Un espacio virtual compartido, desarrollado a partir de la convergencia entre internet, realidad aumentada y realidad física virtualmente mejorada. Este es, o debería ser, el metaverso del que tanto se habla hoy en día. Y en un entorno guiado por lo digital, es natural que las transacciones económicas también sean digitales. Por lo tanto, no es exagerado afirmar que el metaverso y las criptomonedas están intrínsecamente vinculados.

El concepto de “metaverso” no es nuevo: fue creado a principios de la década de 1990 por el escritor Neal Stephenson, en su novela de ciencia ficción “Snow Crash, y explorado por películas como “The Matrix”, de 1999. Una idea de metaverso también intentó ser desarrollada por el juego Second Life, en la primera mitad de la década del 2000, pero la plataforma no llegó muy lejos sobre todo por la conexión a internet de la época, que no era lo suficientemente rápida para tener una buena experiencia.

Sin embargo, el término ganó fuerza a mediados de 2021, cuando el fundador y CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, anunció que estaba en los planes de la compañía crear un conjunto de experiencias maximalistas e interconectadas. La empresa pasó a llamarse Meta y, según Zuckerberg, sus divisiones enfocadas en productos para comunidades, creadores de contenido, comercio y realidad virtual harían todo lo posible para lograr ese objetivo.

El metaverso pensado por Zuckerberg y otros entusiastas de la tecnología aún está lejos de realizarse, y ni siquiera hay una fecha establecida para su lanzamiento, pero ya hay algunas iniciativas de "protometaverso", por así decirlo, en marcha.

En estos entornos virtuales, no sólo se deben realizar transacciones económicas con criptomonedas, sino que la estructura operativa también se financia con monedas digitales. Es posible adquirir, en estos espacios, artículos que van desde ropa hasta tierras. Para que se den una idea, marcas como Gucci, Balenciaga y Burberry, por mencionar algunas, ya están operando en el metaverso”, explica Vinicius Zampieri Marinho, socio fundador de Beplix, un servicio de cuentas digitales multidivisa, que integra criptomonedas con servicios financieros actuales, y que pretende actuar en el metaverso.

Las criptomonedas, cabe señalar, son criptomonedas basadas en criptografía. En resumen, es una tecnología de seguridad que codifica la información en la fuente para que sea “descifrada” en el otro extremo. Esto es para que un tercero, en caso de interceptación, no tenga acceso al contenido enviado.

Los cambios tecnológicos se están produciendo con mayor rapidez e intensidad. Lo que antes parecía el argumento de una película de ciencia ficción ahora es una realidad. El mundo está cambiando y los actores financieros deben mantenerse al día con este flujo. Por supuesto, nos descubriremos a nosotros mismos en el camino, pero siempre debemos estar atentos”, concluye Zampieri.

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