Siguiendo las instrucciones del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología (OSTP, por sus siglas en inglés) presentó un informe en el que se analizan las opciones de diseño de 18 sistemas de monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC) para su posible implantación en Estados Unidos.

El análisis técnico de las 18 opciones de diseño de CBDC se realizó en seis grandes categorías: participantes, gobernanza, seguridad, transacciones, datos y ajustes. La OSTP prevé complejidades técnicas y limitaciones prácticas al intentar construir un sistema sin permisos gobernado por un banco central, y añade:

"Es posible que la tecnología que sustenta un enfoque sin permisos mejore significativamente con el tiempo, lo que podría hacerla más adecuada para ser utilizada en un sistema CBDC".

Sin embargo, el análisis asumió que existe una autoridad central y un sistema de CBDC autorizado.

Para ayudar a los responsables políticos a decidir el sistema ideal de CBDC en EE.UU., el informe de la OSTP destacó las implicaciones de incluir a terceros en las dos opciones de diseño de la categoría "participantes": capa de transporte e interoperabilidad. En cuanto a la gobernanza, el informe sopesaba varios factores relacionados con la concesión de permisos, la jerarquización del acceso, la privacidad de la identidad y la reparación.

Otros factores importantes que la OSTP quiere que los responsables políticos tengan en cuenta son la criptografía y el hardware seguro, las firmas, la privacidad de las transacciones, las transacciones fuera de línea y la programabilidad de las transacciones, el modelo de datos y el historial del ledger (para los datos) y la fungibilidad, los límites de retención y los ajustes en las transacciones y los saldos (para las transacciones).

La evaluación técnica de un sistema CBDC estadounidense puso de manifiesto la inclinación del informe por un sistema fuera del ledger y protegido por hardware. Cuando se ponga en marcha una CBDC estadounidense, el informe pondrá de manifiesto las diversas compensaciones que los responsables políticos decidieron hacer al finalizar las opciones de diseño.

El 8 de septiembre, la OSTP recomendó la supervisión y la regulación, al tiempo que sopesaba el impacto medioambiental y energético de los criptoactivos en Estados Unidos.

El informe de la OSTP destacó que los criptoactivos utilizan aproximadamente 50,000 millones de kilovatios-hora de energía al año en Estados Unidos, lo que supone el 38% del total mundial, y añadió:

"Observando que las comparaciones directas son complicadas, Visa, MasterCard y American Express combinadas [...] consumieron menos del 1% de la electricidad que Bitcoin y Ethereum utilizaron ese mismo año, a pesar de procesar muchas veces el número de transacciones on-chain y apoyar sus operaciones corporativas más amplias."

El informe señalaba además el elevado consumo de energía del protocolo proof-of-work (PoW) en los criptoactivos.

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