El lanzamiento de Bakkt, la nueva plataforma para el comercio de activos digitales, respaldada por Intercontinental Exchange, ha sido uno de los eventos más esperados del año. La anticipada plataforma promete cambiar todo en el mercado de las criptos, porque crea un espacio perfecto para la llegada del capital institucional. La última vez que se anunció una noticia similar el precio del Bitcoin subió velozmente hacia nuevas máximas. Ahora Bakkt está aquí para cambiar el juego. Al parecer, el Bitcoin está madurando como mercado, y todo indica que tenemos un futuro dorado ante nosotros. Ahora bien, ¿por qué todo esto es tan importante? ¿Qué es Bakkt? ¿Y por qué ya nada será como antes? Hablemos de Bakkt. 

Intercontinental Exchange (ICE) es la compañía que opera la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE), así como también 22 bolsas más. La firma fue fundada con el apoyo de empresas de la talla de Goldman Sachs, Morgan Stanley, BP, Shell, y Deutsche Bank, entre otras. ICE provee mercados financieros y servicios de compensación en rubros como agricultura, finanzas, petróleo, electricidad y gas natural. Son un verdadero gigante en el mundo de las finanzas, y ahora han puesto su mirada en Bitcoin. 

Los capitales institucionales tienen tiempo coqueteando con la idea de invertir en criptomonedas, especialmente en Bitcoin. Sin embargo, han estado algo dudosos en participar por la falta de una infraestructura adecuada. Las instituciones financieras están altamente reguladas, y no pueden darse el lujo de incursionar, sin consecuencias, en mercados no regulados e inseguros. El deseo se ve limitado por razones prácticas, porque sencillamente las condiciones no están dadas todavía. Para nadie es un secreto que el mercado de las criptomonedas cuenta con poca liquidez, incertidumbre regulatoria, poca transparencia, y contadas opciones de custodia. Esto crea una situación desfavorable para los inversionistas profesionales de las grandes instituciones financieras del mundo que reconocen claramente el potencial de obtener ganancias en la inversión de criptomonedas, pero deben esperar a que el mercado madure un poco más antes de poder incursionar efectivamente en él. Claro que no están con sus brazos cruzados y esperando sentados pasivamente. Están trabajando muy duro, haciendo planes y armando equipos para pronto ofrecer productos relacionados a los criptomonedas a su clientela, porque la infraestructura está llegando gradualmente, y las condiciones poco a poco están mejorando. 

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Indudablemente que la crisis financiera del 2008 afectó al sistema financiero mundial y causó muchos estragos. Ha pasado más de una década de aquello, y todavía las preocupaciones no han desaparecido. La credibilidad de los bancos y los gobiernos se vio sumamente golpeada por aquellos eventos, y la evidencia demostró que la fragilidad del sistema es enorme. El riesgo aún yace ahí, latente, para explotar en el futuro. La creación del Bitcoin por Satoshi Nakamoto nace como reacción directa a la crisis del 2008 y como una respuesta ingeniosa ante este grave y preocupante problema sistémico. Se creyó que un activo digital descentralizado solucionaría en gran parte este enorme inconveniente. Entonces, el proyecto tomó vuelo, porque Bitcoin es considerado por muchos como un sistema mucho más efectivo y seguro que la alternativa, el sistema bancario tradicional y su alianza con los gobiernos. 

Sin embargo, ni los bancos, ni las firmas financieras, ni los gobiernos han desaparecido aún. Todo lo contrario, muchas de estas instituciones de carácter financiero ha crecido enormemente durante los últimos años, y por medio de fusiones y adquisiciones han consolidado un gran poder, aprovechándose de las debilidades de la competencia. Este es el caso, por ejemplo, de la compañía “Intercontinental Exchange” que con el liderazgo de Jeffrey C. Sprecher se ha convertido, en poco menos de dos décadas, en un auténtico coloso y un actor clave en el mundo de las finanzas a nivel internacional. ICE es la segunda compañía de exchanges más grande del mundo por ingresos, solo por debajo del CME Group (Chicago Mercatile Exchange y Chicago Board of Trade). En efecto, ellos están en casi todo. Están muy involucrados en la industria energética, en el comercio agrícola y en el sector financiero, pero no paran ahí. De hecho, su gama de negocios es muy amplia, tan vasta como global. 

Recientemente, también han mostrado un gran interés por el Bitcoin y quieren definitivamente su porción del pastel. Es más, formaron una nueva compañía, Bakkt, en sociedad con Microsoft, Boston Consulting Group (BCM) y Starbucks, para crear un mercado regulado y atractivo para las instituciones financieras que quieran invertir en Bitcoin de un modo confiable, eficiente y útil, mitigando los posibles riesgos. En esta empresa como financistas también tenemos a Galaxy Digital de Mike Novogratz, Pantera Capital, CMT Digital, PayU, Alan Howard, y Li Ka-shing Horizons Ventures, entre otros. Adam White, ex vicepresidente de Coinbase, fue escogido como director de operaciones de la compañía y, a pesar de los retrasos debido al tema regulatorio, las primeras pruebas ya comenzaron. 

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Uno de los productos más interesantes y esperados en la oferta de Bakkt es un contrato de futuros de un día de duración con entrega física. Ahora bien, ¿qué es un contrato de futuros? Bueno, un futuro, como también se le suele llamar para simplificar, es un instrumento financiero, que se caracteriza por ser un acuerdo legal entre dos inversores que se comprometen a comprar o a vender un activo a determinado precio en determinada fecha futura. En el contrato, se fijan las condiciones, pero lo más importante es probablemente la fecha de vencimiento y sobre todo el precio acordado de antemano. Palabras más, palabras menos, eso es un futuro. Estos contratos son de vital importancia a la hora de hacer negocios, porque disminuyen el riesgo ante la volatilidad de los mercados, protegiendo a las partes de la incertidumbre. En cierto modo, son un elemento estabilizador.  

Por supuesto que no todo es color de rosas con los futuros. Debemos recordar que un futuro es en realidad un derivado financiero. Es decir, un contrato de futuros en bitcoins no son realmente bitcoins. Con los futuros, siempre existe el peligro de crear un mercado ficticio que no se apoye en la realidad. Al fin y al cabo, un futuro es un papel. Las partes son dueñas de un papel y no de bitcoins como tal. El bitcoin es el activo subyacente del futuro. Eso en potencia podría causar distorsiones en el mercado, porque se presta a las manipulaciones. 

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Claro que los futuros de Bitcoin no es algo del todo nuevo. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ya ofrece los suyos desde diciembre del 2017. También los ofrece el Chicago Board Options Exchange (CBOE). Aunque este último, anunció recientemente que no agregará un nuevo mercado de futuros de Bitcoin, citando la necesidad de evaluar nuevamente su enfoque para el comercio de activos digitales. 

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Los futuros que ofrece Bakkt son diferentes a los ofrecidos por el CME group. Los futuros de Bakkt en su exchange son colocados físicamente. Es decir, que serán entregados a las partes desde el almacén de activos digitales de la firma al final del periodo del contrato. En contraste, los futuros de CME Y CBOE son colocados en efectivo según su precio en el exchange. Este sistema de entrega física de Bakkt es considerado más seguro, porque ofrece mayores garantías. Como producto, es más interesante.

El lanzamiento de Bakkt también nos está llevando a especular sobre la posible aprobación de los ETFs de bitcoins por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (la SEC), porque la compañía ha respondido a muchas de las preocupaciones expresadas por las autoridades durante su proceso regulatorio. La figura de los “fondos de inversión cotizados” (ETF) son muy alentados por la comunidad cripto, porque permitía la creación de un mercado secundario más eficiente, económico, flexible y transparente. Los ETFs están muy regulados y se parecen mucho a un “fondo mutuo”. Sin embargo, todas las solicitudes de ETFs de bitcoins sometidas anteriormente han sido todas rechazadas por la SEC. Las dudas de la SEC, como han manifestado, se centran en temas como la formación del precio, la liquidez, la custodia y la manipulación. Bakkt se ha enfocado en crear mecanismos para solventar estos problemas que tanto preocupan a la SEC y a las demás autoridades regulatorias. ¿Vendrán los EFTs? 

A finales del 2017, los anuncios sobre la emisión de futuros de Bitcoin despertaron muchísima emoción. Incluso, muchos analistas han interpretado la gran subida de los precios registrada durante aquella época como una respuesta directa a esas noticias. Los contratos de futuros se ven como una señal que el mercado está madurando y que las instituciones financieras están listas para entrar al mundo de las criptomonedas, algo por supuesto muy positivo. Lo curioso, sin embargo, es que los futuros de Bakkt no ha generado el mismo entusiasmo que vivimos en el año 2017 con los futuros del CME Group. De hecho, la noticia ha pasado casi inadvertida. ¿Estamos madurando? Quizás. Solo el tiempo lo dirá.

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