparecer. Los usuarios no están expuestos a reversiones impulsadas por la reorganización más allá de este retraso.”

Genovese atribuyó la culpa de tales retrasos a los desarrolladores que requieren la finalidad. “Si un constructor de puentes decide no implementar ningún mecanismo de respaldo en caso de pérdida de finalidad, esa es su elección”, concluyó.

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