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"Necesitamos expandir las interfaces cerebro-computadora para liberar todo el potencial humano", defiende el CEO de Tether

Durante la PlanB Conference en Lugano, Paolo Ardoino, CEO de Tether, defendió que el futuro de la libertad humana depende de la integración entre el cerebro y la tecnología descentralizada.

"Necesitamos expandir las interfaces cerebro-computadora para liberar todo el potencial humano", defiende el CEO de Tether
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Resumen de la noticia

  • Paolo Ardoino defiende que las interfaces cerebro-computadora deben proteger la libertad y la privacidad humana.

  • Blackrock Neurotech muestra cómo la neurotecnología ya devuelve el habla y el movimiento a los pacientes.

  • Tether invierte en investigación e IA descentralizada para unir innovación y autonomía individual.

Este sábado 25, durante la PlanB Conference, que contó con el apoyo de SmartPay, un debate unió el mundo de las finanzas descentralizadas y la neurociencia aplicada. En el escenario, Paolo Ardoino, CEO de Tether, y Marcus Gerhardt, cofundador y CEO de Blackrock Neurotech, presentaron la visión de que el futuro de la libertad humana pasa por la integración entre cerebro y computadora, en un modelo de tecnología descentralizada, ética y privada.

Según Ardoino, Tether no solo invierte en blockchains o startups financieras. La empresa también apoya proyectos con impacto humano directo, como Blackrock Neurotech, que trabaja con interfaces cerebro-computadora (BCI) para devolver el movimiento y la comunicación a personas paralizadas.

"Es lo correcto", afirmó.

Marcus Gerhardt inició su intervención explicando cómo Blackrock Neurotech ha estado transformando vidas. Presentó el caso de Matt Nagle, el primer paciente del mundo en enviar un correo electrónico solo con el pensamiento en 2004. Luego, contó la historia de Nathan Copeland, un hombre tetrapléjico que logró controlar un brazo robótico con el cerebro e incluso sentir el toque humano nuevamente, gracias a sensores conectados a la corteza sensorial.

El relato más conmovedor provino de Casey, un paciente con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Completamente inmóvil e incapaz de hablar, volvió a comunicarse por medio de una interfaz implantada en la corteza del habla. El sistema convierte las señales neurales en palabras y, con el apoyo de inteligencia artificial, recreó su voz original.

"Hoy, él conversa con su hija y hace chistes", contó Gerhardt.

Estos casos, según él, muestran que la neurotecnología ya superó el campo de la ciencia ficción.

"Estamos viendo el comienzo de una nueva era, en la que mente y máquina trabajarán en armonía para expandir las capacidades humanas. Pero necesitamos garantizar que esta revolución se use para liberar, no para controlar", advirtió.

Un nuevo tipo de libertad

Al comentar el apoyo de Tether a Blackrock Neurotech, Paolo Ardoino amplió la discusión. Para él, el futuro de la libertad no es solo financiero, sino también cognitivo.

"Así como luchamos por la soberanía del dinero, debemos luchar por la soberanía de los pensamientos", afirmó.

Ardoino describió el cerebro humano como "una máquina digital perfecta", capaz de procesar información compleja con solo unos pocos vatios de energía, mientras que los supercomputadores consumen gigavatios. Sin embargo, destacó que la comunicación del cerebro aún es analógica, limitada por el lenguaje.

"Cuando tú ves el sol, procesas millones de detalles, pero reduces todo a tres palabras: "El sol es bonito"." Esa es la prisión lingüística de la mente humana.

Las interfaces cerebro-computadora, según él, pueden romper esa barrera.

"Ellas crean un puente directo entre el cerebro y el mundo digital, permitiendo expresar ideas y emociones sin el filtro imperfecto del lenguaje", explicó. Para Ardoino, esto no es solo una innovación médica, sino un paso evolutivo de la humanidad.

Privacidad y descentralización

El CEO de Tether advirtió que, aunque el avance de las interfaces es prometedor, también existen riesgos.

"Estas tecnologías pueden liberar, pero también aprisionar. Todo dependerá de quién las controle." Por ello, defendió el desarrollo de infraestructuras locales y descentralizadas, sin dependencia de servidores externos.

Él presentó QBack, un protocolo de inteligencia artificial creado para operar sin conexión con sistemas centralizados, garantizando privacidad y autonomía.

"Nuestra meta es que las personas puedan usar IA y neurotecnología sin renunciar a la libertad", explicó.

Ardoino también criticó el modelo centralizado de compañías como Neuralink, de Elon Musk.

"Ellos crean infraestructuras dependientes de centros de procesamiento gigantes, lo que aumenta el riesgo de control y vigilancia. No podemos confiar nuestra mente a servidores corporativos", afirmó.

La asociación entre Tether y Blackrock Neurotech, según él, nace justamente como alternativa ética a este modelo. El objetivo es hacer que la neurotecnología sea accesible y segura, permitiendo que cada individuo tenga control total sobre sus datos mentales y corporales.

La mente como nuevo territorio de innovación

Marcus Gerhardt reforzó que el cerebro humano es el "último gran territorio inexplorado de la tecnología moderna". Destacó que los avances actuales son solo el comienzo.

“Lo que hemos logrado hasta ahora es restaurar funciones perdidas. El siguiente paso es ampliar las capacidades naturales del ser humano.”

Según el ejecutivo, nuevas investigaciones buscan desarrollar implantes no invasivos, capaces de captar señales neuronales sin cirugías. Estas tecnologías podrán ayudar a personas saludables a mejorar la memoria, el enfoque y el aprendizaje, e incluso a controlar dispositivos digitales directamente con el pensamiento.

Pero él advierte: “Con gran poder viene gran responsabilidad. Necesitamos discutir ahora las implicaciones éticas de esta evolución. Si esperamos hasta que esté a gran escala, será demasiado tarde para proteger la privacidad de las personas.”

Blackrock Neurotech, fundada en 2008, ya ha implantado dispositivos en más de 50 pacientes y trabaja con universidades y hospitales de vanguardia. La empresa busca crear un puente seguro entre mente y máquina, preservando la autonomía y la dignidad.

“Queremos devolver el control, no quitarlo”, resume Gerhardt.

Bitcoin, IA y neurotecnología

Para Ardoino, el debate sobre interfaces cerebro-computadora está directamente ligado al ecosistema de Bitcoin. Él argumenta que tanto el dinero como los pensamientos son expresiones de libertad, y ambos necesitan ser protegidos.

“La misma filosofía que defiende la autonomía financiera debe defender también la autonomía cognitiva”, dijo.

Él cree que la unión entre IA y BCI será el mayor salto tecnológico de las próximas décadas.

“En los próximos 10 a 20 años, estas serán las dos tecnologías más importantes de la humanidad”, declaró. “Juntas, podrán crear un nuevo tipo de inteligencia, una simbiosis entre hombre y máquina.”

Ardoino afirmó además que Tether continuará invirtiendo en investigación e innovación fuera del sector financiero, especialmente en proyectos que unen biología y tecnología.

“Lo que hacemos va mucho más allá de stablecoins. Queremos apoyar avances que tengan un impacto humano real, que transformen vidas.”

En uno de los momentos más simbólicos del evento, los dos ejecutivos exhibieron un video mostrando a pacientes de Blackrock Neurotech moviendo brazos robóticos y escribiendo frases solo con el pensamiento. El público reaccionó con aplausos largos y emocionados.

Para Paolo Ardoino, aquel fue el retrato de lo que está por venir: un mundo en el que la mente humana se expande por medio de la tecnología, sin perder la esencia de la libertad.

“Estamos apenas en el comienzo”, concluyó. “Creemos que el cerebro y Bitcoin representan dos fronteras de una misma lucha: la autonomía del individuo. Y nuestra misión es garantizar que, en ambas, el ser humano continúe en el centro de todo.”

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