El martes, Vladimir Putin, presidente de la Federación de Rusia, expresó sus críticas sobre el estado de las críticas en el foro de inversión "Russian Calling" en Moscú. Según el medio local de noticias lenta.ru, el presidente hizo los siguientes comentarios, de acuerdo a lo traducido por Cointelegraph:

"No está respaldado por nada, [y] la volatilidad es colosal, por lo que los riesgos son muy altos. También creemos que debemos escuchar a quienes hablan de esos altos riesgos".

Putin pidió un mayor monitoreo y regulación de las criptomonedas y señaló que ciertos países en todo el mundo están viendo una adopción significativa de monedas digitales. Actualmente, la regulación de las criptomonedas aún está en pañales en Rusia. Aunque el gobierno está considerando el lanzamiento de una moneda digital del banco central, se deben cambiar al menos ocho leyes federales y cinco códigos legislativos para que el rublo digital entre en vigencia.

Además, no existe regulación en el país con respecto a la minería de criptomonedas. Esto ha llevado a algunos a afirmar que se generan anualmente USD 2 mil millones en ingresos de criptominería en Rusia, pero sobre eso, no se pagan impuestos. Debido a la falta de un marco regulatorio, el uso de criptomonedas se ha disparado entre los rusos comunes, con transacciones que superan los USD 5 mil millones cada año.

En otras partes de la ex Unión Soviética, las criptomonedas también están ganando terreno rápidamente. Kazajstán se ha convertido en el minero de Bitcoin (BTC) más grande del mundo por tasa de hash, y su presidente busca recaudar más impuestos de tales actividades para financiar los gastos del país. En Ucrania, el gobierno está fomentando activamente las operaciones legales de criptomonedas. El año pasado, la ciudad de Olsztyn, Polonia, comenzó a adoptar la cadena de bloques de Ethereum (ETH) para servicios de emergencia.

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